martes, 30 de agosto de 2022

LA PORCIÒN DE FELICIDAD




 "Suponer que la crisis instala en cada uno un real homogéneo que solo puede tratarse como emergencia y límite  es negar lo que el psicoanálisis vino a proponer: el escuchar a cada uno en la singularidad de su sufrimiento. "

"Me he analizado por el lapso de cuarenta años, es decir, he cambiado el fin del análisis por el análisis sin fin. Como todo paciente, en el doble sentido de la palabra, voy pasando sin dejar de pasar de la novela familiar del neurótico a la novela a secas del analizado que sigue siendo neurótico y vive en familia. Si me apuran podría decir, si no que soy más feliz, que puedo tomar la porción de felicidad que me permite el síntoma, que conozco el límite (una fobia que no cesa) pero también las tretas: "sublimación y sudor." Porque, durante todos estos años, mi llamada fobia escénica, que seguramente ha sido un límite dramático para algunas ilusiones intelectuales -participar de debates públicos, congresos, entrevistas y otras "mundanas"-, no ha cedido sino en un aspecto fundamental: la enfrento." 

"Y cualquiera que, como yo, haya trabajado lo suyo a través del psicoanálisis, conoce que cuando el análisis sucede, es decir, cuando de pronto se sabe algo que no ha sido transmitido ni se buscaba, y se pregunta de dónde viene porque no estaba en el cálculo propio ni del analista -aunque es su mérito haber permitido que eso se presente -, se trata de una experiencia más cercana al arte que al causa-efecto del ya me siento mejor del consumo de la píldora favorita."

"Un analista decía que en mí la transferencia era crítica. No debería serlo siempre?"


"DIVÀN Y TALISMAN (QUÌMICO) (MARIA MORENO)

martes, 23 de agosto de 2022

ECOS DE LA FELICIDAD

 



Al leer "Matate, amor" pensaba, todo el tiempo, en la película "El Anticristo" del genial Lars Von Trier.

Dato curioso: la autora de la novela tiene un enorme parecido con la actriz que protagoniza el film.

Segundo dato curioso: escucho entrevistas con   Ariana Harwicz y descubro que su voz  es frágil, quebradiza, como a punto de desaparecer por completo; todo lo contrario de su narrativa.


"Lo único que podía hacer en esos casos era abrazar mi vientre y esperar. El bebé dormía adentro, envuelto entre mis tripas, ajeno a mí."

"¿Cómo es que yo, una mujer débil y enfermiza que sueña con un cuchillo en la mano, era la madre y la esposa de esos dos individuos?"

"Parece que el bebé se cagó y tengo que comprarle la torta de cumple mes. Otras madres seguro que la hacen ellas mismas. Seis meses, me dicen que no es lo mismo que cinco o siete. Cada vez que lo miro recuerdo a mi marido detrás de mí, casi eyaculándome la espalda cuando se le cruzó la idea de darme vuelta y entrar, en el último segundo. Si lo hubiera habido ese gesto de darme vuelta, si yo hubiera cerrado las piernas, si le hubiera agarrado la pija, no tendría que ir a la panadería a comprar la torta de crema o chocolate y las velitas, medio año ya."

"Me pareció que el niño lloraba, pero todas las noches lo oigo llorar y cuando me acerco el silencio es total, como si se hubiera grabado un fragmento de su llanto y se reprodujera solo. Pero a veces no oigo nada."

"Ya me acostumbré a dormir sola y atravesada en esta casa que antes era un tambo, con lo que sea que eso pueda significar. "Cualquier cosa forma una familia", largué, mientras se me iban los ojos."

"Cenamos otra vez todos juntos, recuerdo ahora haberlo visto a contraluz, la imagen cansada de un hombre normal creyéndose excepcional. ¿Y eso es un día vivido? ¿Eso es un ser humano viviendo un día de su vida?

"Él es mi hombre, el que sabe mirar mi tristeza infinita.  Los otros son apenas hombres.  De qué  sirve ser uno de ellos si el idioma que hablan no alcanza.  A mi hombre le falta humanidad, es cierto, pero, quién quiere humanidad."

"Me acosté entre mi marido y mi hijo. Los miré respirar. Miré una cara, miré la otra. A mí en el medio. Me aburrí de sus facciones, me alarmé al ver que, después de mucho mirar, dejé de reconocerlos."

"Y fue ahí, después de ese pensamiento yo no diría oscuro, sino más bien realista o luminoso, que alcancé el máximo resplandor y tanteé el arma. Hay que tener extremo cuidado con el resplandor. Cuando la mente, por más mal que funcione, resplandece."

"Es demasiado violento entenderse. Es preferible callar, es lo que hago, hacerme la sota."

"Dos figuras se despliegan en el aire demasiado abierto. El suspiro aliviado que sale de la boca de un lobo. Son mis hombres brincando, volando, uno montado en el otro. Me llega el eco de su gran felicidad."



lunes, 15 de agosto de 2022

SOBRE EL ESTADO DE DERECHO Y EL ESTADO DE COSAS...

 



Lo escucho al fiscal Luciani argumentar en contra de la recusación planteada por la defensa de Cristina Kirchner. Dice que compartir un espacio social con otros miembros del poder judicial , sea que se trate con motivo de un evento deportivo, académico, cultural o religioso , no constituye automáticamente una presunción de la existencia de una amistad íntima que pueda afectar la objetividad ( del fiscal) y la imparcialidad ( del juez) a la hora de llevar adelante su trabajo en un expediente concreto. De acuerdo. Pero, curiosamente, lo que el fiscal omite no es un dato menor: los eventos deportivos que compartió con el juez de la causa no tuvieron lugar en cualquier club de barrio, sino que sucedieron en la quinta del ex-presidente Macri. No es que solo está en juego una eventual condena penal, sino también lo que ello implica en el caso de Cristina: la inhabilitación para ejercer un cargo público.

Si el estado de derecho presupone, por mandato constitucional, la existencia de una serie de principios como lo son el de inocencia, el del debido proceso, y el del derecho a la defensa en juicio, las circunstancias que rodean a la causa no parecen dar cumplimiento fiel a esos principios.
Interesante que desde la oposición, que se erige como garante de "la república", "el estado de derecho", y la hermosura constitucional de "las libertades individuales" , no se hayan alzado las voces para señalar lo que, a todas luces, se presenta como un proceso judicial que no resulta acorde a los principios que tanto enarbolan.
Cristina podrá ser culpable o inocente. Para mucha gente todo el asunto se reduce , más que nada ,a una cuestión de fe. Creen o no creen. Si la sentencia la absuelve o la condena será una barbaridad y una prueba de que "ya estaba todo arreglado" . Contra esa creencia no hay mucho para hacer . Y , cómo toda creencia, se apoya en un resto de verdad. El tema es que, antes, hay un proceso judicial. Más allá de la convicción interna de cada cual, lo que sucede es que el problema de los fines es, también, un problema de medios. Y es que con el caníbal ( o a quien consideramos un caníbal) podemos hacer muchas cosas. Menos comerlo.

domingo, 7 de agosto de 2022

PASAJE AL ACTO




 En una escena de Tumberos, el personaje interpretado por el gran Carlos Belloso (el inolvidable "Willy") decía una frase que, anoche, mientras veía la obra "Las manos sucias", regresaba a mi mente: "cuanto más inteligente sos, más estúpido sos".

La inteligencia entendida como estupidez en tanto se la piensa como una interpretación permanente de los signos que nos ofrece el mundo, sin solución de continuidad. No como una instancia previa del pasaje al acto, sino como una forma de eludirlo.
No es que la pureza no exista solo en el acto; tampoco parece haberla en el pensamiento: "vos nunca le mentiste a tu mujer, a tus amigos, a vos mismo?" le pregunta el líder del partido a su secretario, cuando este último lo increpa bajo la premisa de que "a un compañero no se le miente".
Y una vez pasados al acto, ¿Cuál es el límite del pragmatismo?
Algo que entendí al finalizar la función; no se aplaude de pie a una obra, se aplaude de pie a las interpretaciones. Anoche nadie aplaudió de pie, porque no hay grandes interpretaciones en "Las manos sucias" (perfectamente pensable en relación a "El enemigo del pueblo"), pero sí hay una gran obra.

viernes, 5 de agosto de 2022

ROMPER LA MALDICIÒN...

 



Mientras caminaba con un amigo por las calles de Barcelona, hace cinco años, recuerdo haber pensado en libro de Vila -Matas ("Suicidios ejemplares"). Viajar. Perder países. Sentirse extraño. Entrar y salir de los distintos tipos de sociabilidad ("la literatura sirve para aprender a estar entre la gente", me dijo Fabián Casas).

Y, en ese atravesar de fronteras, en esa exhibición del pasaporte, reconocer a mis amigos. A los que conozco y a los que no conozco.
"Existe una especie de tacto existencial que te permite registrar algún tipo de verdad en el otro" dijo el Indio en una entrevista. Ese tipo de tacto fue, creo, el que me dio los amigos que tengo (a los que conozco y a los que no conozco).
No soy amigo de mis amigos porque les gusta (más o menos) Pearl Jam. Y no me gusta Pearl Jam solo porque es Pearl Jam.
Perder países, encontrar amigos. Reconocer ese tacto existencial, para eso estamos.
Y , como bien dice un amigo, estamos, sobre todo, para "romper la maldición".