Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
domingo, 11 de agosto de 2013
LA LLAMADA...
Webeando en la madrugada, después de la pizza, el fernet y tvr, mi amigo me muestra un video que le gustó y que -al parecer- se está expandiendo en forma viral por las redes sociales. Se trata de un corto titulado: "Ni una sola palabra de amor". Me gustó. Es, tal como me lo había advertido mi amigo, un video extraño. Diría más: levemente perturbador. Justamente porque no sé que es con exactitud lo que me genera la incomodidad.
Puedo arriesgar y decir que hay una estética Lyncheana y los universos de Lynch, (como los de Von Trier) son, más que cualquier otra cosa, perturbadores.
Pero hay algo más... y creo que tiene que ver con algunas imágenes que me vienen a la cabeza en relación a la historia que se va develando con el correr de los minutos.
"Ni una sola palabra de amor". Como en los cuentos que voy a llevar al taller, mientras la UBA me encuentra otra vez entre sus filas y el san Martín entre sus asistentes a los seminarios de los tipos que me interpelan y me atienden el teléfono.
Atender a este número: http://www.youtube.com/watch?v=sNkzk95uAP0
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario