"Federación es un pueblo que nació tres veces y murió solo dos: sigue ganando.
Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
"Federación es un pueblo que nació tres veces y murió solo dos: sigue ganando.
"¿Qué vemos cuando miramos al cielo?" A 30 años de "Antes del amanecer", una nueva forma de contar la historia "chico y chica se conocen". Con un pequeño agregado: el amor de una pareja no es más importante que la red de costumbres también amorosas en las que esa pareja se mueve día a día.
"Milei es el portavoz de una parte no menos de la sociedad, que ve como parte del "buen sentido" -para citar a Comte- el hecho de que no haya efectivamente hambre porque, si hubiere, la muerte por inanición sería una constante a la vista.
Tener hambre no implica morir, sí la sensación de padecimiento: quien escribe, pasó por hambre al final de la década del 90, pero escribe, y por ello, aún no forma parte de "el show de los muertos" al escribir estas páginas, pues de lo que se trata ante esta sugerencia del supremo mandatario es de la consideración de la espectacularidad del desastre para tenerlo como tal.
Supongamos que sucediera, ¿qué inferimos de ello? Simplemente que semejante evento descansa en una lamentable fatalidad. Al fin y al cabo, como cree Spencer, quien muere por razones de inadaptación evolutiva lo hace por una ley de la naturaleza, por un evento natural, ¿y qué más natural que morir por inanición? Podrían morir los individuos en una lucha en post de la supervivencia; para ello bastaría, por caso, que el ejemplar del que se trate integre una fuerza de seguridad, o bien, habría de forzarlo a que se enfrente a ella y, por algún accidente debido a una mala utilización de cartuchos disuasivos, perezca.
Pero Hayek, hay que hacerlo notar, nos consuela, en este punto. El argumento reside en lo siguiente: el mercado no es injusto, solamente retribuye a quien le compensa con capital o con innovaciones. En su lamento Hayek apoya su mano límpida en nuestro hombro, y sugiere lo siguiente: puede ser decepcionante, desde luego que lo es, pero no es injusto. Esto es: alguien puede esforzarse muchísimo, ser un ejemplo viviente de meritocracia y caer en desgracia, resbalar, pues, del mundo. Esto puede ser decepcionante, podemos lamentarlo, pero no es injusto. Porque el mercado es la única fuente de justicia, único modo en que la historia instaura un orden justo.
Después de todo, ¿cómo podría la Historia, la naturaleza, la divinidad o lo que fuera que instaure este orden, equivocarse? De modo que quien muere, muere con justicia -divina, natural, histórica, podemos agregar-, y ya.
Oscar Wilde, gran sensiblero, desliza una opinión, así como de soslayo: cínico, es quien sabe el precio de todo y el valor de nada."
"SENSIBLEROS" (M. DACUY, PÀGINA 12, HOY)
"Toda vida corre siempre en dos niveles: uno que parece gobernado por la necesidad, si bien no logramos descifrar su ley; y otro abandonado a la casualidad y a la contingencia. Es en vano fingir que entre ellos hay una arcana, demoníaca armonía y, aún así, en el punto en el cual logramos mirarnos sin asco, los dos niveles, aunque incomunicados, no se excluyen ni contrastan, sino que se dan una suerte de recíproca, serena hospitalidad."
"De jóvenes, la mano no sabe lo que busca; sabe, acaso, lo que rechaza, pero eso que rechaza dibuja la forma cóncava de lo que busca, de cualquier modo la guía hacia el bien no visto."
"Se dice que a los viejos sólo les queda una cuerda para tocar. Y es, tal vez, una cuerda desafinada. Sin embargo, esa nota desafinada suena más larga y profunda que el instrumento intacto de la juventud."
"Lo único seguro es que ya no sabemos dónde estamos de verdad. O mejor aún: sentimos que estamos en un punto, que somos ese punto, ese donde, pero ya no sabemos situarlo ni en el espacio ni en el tiempo. Todos los lugares que hemos habitado, todos los momentos que hemos vivido nos asedian, piden entrar -nosotros los observamos, los evocamos uno por uno. Volverse íntimamente extranjeros para nosotros mismos, ya sin patria. Lo que tenemos -las costumbres, los hábitos, los recuerdos- es demasiado, ya no lo podemos tener."
"Los temas de la vida ahora te parece que casi puedes escucharlos, como en una partitura musical. Los encuentros decisivos, las amistades, los amores son las frases y los motivos que se enuncian y responden en el secreto contrapunto de la existencia, que no tiene pentagramas. E incluso cuando parecen situados en un pasado remoto, los temas de la vida son necesariamente incompletos, como una melodía o una fuga interrumpida que espera ser continuada y retomada. Intentar escucharlos, en la oscuridad. Nada más."
"Es como cuando miras algo en el crepúsculo. No es tanto que la luz sea incierta, sino que sabes que no podrás terminar de ver, porque la luz disminuye. Así se presentan ahora las cosas y las personas: fijadas par siempre en la imposibilidad de terminar de verlas."
"¿Cómo se tiene una potencia? No se puede tener una potencia, sólo se la puede habitar."
"Un hombre que tiene algo novedoso que decir al principio sólo puede ser escuchado por quienes lo aman."
"Conocer significa nacer juntos, ser generado o regenerado por la cosa conocida. Y esto y no otra cosa significa amar."
"En lo que me atañe, pienso que no puede tomarse un libro que se ama entre las manos sin sentir un vuelco en el corazón, ni conocer de veras una criatura o una cosa sin renacer en ella o con ella."
"¿Qué significó para mí el encuentro con Heidegger en Provenza? Sin duda no consigo separarlo del lugar en el cual sucedió; su rostro a la vez apacible y severo, esos ojos tan encendidos e intransigentes no los he visto en nadie más, salvo en sueños. Hay en la vida acontecimientos y encuentros hasta tal punto decisivos que es imposible que entren del todo en la realidad. Suceden, cierto, y marcan el camino, pero nunca terminan, por así decirlo, de suceder. Encuentros, en este sentido, continuos, como los teólogos decían que Dios jamás deja de crear el mundo, que hay una creación continua del mundo. No dejan de acompañarnos hasta el final. Forman parte de lo que permanece inacabado en la vida, que va más allá de ella. Y lo que va más allá de la vida es lo que de ella queda."
"Se ama a alguien porque se lo recuerda y, viceversa, se recuerda porque se ama. Amando se recuerda y recordando se ama y, al final, amamos el recuerdo -es decir, el amor mismo- y recordamos el amor, es decir, el recuerdo mismo. Por esto amar significa no llegar a olvidar, a sacarse de la mente un rostro, un gesto, una luz. Pero también significa que, en realidad, ya no podemos tener un recuerdo de ellos, que el amor está más allá del recuerdo, inmemorable, incesantemente presente."
"AUTORRETRATO EN EL ESTUDIO" (G. AGAMBEN)