Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
domingo, 4 de septiembre de 2011
FLUJOS DEL PLACER...
“Siempre me he definido como mitad animal y mitad hombre”, dice Rocco Siffredi en su autobiografía Io Rocco (‘Yo, Rocco’)
Viagra, mujeres del Norte de Europa y moral católica. Ex actor, director y productor, nacido hace 46 años en la región italiana de Abruzzo. En los 25 años que ha dedicado al porno ha realizado más de 1.300 filmes y ha ganado 40 premios internacionale
Rocco, has trabajado en la industria del porno durante 25 años. Algo me dice que tienes más secretos que contar que el empleado de un banco…
Rocco Siffredi: ¡Desde luego! Empecé a trabajar en la década de los ochenta, así que conozco al menos a tres generaciones de actores y actrices porno. Y me ha permitido contar con una perspectiva de la evolución de la industria y, del mismo modo, de la evolución de nuestros hábitos. Como digo siempre, la pornografía es el espejo de la sociedad.
¿Y qué es lo que ha cambiado?
Rocco Siffredi: En los años ochenta, nuestra profesión no estaba aceptada. Ser actor porno no era fácil. Mis primeros colegas vivían un poco al margen de la sociedad. Pero el sexo era más espontáneo, más natural. Solo tenías que enseñar unos cuantos pelos púbicos y el público estaba contento.
Es díficil imaginar que con eso fuese suficiente…
Rocco Siffredi: Así es como solía ser. Luego llegaron los noventa. Hubo un crecimiento muy fuerte de la industria porque los medios de comunicación se empezaron a interesar en ella. Fue la década en la que comenzaron los premios: Cannes, Berlín, Estados Unidos. Fue también los años de las estrellas del porno: yo mismo, Moana Pozzi (también italiana y ya fallecida), Ilona Staller (la actriz húngara conocida como Cicciolina). Fue una gran era, inolvidable para todos nosotros. Y luego el mercado cambió de nuevo durante la década actual.
¿Quieres decir que las películas porno evolucionan con la sociedad?
Rocco Siffredi: Exactamente. Hoy el sexo es cada vez más extremo. El espectador siempre quiere más. La evolución del contenido del porno corresponde al movimiento progresivo de la audiencia a nivel emocional. La imagen es radical solo porque la gente lo quiere. Hoy hay un deseo loco de liberación sexual. No es algo nuevo, lo vemos también en los periódicos. Basta, por ejemplo, con pensar en todos estos hombre, muchas veces casados, que se buscan tener sexo con transexuales.
¿El sexo se está convirtiendo en un producto, una mercancía, como todo lo demás?
Siffredi: Sobre todo, el sexo tiende a convertirse en una competición y es cada vez más competitivo. No puede creer que los actores porno hoy tomen Viagra o se inyecten vasodilatadores. Ha sido la sociedad quien lo ha forzado, demandando cada vez más y empujándote al límite antes de desecharte y dejarte en la calle. El sexo es cada vez más artificial, hasta el punto en que me pregunto si un vistazo al cuerpo desnudo de una mujer es el mínimo requerido para tener una erección. Los hombres, ahora, tienen más miedo de las mujeres. Todo se ha transformado en un servicio hoy en día, incluso el sexo.
¿Qué diferencias encuentras en las nuevas generaciones?
Rocco Siffredi: Los adolescentes de hoy viven su sexualidad mejor. Están más desinhibidos y hablan más sobre sexo, lo comentan más entre ellos. En parte, gracias a la pornografía. La gente joven a menudo se acercan a mí y me dan las gracias: son tíos que quieren experimentar sexualmente pero no saber cómo abordar el tema. Y cuando ven lo que he hecho, lo intentan ellos mismos y se divierten haciéndolo.
Cuando hablamos de sexo en Europa, ¿es cierto el prejuicio de que en el norte son más ‘fríos’?
Rocco Siffredi: Bueno, las chicas españolas, italianas y francesas son las más calientes en Europa. Es solo una cuestión de sociedad y cultura.
¿En qué sentido?
Rocco Siffredi: En Europa del Este, por ejemplo, el sexo es la única cosa que el gobierno no ha podido prohibir. Los jóvenes son más abiertos en comparación con los de los países latinos. Y, tal vez, por eso son más fríos en cuanto al sexo. Para ellos, es algo natural, habitual, y lo viven sin ninguna inhibición.
Estoy seguro de que hablas desde la experiencia…
Rocco Siffredi: Te lo garantizo. Por ejemplo, he viajado por Europa para realizar los casting de las películas. En Italia, solo encontré una chica que quería el papel y rodar conmigo. Pero en Budapest, Praga y, especialmente, San Petersburgo, que son, sobre todo, ciudades universitarias, había docenas de candidatas. Es normal hacer algo así en estos países. Cientos de chicas empiezan en el porno para pagar sus estudios o para ayudar a sus familias.
¿Y en el sur de Europa?
Rocco Siffredi: En Italia o España, por ejemplo, la prohibición, de alguna manera, nos ha “salvado”. E sexo para nosotros es una rezón para vivir, lo hacemos porque le damos un valor único y profundo. Lo que está muy bien para nuestra vida privada…
Pero en el sur, el sexo no se lleva muy bien con la moral católica dominante…
Rocco Siffredi: Mira, en Italia la pornografía es también un espejo de las mignotta, las chicas que, en su camino por ser alguien en el mundo de la tele y el espectáculo, no les importa pasar por la cama. La verdadera puta nunca haría una peli porno, porque habría una evidencia material para siempre de ello. Y siempre importa lo que piensen los demás, los moralistas. Miles de italianas se acuestan con hombres para hacer carrera. Pero eso pasa en privado, nunca públicamente.
De nuevo, hablas desde tu experiencia…
Rocco Siffredi: Sí. Me acuerdo que una vez que tuve que rodar una escena de sexo oral con una actriz. Como siempre, la habitación estaba llena de gente. La chica era un desastre. Después, todo el mundo empezó a salir. Justo cuando la puerta acababa de cerrarse, se convirtió en una guarra y… bueno, te imaginas la escena. ¡Así son las cosas! Miles de italianas son escorts, pero nunca harían una porno. En Italia, lo importante siempre es poder negar las cosas.
Por último, Rocco, ¿todavía existe eso que se llama el ‘semental italiano’?
Rocco Siffredi: Tengo que admitir que a nosotros, los italianos, nos han dejado un poco atrás. Se ve en la crisis de comunicación entre hombres y mujeres, por ejemplo. Fuimos el número uno en creatividad, gusto, imagen. Las mujeres se volvían locas por todo lo ‘made in Italy’ y la figura elegante del Don Juan italiano, por el hombre que las guía y las protege, que les dirige sus vidas. Pero los roles han cambiado. Las mujeres son independientes y ya no le dan importancia a esos detalles. Comprados con los italianos, los alemanes tienen menos problemas, por ejemplo. Las alemanas llevan una ventaja de al menos 30 años respecto a las italianas en cuanto a libertad y emancipación. Y eso hace que el equilibrio personal en una pareja no se resienta.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario