Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
jueves, 8 de agosto de 2019
EL ARTE: ESA AUSENCIA DE CURA...
"Nos entendimos mejor antes y después que durante el tiempo que estuvimos casados. Ahí se puso en marcha un mecanismo muy extraño entre nosotros, del que no hubiera creído que se pondría en marcha. Se estableció ese sentimiento de posesión o algo parecido de una manera curiosa, que volvió a desaparecer después del divorcio. Fue algo completamente tonto. Nos metimos en algo social en lo que no nos deberíamos haber metido"
"Lo que dije es que la gente está educada de tal modo que no puede establecer relaciones por sí mismas, sino que siempre hace uso de esas relaciones"
"Una persona como yo, aunque tenga intenciones e intereses muy diferentes, el hecho de que haya trabajado tanto, y esto es algo que vengo diciendo desde hace diez años, tiene más que ver con una enfermedad que con una potencia. Para la gente que lo observa y lo percibe de esa manera, se trata de un verdadero problema de potencia. Ahí surgen y afloran en ellos miedos respecto a su propia potencia, que yo puedo entender muy bien. Pero bueno, yo no trabajo por una conciencia de la fuerza o qué sé yo, sino que, dejando de lado lo que pueda tener de enfermedad mental o de paranoia o lo que fuera, tal vez sea también por miedo a la soledad. Cuando uno trabaja al menos no está tan solo como se está cuando no se trabaja. Tengo razones muy humanas y directas y concretas de por qué he hecho tanto."
"Lamentablemente yo siempre tengo que estar haciendo algo, esa es la verdad. Ya hablamos antes de esa especie de enfermedad que tengo. Realmente tengo que estar haciendo algo todo el tiempo para sentir que existo."
"La posibilidad de suicidarme se encuentra en mi mente como una verdadera posibilidad. Es una posibilidad de la que sé que existe y que tiene que ver conmigo. Pero es algo que probablemente no haría en el momento en que siento dolor. Cuando tengo dolores lo único que quiero es que paren. Las ideas suicidas me vienen en otros momentos, por ningún motivo específico. Es algo que no cambió desde este síndrome que se llama maníaco-depresivo. A menudo me invade una tristeza que yo no sé para nada de dónde me viene. Estoy sentado frente al televisor y me pongo tan triste que ya no sé qué hago en el mundo. Por otro lado, a veces estoy sentado entre personas de las que ninguna me interesa especialmente. Y entonces me pongo a entretener a mesas enteras, solo porque me dan ganas de contar historias. Me pongo divertido y tampoco sé por qué."
"El trabajo es tal vez el único tema que existe. ¿Qué otra cosa, si no? La mayoría de las personas trabaja cada día, y eso durante cincuenta años, y cuando vuelven a su casa, también trabajan. Vida privada no tienen en absoluto. Se lo puede expresar de esta manera: su trabajo es su vida privada.
Los personajes en mis películas son tipos destrozados porque no tienen trabajo pero viven en un mundo en el que hay que trabajar. Eso los destruye. Nosotros vivimos en una sociedad en la que hay que trabajar para darle sentido a la vida, y muchos de mis personajes no pueden soportar su trabajo. Por eso no tienen a qué aferrarse en la vida y sucumben".
"Cuando terminé la escuela llegué a la conclusión que el teatro y el cine, tal como está compuesta nuestra sociedad, garantizan el máximo de libertad personal. De ahí mi decisión. Pero la pregunta más importante hoy es: ¿cómo se puede destruir esta sociedad? Cuando se transforme la sociedad, también la conciencia de la gente se transformará, pero mientras que todo se base en que algunos tengan que trabajar a fin de que otros puedan sacar provecho de su trabajo, todo girará en torno a una transformación de estas circunstancias."
"Existe una sinceridad muy sincera y una sinceridad casi sincera y una sinceridad casi insincera, y solo entonces empieza la mentira. No siempre cuento toda la verdad. Pero mentir es algo que en realidad no hago nunca."
"Los elementos que pongo en escena en mis películas son cuestiones que me planteo a mí mismo, y mi técnica consiste en hacer que los espectadores se las planteen también. Es decir, sensibilizarlos."
"En líneas generales, creo que las mujeres se comportan de manera tan espantosa como los hombres, y trato de mostrar las razones de ese comportamiento, en el sentido de que hemos sido conducidos hacia el camino equivocado por culpa de nuestra educación y de la sociedad en la que vivimos. Mi descripción de esas circunstancias no es misógina, sino honesta. Al mismo tiempo, no quiero arrogarme explicarle a las mujeres cómo deben emanciparse. Eso es algo que debe decidir cada mujer."
"La mejor manera de describir la opresión de una minoría por parte de una mayoría es describir los errores y crímenes que se ven obligados a cometer los miembros de una minoría como consecuencia de la opresión."
"La televisión es fantástica para trabajar asuntos psicoanalíticos. Quiero decir que a la televisión solo se la aprovecha de veras cuando se filman cosas que intervienen directamente en la situación de los espectadores, o sea cuando uno se dirige de manera directa a la familia que está delante de la pantalla. Suena idiota si digo que quiero popularizar a Freud, pero lo que quiero es acercarlo a aquellos que no tienen dinero para ir al psicoanalista, quiero que la televisión asuma una función psicoanalítica. Delante del televisor uno está sentado en familia, y si entiende que hay ciertas cosas que uno tolera de su marido porque se relacionan con la propia infancia, entonces la cosa se empieza a poner interesante."
"La gente no ha aprendido cómo amar. El requisito previo para amar sin dominar al otro es que tu cuerpo aprenda que desde el momento en que deja el útero, puede morir. Cuando aceptas que una parte de la vida es la muerte, no sientes más miedo y no le tienes miedo a otros "finales", pero mientras vivas con terror a morir, reaccionas del mismo modo ante el fin de una relación y el resultado es que perviertes el amor que existe".
"Puedo recomendar el deseo de amar, pero no amar. Igual hay que dejar que el deseo se vuelva cada vez más grande, cada vez más claro, y entonces es posible que ocurra algo"
"FASSBINDER POR FASSBINDER (LAS ENTREVISTAS COMPLETAS)"
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