"Me gusta conversar con la gente. Las películas no son nada si no hay una conversación después. Hacer películas permite hablar con gente que jamás hubiéramos podido conocer. Se parece a lo que pasa con los libros. Conversar no requiere de argumentos. Conversar es derivar con palabras hasta encontrar lo que enciende a los que participan de la conversación. El argumento es la excusa para encontrarse. Esto es lo que intento en las películas. Una ocasión de inmersión para después conversar sobre otras cosas. El argumento es muy superficial, del argumento podemos hablar un rato. Pero lo otro, lo que uno no se olvida. Lo que vuelve. Lo que no aparece ni en el poster ni en la sinapsis. Lo que hace que el cine sea inolvidable rara vez es el argumento."
"Creo que una sala de cine se parece bastante a una pileta de natación vacía en la que estamos todos metidos. Y a pesar de que no haya agua, estamos inmersos en un fluido, y ese fluido elástico es el aire, que se comporta bastante parecido a como lo hace el agua en la transmisión del sonido. El sonido en la sala se propaga y atraviesa el cuerpo. El sonido es una vibración que se transmite a través de un medio elástico. Atraviesa todo lo que se oponga en su camino. Eso somos nosotros, los espectadores, en el cine: los tocados por el sonido. Nosotros podemos, en una película de terror, por ejemplo, cerrar los ojos y evitar ver el cuchillazo, el disparo, el choque. Pero no tenemos párpados en el oído. El sonido en el cine es lo inevitable. Aunque uno pueda cerrar los ojos, el sonido de una película nos va a invadir de cualquier manera. No se pueden cerrar los oídos. Hay formas de anularlos, pero no es lo mismo. "
"Otro ejemplo es lo que sucede cuando uno está trabajando en una oficina y hay una luz que hace un zumbido permanente. Ni bien uno llega y lo escucha, se vuelve loco, pero a la media hora ya no lo escucha más. Ahí es el cerebro el que obtura el oído para anularlo, siempre y cuando sea un sonido constante, porque solamente lo constante desaparece."
"Una persona cuando habla sin premura se disuelve como sujeto. Y eso que parece tan evidente (una persona, de determinada edad, en determinado lugar, está contando algo), empieza a ser bastante irrelevante cuando alguien se pone a hablar y a evocar cosas. Es posible que en sus palabras haya frases que estén siendo dichas en otra edad. Por ejemplo, cuando alguien evoca cosas de su infancia, que es la manera más fácil de observar esto, se puede ver que hay formas de la organización de la frase, tonos, e incluso hasta gestos en el cuerpo, que remiten mucho más a la infancia que al momento o a la edad en que la persona está diciendo eso."
"Imaginen qué maravilla sería poder fundar de nuevo una ciudad y generar las relaciones de otra manera. Con el pensamiento pasa lo mismo. La madeja de lo que nos rodea es tan densa, ya sea por las relaciones que hemos establecido con otras personas, con las ideas, con los objetos, con las emociones, que cada tanto hay que tratar de refundar todo. Hacer el intento al menos, para poder percibir sensaciones nuevas en lo que nos rodea."
"Lo que pasa es que la manera en la que nos imponen las ideas es tan fuerte, que se vuelven hegemónicas: se repiten en la escuela, en las universidades, en los medios de comunicación. Son tan potentes que parecen naturales, al punto que naturalizamos lo que tiene otras mil posibilidades de solución. El cine quizás nos permita sacudir esa arbitrariedad normalizada de la realidad y nos ayude a ver la posibilidad de un cambio. El cine puede generar un contexto para que suceda una falla en la percepción, algo que provoque una pequeña revelación."
"Cuál es la gran diferencia actual entre la escuela pública y la escuela privada? Desde hace muchas décadas, la escuela pública viene sufriendo un saqueo tremendo. Ha habido un deterioro importante de lo que se imparte en la escuela pública argentina. Pero cuando una familia decide frente a dos posibilidades -entre la escuela pública y la escuela privada, que es cara y que le va a generar mucho sacrificio - ¿qué es lo que se privilegia eligiendo la privada? Una futura red de contactos. No se privilegia qué va a aprender el chico, sino a quién va a conocer. Uno sabe que a ese hijo lo va a sumergir en una red que le va a permitir resolver muchas cosas en la vida. Ese colegio al que asistí, que fue bastante inútil para mí en cuanto a la formación, me permite, en dos o tres llamados, conseguir un abogado, un juez, un escribano, o un funcionario público, pero muy pocos profesores de yoga. La educación es la construcción de esa red, que me va a permitir no ver. En algún punto, es buscar cómplices para no ver nada. Estoy exagerando, pero no tanto. La educación genera una complicidad de clase que me permite soportar no ver el mundo. Sustraerse de eso requiere mucho esfuerzo, y diría que es una de las aventuras de la existencia. Creo que es también una obligación que tenemos quienes pudimos elegir de qué trabajar: debemos sustraernos lo máximo que podamos de esa confortable percepción del mundo."
"Y puedo definir con total precisión lo que pretendo para la humanidad. Caminar sin miedo, desplazarse como se pueda, y conversar con la gente."
"UN DESTINO COMÙN" (L. MARTEL)
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