"En los tiempos impiadosos del ideario neoliberal, la exclusión social, el desquicio institucional y la frivolizaciòn de la existencia, la Argentina encuentra en el bizarro retorno de la figura de Eva Peròn un espejo donde se proyectan en escala colosal sus propios deseos y frustraciones. Es significativo lo obviamente compensatorio que ese mito incluye: frente a la ruptura de los lazos de solidaridad y la retirada del Estado de sus funciones igualadoras, resulta difícil que los ojos no se fascinen ante esa imagen plebeya y trágica con los brazos tendidos en ofrenda de amor hacia los desposeídos. Alguien por fin desde un tiempo sin tiempo reparte bienes materiales y simbólicos en un país encapsulado en la privacidad de su egoísmo de mercado.
Pero esa misma atemporalidad alberga el riesgo de dibujar un espacio mítico y por ende impermeable a la historia y a la visibilidad de un futuro mejor, ya que si impera esa "máquina de suprimir el tiempo" que según Levi Strauss define la estructura del mito, si no hay despliegue interior fundado en fracturas que erosionen esas representaciones, entonces de esas figuras muertas sòlo saldrá la repetición.
Despuès de todo, la ventaja de la historia frente al mito es que no se cierra nunca, y admite innumerables resignificaciones. Por eso es preciso demandar personajes históricos que sean realmente sujetos y productos de su época. De lo contrario, a la búsqueda de esencias intemporales, la historia desaparece como proceso, y nos remite al agujero negro donde se agitan sin posibilidades de simbolizarse los fantasmas argentinos"
Pero esa misma atemporalidad alberga el riesgo de dibujar un espacio mítico y por ende impermeable a la historia y a la visibilidad de un futuro mejor, ya que si impera esa "máquina de suprimir el tiempo" que según Levi Strauss define la estructura del mito, si no hay despliegue interior fundado en fracturas que erosionen esas representaciones, entonces de esas figuras muertas sòlo saldrá la repetición.
Despuès de todo, la ventaja de la historia frente al mito es que no se cierra nunca, y admite innumerables resignificaciones. Por eso es preciso demandar personajes históricos que sean realmente sujetos y productos de su época. De lo contrario, a la búsqueda de esencias intemporales, la historia desaparece como proceso, y nos remite al agujero negro donde se agitan sin posibilidades de simbolizarse los fantasmas argentinos"
"EVITA COMO MITO COMPENSATORIO" (OSCAR TERÀN, " DE UTOPÍAS, CATÁSTROFES Y ESPERANZAS")