Escucho, los pocos minutos que me aguanta el estómago, el discurso presidencial en la rural. Es difícil salir del asombro que genera tener a un presidente que dice abiertamente que la justicia social es una aberración. Y además fundada sobre una mentira flagrante. Según el presidente, la frase " dónde hay una necesidad nace un derecho" nos lleva a la ruina como sociedad, porque, siguiendo su razonamiento, "las necesidades son infinitas". Esa lógica no resiste el menor análisis; infinitos son los deseos, no las necesidades. Estas últimas son bien concretas: vivienda, trabajo, salud y educación. Tan concretas que se las puede enumerar con los dedos de una mano.
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