miércoles, 1 de junio de 2016

EL ACUERDO...



Por amplia mayorìa (sòlo dos departamentales rechazaron el ofrecimiento), se aceptò la propuesta del ejecutivo (32,5 anual a pagar en varios tramos), por lo que, a partìr de mañana, llos empleados del poder judicial de la provincia de Buenos Arires volvemos a trabajar con "normalidad".
Las razones expuestas para votar en contra son màs que atendibles: "la canasta bàsica està en $ 17.000, por lo que no podemos aceptar que haya compañeros que ganen por debajo de eso". Con el aumento ofrecido por el gobierno, las categorìas màs bajas no llegarìan a los $ 12.000. Desde el plano ideal, inobjetable este reclamo. El problema de lo ideal es que le toca mala suerte de tener que enfrentarse a lo real. Y lo real es que, despuès de varios meses de conflicto, se consiguiò un aumento significativo en la propuesta salarial; el primer ofrecimiento fue de un 16, 5 % para el primer semestre y despuès "sentarse a hablar " para el aumento de la segunda parte del año. Irrisorio. De ese insulto a esta realidad de hoy (un 29 % para el primer semestre màs un piso de 3.5 % como punto de partida para discutir el aumento del segundo semestre) hay un brecha salarial indiscutible, que se ganò con la pelea cotidiana. No es suficiente, claro. No se llegò a cubrir la canasta bàsica de las categorìas mas bajas. De acuerdo en eso. Lo cierto es -salvo excepciones- las categorìas màs bajas no son consideradas en el propio interior del poder judicial. No se ve solidaridad sino posiciones jeràrquicas. A la hora de plantear un aumento porcentual, es muy difìcil escuchar que alguien diga que està dispuesto a resignar puntos para que esa plata vaya a las categorìas màs bajas. El gremio se ve presionado a pedir un aumento "por igual". El problema del aumento "por igual" termina siendo paradòjico: lo que le llega de aumento a las categorìas màs altas es màs que todo el sueldo que va a terminar percibiendo el de la categorìa màs baja. Y eso es un problema en la medida en que las categorìas màs bajas no pueden cubrir la canasta bàsica, como bien dijeron los compañeros que rechazaron la propuesta.
Lo "ideal" falla tambièn al no ver -no querer ver- que la lucha de poderes y la desiguadad no es algo que se pueda resolver en una asamblea;excede al poder judicial, y en todo caso se trata de dar una pelea a larguìsimo plazo, en el que hay que saber medir las fuerzas y saber reconocer los pequeños logros (y el gran sacrìficio que implica ese logro). No existe una medida o una acciòn màgica que redistribuya las cosas en el mundo. Hay gente que se fastidia por eso, porque parece ser que el otro no entiende que "esto se tiene que terminar y punto". Decretar la aboliciòn del capitalismo en una asamblea. Y ya.

 El fastidio, en todo caso, hay que saber direccionarlo: hacia los compañeros que son indiferentes a todo. Y hablo de fastidio que debe convertirse en arenga; nunca en insulto.
Desde ya que tambièn està el "partidismo" de por medio. Reclamar cosas a la actual conducción que, ya lo saben los que cuestionan, son imposibles de conseguir ahora. Y tambièn està la ingenuidad. Las dos cosas.
Mientras me retiraba de la asamblea y empezaba a mentalizarme en la lucha que sigue ahora (la que se va a dar en nuestras propias oficinas), pensaba en la pelìcula "El estudiante", en un diàlogo, en una frase concreta: "creo que la cosa no pasa por una posiciòn extrema, porque esa posiciòn implica una falta de compromiso real con una voluntad de cambio"
"Compromiso real con una voluntad de cambio"
Mucho tiempo estuve pensando en eso. Hace años que voto a la izquierda, por eso lo pienso.
Todo este tiempo de asambleas y movilizaciones hacen que quiera seguir pensando en eso, ahora que me preparo para afrontar la paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario