sábado, 5 de diciembre de 2015

OJOS QUE NO VEN...



 

Mientras esperaba en el bar de la clínica el turno para entrar a conocer a mi sobrina (nacida en la tarde del día de hoy, bajo el nombre de Belén, mediante parto natural y pesando casi 4 kilos), la tv puso frente a mis ojos una noticia que -como todas las noticias- sonaba repetida: que hubo una matanza en Estados Unidos. De allí en más (mientras subía a la habitación 105, mientras tenía a mi sobrina en brazos, mientras manejaba de vuelta al departamento) muchas cosas se cruzaron en mi cabeza. Me acordé de Urdapilleta por ejemplo, cuando -en tumberos- le preguntaba a un militar si era capaz de escuchar el sonido de los niños ("¿escucha el sonido de los niños? quieren salir a jugar.."). Pensé, también, es una definición que se me ocurrió de lo que puede ser la sabiduría, que se me ocurrió hace varios años, y que trato de aferrarme a ella cuando no se bien qué hacer; se me ocurrió -y al día de hoy no tengo motivos para oponerme a mi invento- que la sabiduría no tiene que ver con un determinado bagaje cultural, sino con darse cuenta -A TIEMPO- qué es lo que hay que defender.
Y pensé en mi sobrina, en que todo lo que ella y sus pensamientos necesitan para crecer. Y en los (pequeños) milagros que van a estar de su lado cuando comience a leer...

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