miércoles, 20 de septiembre de 2023

LO QUE SE TOCA, LO QUE SE RESPIRA...

 



"Las mentiras se dicen, sólo se pueden decir. Las cosas que se hacen son hechos y no son ni verdades ni mentiras"

"Qué estupidez: rememorando, citando y reproduciendo aquellos diálogos inasibles apenas alcanzaría a mostrar el pedazo del mundo donde acabó enredándose.  El peronismo, su interminable pero, su bárbara amalgama de ruidos que por un instante brotan de un fondo gris para abultarse y titilar por otro instante, también tuvo mucho que ver."

"¿Qué libertad? ¿La libertad era aquel mazo de dólares, los famosos dólares, esa ilusión indigerible?"

"Lo que se toca, lo que se respira y se va marcando por el frote con uno mismo, eso es el mundo, la realidad."

"Porque estaban adheridos a eso. Era como el que intenta poner en marcha un auto viejo y -claro- pronto reconoce que no será posible reparar nada, pero ya con las manos untadas de grasa, los ojos turbios por los hollines del motor, la cabeza ofuscada y la respiración entorpecida por el esfuerzo, o por la rabia, persevera hurgando, tocando todo, volviendo a tocar todo otra vez más, y volviendo a recorrer esos enigmas de metal hasta encontrarse con una pieza oxidada entre los dedos sin decidir dónde insertarla porque el motor es pura opacidad de acero y roña: una expresión mecánica de la derrota definitiva de toda su vida."

"Tachar, intercalar, repetir lo sabido y subrayarlo temiendo que pronto se perderá, es como el ejercicio de recontar aquellos días que se aplastan contra el vidrio plano de la memoria."

"Si pongo un orden en mi vida, todo esto volverá a ordenarse", se dijo, como si redactara.  No era una voz. Adivinaba el retumbar , las manos, los brazos, los pasos y los latidos de millones se sumaban al retumbar y él también empezaba a avanzar con ese ruido, o en el ruido.  O sería ese ruido. Este cuerpo del enemigo muerto -decían-  se reivindica como una parte del movimiento de conjunto, es un mojón, es un jalón, un escalón de la gran marcha avasalladora del retumbar ascendente."

"Pensó que habría que distribuir entre los trabajadores de la demolición  un resumen de doctrina destinado a orientarlos en la verificación cotidiana de la línea correcta: si los peones no distinguían al capataz o al vigilante de sus verdaderos enemigos de clase, no iba a  ser fácil convocarlos para las tareas que tarde o temprano la revolución demandaría de ellos."

"Las plazas se inundaban de gente. La revolución flotaba en el viento y con una bocanada de aire puro de la plaza sentía el pecho henchido por todo el retumbar de vida unísona. En cualquier instante el buuum  de una bomba, o el bum bum de millares de bombos podrían hacerse oír para sincronizar todos los corazones de todos los cuerpos y proyectarlos en bloque hacia el futuro de la humanidad: le bastaron esos pocos días libres para entenderlo."

"Él también, empujado de retumbar, entraba en la órbita del futuro. Había saltado , había girado en remolino con todo aquel envión  y, aunque estuviese de licencia, un punto lejano del futuro lo atraía con fuerza hacia la definitiva liberación."

"Horas después de salir, leyendo los diarios de la tarde, confirmó que los enemigos también habían ocupado su departamento como estaban terminando de ocupar todo: de inmediato, en caliente, sin darte ni siquiera tiempo para olvidar."


"EN OTRO ORDEN DE COSAS" (FOGWILL)

lunes, 18 de septiembre de 2023

EL MÙSCULO EMOCIONAL

 



Confesiones de invierno: en los últimos tiempos se me generó una adicción para mi propia sorpresa, la de ver entrevistas a Guillermo Moreno.

Conversando con un amigo, él me comenta que le pasa lo mismo.
En noches de insomnio (la enorme mayoría) busco entrevistas viejas y actuales, comparo sus análisis, me río con sus provocaciones y sus burlas (tan crueles como acertadas, en la mayoría de los casos)
Se pueden decir muchas cosas de su pasado y de su presente. Su violencia (latente en sus intervenciones). Su locuacidad sabiendo que está fuera (muy fuera) del campo de intervención real de la política cotidiana. Sus críticas feroces al gobierno que, en este contexto, favorecen el crecimiento del enemigo más fuerte: ese que no sólo se planta contra el peronismo sino que también lo hace contra la democracia. Se puede debatir todo eso.
Pero ese debate, en mi caso, y el saldo de ese debate, no hacen mella en mi interés sostenido por este tipo.
Me hace reír y me hacer pensar. No una cosa o la otra; una cosa y la otra.
Y algo más; pude también encontrar algo de lo inesperado. Y, cuando pasa eso, algo de la sagrado de la vida se enciende. Encuentro, en una vieja entrevista con Fantino (y sí) una intervención de una potencia emotiva que pocas veces encontré en una entrevista televisiva: Fantino le dice a Moreno que si pelea con Feinman, gana Feinmann . "Puede ser, él es más joven que yo", responde Moreno. "Perdés!" le insiste Fantino, destruyendo moléculas de oxígeno a lo pavote con su habitual estupidez televisiva. "Pero qué problema hay, si las peleas no son para ganar, las peleas son para tener!", le retruca Moreno. "Las peleas no son para ganar, querido, las peleas son para tener. O vos le vas a enseñar a tu hijo que sólo se tiene que pelear cuando está seguro que va a ganar?"
Hacer pensar y hacer reír, y en una frase -en una pregunta trascendental- activar el músculo emocional en medio de la noche, y hacer que alguien que no puede dormir piense en fragmentos de su vida, y en fragmentos de la vida de los que lo rodean, y en lo que -creo- queremos muchos para los que vendrán.

domingo, 17 de septiembre de 2023

EL BARCO SOBRE LA MAR...




 Mario Obrero

His ancestors, de Peachtree City

"He soñado con mis ancestros y su olor a patatas robadas
los he visto varear olivos con la cara llena de espinas
he visto a mis ancestros bailar sobre una montaña de ajos
al abuelo y su traje marrón
a la abuela encendiendo seis velas en el altar de la caldera
hablo del que juega a vestir las cerillas mojadas con barro
de los que cuentan chistes con la ventana cerrada
he visto a mi madre
una niña con sus primeros pantalones vaqueros mirando al mar
he visto la ropa en los tendederos de Venecia y a los poetas en Nueva York cuidar una tórtola y
su dulcimer hecho con nieve pisada
me he visto mirando al nuevo mundo con las memorias de Mayakovski bajo el jersey
me he visto mecerme lento en los sueños de una chimenea
los barcos el té y los poemas de Emily Dickinson escondidos en la sombra de una ballena
he visto a mis hijos cantar ebrios en los confesionarios
el frío como un erizo envuelto en serrín
en alguna colcha yace un pájaro azul
algún sueño sin calcetines que va comiendo rajas de sandía
los estudiantes de español me recitan al unísono
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Camino por los pasillos de un mundo que huele a gofre y a gasolina. "


sábado, 9 de septiembre de 2023

LAS RUINAS CIRCULARES...

 





1) La veo en un programa de televisión, emitido hace unos años. A la pregunta "quien fue Santucho?", responde : " un terrorista"; a la pregunta "quien fue Firmenich?", responde : "un terrorista"; a la pregunta " "quien fue Videla?", responde : "un presidente de la nación que violó la ley".
2) En el mismo programa de televisión se enoja cuando le hablan de 30.000 desaparecidos. Su enojo , dice, se funda en que esa cifra estaría "faltando a la verdad" ( aunque daría la impresión de que su enojo no sería con lo real del número , sino con lo real del tema). Agrega que, desde su fundación, bregan por la difusión y la reparación de las víctimas de los terroristas que participaron de las organizaciones armadas. Alguien del panel ( buena intervención), le pregunta si , en esos encuentros, y en las charlas que eventualmente brinda en instituciones, también se encarga de poner de relieve lo que fue la dictadura y la gravedad que supone ser víctima del mismo Estado, que es quien debería ser garante de los derechos de los ciudadanos. Dice que no. Que ella defiende y reivindica los derechos de las víctimas que no fueron reconocidas. Podría haber agregado " no el derecho a las víctimas del terrorismo de Estado, que ya fueron reconocidas". Pero algunas de las palabras que forman esta última oración parecen no formar parte de su vocabulario.
Otro invitado le pide que se manifieste acerca de la "campaña del desierto ". Que haga una valoración acerca de si se trató de un genocidio. "De ninguna manera, tal cosa no existió", fue la respuesta.
3) Paradojas: David Viñas, en su ensayo "Indios, ejército y frontera," se pregunta si los indios no son , acaso, los desaparecidos de 1879.
Y el círculo de la negación cierra perfecto.