"Ahora siento que no pertenezco a ningún país. Eso es terrible. Lo decía Juan Goytisolo hablando de su exilio en París: el exiliado no gana otro país, lo que hace es quedarse sin país. Creo que aquí viviría integrada. En los otros países vivo. No sé si no habría que asumir eso también alguna vez."
"Cuando digo cosas graves en mis poemas, es cierto que estoy hablando de mi vida. Pero tal vez al decir esas enormidades contribuyo a conjurarlas. ¿Qué significa todo esto? Significa que me he sacado ese peso de encima, por lo tanto no voy por la calle arrastrando mi dolor ni nada por el estilo. Lo dicho en un poema testimonia una idea, un sentimiento, pero no testimonia una desgracia permanente. Si vos lees partiendo de que la poesía habla de nuestras vidas, parece que todos hemos tenido la misma vida..."
"Hay una ausencia de ideología. No hay donde refugiarse, no hay amparo. Hoy en día, la gente bien pensante que se considere de izquierda, no puede levantar la vista frente a lo que es la izquierda en Argentina; pienso en la vergüenza de un pobrecito del PC. Lo mismo les ocurre a mis amigos peronistas con la especie de peronismo que hoy en día está en el poder. Supongo que la gente de derecha tampoco puede reconocerse plenamente en la acción de los militares. Los militares le quitaron la buena conciencia a la derecha y el liberalismo. La crisis, entonces, es muy grave. Es lo que se refleja en la poesía que hoy se escribe. La gente de distintas ideologías no puede reconocerse en los líderes de esas ideologías. En Argentina cada cual está solo; se inventan proyectos comunes porque no hay un proyecto común de la sociedad. Quizás el proyecto de "la poesía" sea uno de esos proyectos alternativos de los que estamos hablando. En mi época el proyecto común no era la poesía, sino la vieja consigna de cambiar la sociedad."
"Cuando leo busco encontrarme con la grandeza, la palabra de un ser único; busco leer a un poeta que no pueda confundir con otro. Busco ideas, además. Si yo tengo alguna una idea poética, trato de ver cómo trató esa misma idea otro poeta. Cuando escribo busco lo opuesto; busco conmover profundamente al otro, ampararlo, dejar una palabra que ayude a la vida de alguien. Todavía no lo logro. A veces me ocurre que me conmuevo con lo que escribo. Es un defecto pavoroso. Eso está muy mal."
"Creo que no somos únicos, que nuestro dolor nunca es único, creo que el fracaso de un amor nunca es único, que la muerte no es única. En síntesis, creo que todo lo que nos pasa no nos pasa a nosotros solos. Trato de no olvidarme nunca de eso; no quiero jerarquizar mi experiencia o mi pensamiento para no caer en la cursilería de creer que soy la que, por ejemplo, inaugura el dolor en Occidente. No. Trato de pensar que el dolor que yo pueda sentir es más específicamente histórico: tiene un devenir."
"Quiero decir: yo, como todos, contribuyo a la historia de la poesía, contribuyo a la historia de la revolución, pero nunca perdí de vista mi condición personal. De ahí surge la ironía. La ironía surge de verse uno en medio de todas esas grandes historias. Entonces, no confundir, vos no sos la poesía, vos no sos la historia, tu voz no es la voz de la historia ni la voz de la poesía. Vos sos una mujer en la historia, en la poesía."
"Uno olvida. No quiero olvidarme nunca de que uno olvida, de que los viejos dolores, con el tiempo, duelen menos y de que siempre hay nuevos motivos de dolor distintos de los anteriores. Desgraciadamente olvidamos y podemos seguir viviendo...a mi no me da miedo la enfermedad o la muerte. Lo que verdaderamente temo es el olvido"
"Me interesan más los caminos que la seguridad de la meta o el final. No voy a renegar de las cosas por las que he optado para toda la vida, pero no voy a cerrar los ojos. Porque si algo entendí del marxismo es que se trata de un instrumento par analizar la historia."
"Yo creo profundamente en las instituciones, aún para destruirlas. Nunca me asustaron ni me he sentido sin libertad por pertenecer a una institución, como por ejemplo al Partido Comunista, o por estar casada. Siempre he tenido una vida que ha respetado la institución pero ha sido libre, por eso nunca me ha pesado. He sido criada con unos principios muy rígidos y me he conducido con tranquilidad en esa rigidez, estoy acostumbrada a manejarme con lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer permanentemente. No soy una mujer libre, soy una mujer independiente en última instancia, pero no hago mis cosas sin mirar al entorno y a la gente que me rodea. Por eso, no me he visto nunca sola ante una decisión, siempre me parece que decido en conjunto con mucha gente. Y eso es la ley, eso es el orden."
"CONTRA LOS MISERABLES" (CONVERSACIONES CON JUANA BIGNOZZI)
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