Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
sábado, 1 de agosto de 2015
EL DREAM TEAM DE LA CRÒNICA...(PRIMERA ENTREGA)
El libro "Crònicas filosas" es una selecciòn de las mejores crònicas publicadas en la versiòn local de la revista Rolling Stone. Allì escriben, entre otros, Alejandro Seselovsky, Esteban Schmidt, Daniel Riera, Josefina Licitra y Leila Guerriero; algunas de las mejores plumas que descubrì en los ùltimos tiempos.
Algunos fragmentos:
"30 dìas en el call center"
Treinta dìas adentro de dònde buscando comprobar què. En la era del maltrato digital, relatos desde el estòmago del monstruo...
Con el taylorismo las empresas bajaron sus costos, concentraron capital y desarrollaron una gramàtica del control total sobre el movimiento fìsico e intelectual de sus empleados.
Sabe que arranquè siete minutos despuès. Sabe a què hora me fui. Sabe què hice en el medio, cuànto durò cada una de mis llamadas, què dije, què no, cuànto me tomè para ir al baño, a què hora salì del break, a què hora volvì, porquè transferì sin preguntar, por què preguntè y luego no transferì, si rechacè llamadas, si las volvì a rechazar. El supervisor lo sabe todo de cada uno. Y, si no te controlàs, te controla. Y si te controlàs, te controla igual. Taylor sigue gritando goles desde la tumba: yo me controlo, tù me controlas, èl me controla. Esto es Gran Hermano, pero no es un juego.
El box es una patologìa. Para ver al de la lado, hay que tirar la silla hacia atras. Y para hacerlo un poco menos desolador, no hay nada que se pueda hacer: no se pueden pegar cosas, un escudito de Newells, por ejemplo. El box es un lugar sin marcas, un festìn para los semiòlogos. Su cuadratura es el correlato de la cuadratura del trabajo, su expresiòn material.
Podrìamos plantear el debate màs o menos asì: nos devaluamos, nos empobrecimos, por eso esta industria crece. Què bien: ahora hay trabajo para todos. Què mal: el trabajo es precario, flexibilizado. Què bien: ahora hay trabajo en blanco, integra a los jòvenes a la economìa formal. Què mal: los explota por un cuarto de lo que deberìa pagar el capital trasnacionalizado que los precisa como mano de obra. Què bien: les sirve a los estudiantes para costearse sus estudios. Què mal: no tiene ninguna proyecciòn, es opresor y estresante como todo empleo taylorista y sòlo sirve por un tiempo, tal vez para costear parte de tus estudios. Què bien: no hay que estar envolviendo hamburguesas ni ofreciendo nada por cincuenta centavos màs. Què mal: hay que estar todo el tiempo sobrevigilado por un sistema de sistemas puestos al servicio del control de la empresa. Què bien: es un laburito para ir tirando. Què mal: es un laburito para ir tirando."
La sala de break es una cocina grande, con pileta y microondas, mesa, màquina de dulces, màquina de bebidas y una cartelera -escrita a mano, con letra prolija, sobre una hoja cuadriculada-donde alguien dejò esta frase: "no se han creado las vallas que le digan a la iniciativa y al talento del hombre: hasta aquì has llegado, no pasaràs.". Se supone que el mensaje te re-pone las pilas y volvès del break listo para comerte crudo al pròximo catalàn que te pregunta còmo bajarse un ringtone de Miguel Bosè.
"Usted podrìa decirme còmo hace mi marido con este aparatito para saber todo el tiempo a quièn llamo, a què hora llamo y cuànto duran esas llamadas" (una clienta)
"Mire, que un caballero me ha mandado un mensaje de que me quiere conocer, pero no me ha dicho ni dònde ni a què hora". (una clienta)
"¿Tù fumas porro o no fumas porro? eh, vamos, confiesa! Ah, te estàs riendo cabròn...te estàs riendo!!! (un cliente)
"Sudaca de mierda, tù haces lo que yo te digo, ¿has entendido? (un cliente).
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