Lo primero que pensé: que todo tiempo pasado fue mejor (dónde se ha visto que una sobrina le pida plata a su tío a cambio de un dibujo?) Pero después pensé que mi sobri se pudo haber hecho eco del discurso de Guillermo Saccomanno en la apertura de la feria del libro; el arte por amor, sí, pero también por la plata.
Lo que no esperaba era una cotización semejante: 200 euros me pedía la pequeña. Haciendo mucho énfasis no en los doscientos, sino en los euros. Después de una ardua negociación, pude convertir mi pago a pesos . Ella no quedó muy satisfecha. Le pregunté que iba a hacer con la plata y se encogió de hombros. Mientras me llevaba mi dibujo empecé a jugar mentalmente con el nombre de una película.
Argentina: no es país para niños/artistas; es país para artistas. Y debería ser un país para niños. Mí sobri lo sabe y lo plasma: vemos a los monstruos saludando en forma cotidiana.
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