Si el videoclip con su formato fragmentario (en ellos todo es corte) aparece en todo su esplendor en la década del 90 al calor de la posmodernidad y la caída de los grandes relatos (pero acaso la caída de los "grandes relatos" no es, en sí misma, otro gran relato?)
el video de "Jeremy" (que cumple 30 años) puede ser pensado como un fragmento pequeño que se inscribe en el marco de un fragmento mayor. Es decir, como la historia de una subjetividad fragmentada en un mundo que responde a esos mismos parámetros.
"Jeremy" fue, además, el grito de alerta en la sociedad norteamericana. Luego siguieron los documentales de Michael Moore y la extraordinaria "Elefante" de Gus Van Sant.
En una entrevista, Eddie Vedder recuerda haber leído la noticia en un diario y haber sentido que allí había una historia. Musicalmente, la canción no tiene la estructura de un hit. Si se volvió un clásico (y una experiencia inolvidable en vivo) se debe por un lado al trabajo visual y, por otro lado, a la tremenda interpretación. Canta y actúa a la vez. Y da en el blanco con lo que quiere transmitir.
Veo por primera vez la versión "sin censura", y vuelvo a sentir lo mismo que sentí cuando vi el video por primera vez, estando en el colegio, a una edad no muy diferente de la que tenía el protagonista de la canción.
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