Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
lunes, 15 de abril de 2013
LIBÉRAME...
"LIBÉRAME"
Padre...
Veo el mundo, siento el frío...
Qué camino seguir, al borde de la ventana...
Veo al mundo sobre un estrepitoso caballo de tiempo...
Veo los pájaros en la lluvia...
Oh querido padre, podés verme ahora?
Soy yo mismo, como vos de alguna manera...
Voy a montar la ola, adonde me lleve...
Voy a aguantar el dolor, libérame...
Oh querido padre, podés verme ahora?
Soy yo mismo, como vos de alguna manera...
Voy a esperar en la oscuridad a que me hables...
Voy a estar preparado, libérame...
Después de haber visto a Pearl Jam hace dos semanas, me pasé varios días buscando videos en youtube para mitigar esa falta. Me pasó las otras veces y me volvió a pasar ahora.
Encontré una perlita durante una presentación del grupo en un especial de tv. Vedder, entre tema y tema, daba breves monólogos para la gente. Sensaciones, chistes, fragmentos de la historia del grupo, etc.
Antes de tocar "Alive" (el himno de la banda), cuenta algo que todos los que seguimos al grupo ya sabemos: que la letra habla de su propia vida, del hecho que a los 13 años su madre le dijo que su verdadero padre se estaba muriendo en un hospital y que el que él consideraba su padre -con el que Vedder tenía una pésima relación- en realidad no lo era ("siempre sospeché que ese imbécil no podía ser mi papá" dijo una vez el cantante en una entrevista a la Rolling Stone).
Pero el líder de Pearl Jam, en este show, dice algo más: "ustedes saben que la canción habla de un chico, un adolescente al que su madre le da una noticia terrible. Sé lo terrible de la noticia porque conozco a ese tipo. Es decir, ahora lo conozco un poco más, no en ese momento. En ese momento -y durante muchos de los años siguientes- sólo quería morirme. La música fue lo que me mantuvo en pie, pero aún así no podía dejar de sentir que el hecho de seguir vivo representaba una terrible maldición. Cuando en la canción decía "yo sigo vivo" lo decía con esa terrible carga negativa. Pero la gente, en los recitales, la cantaba a voz en cuello dándole un significado totalmente diferente. Cuando ellos cantaban "yo sigo vivo" no lo hacían con la frustración del que está obligado a lidiar con algo que no puede tolerar, sino que lo hacían con la alegría propia del que -a pesar de la tragedia- se da cuenta de que tiene algo maravilloso ente manos y que -de una u otra forma- está obligado a hacer algo productivo con ello. Es decir..¡sigo vivo!
Y el punto central en todo esto es que al verlos a ustedes noche tras noche cantar la canción de ese modo, cambiándole el sentido que le imprimí a esas palabras al momento de escribirlas, ustedes hicieron que yo pudiera romper la maldición. Me permitieron decir "estoy vivo" de otra manera. Y me permitieron seguir haciendo música".
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