Esta muy bien manifestarse en favor de la democracia. Y como el macrismo llegó al gobierno por el voto de la mayoría (es decir en forma democrática) aplicar un simple silogismo basta para llegar a la conclusión de que LA marcha de ayer fue una manifestación en favor del actual gobierno.
Pero hay un problema ahi. Y es que toda marcha "a favor" implica un posicionamiento en contra. Es decir, la marcha de ayer fue, quiero creer, una marcha en contra de la dictadura. Y el problema es que al actual gobierno, al que se defiende con la marcha de ayer, la dictadura le importa poco y nada. "ni idea" dijo Macri cuando le consultaron por los desaparecidos. "fueron 8.000" dijo Loperfido. Y si no les importa es porque, justamente, la dictadura fue el brazo armado de los intereses que ellos, cuarenta años después, defienden sin la "incomodidad" de tener que torturar y desaparecer gente.
Pero hay un problema ahi. Y es que toda marcha "a favor" implica un posicionamiento en contra. Es decir, la marcha de ayer fue, quiero creer, una marcha en contra de la dictadura. Y el problema es que al actual gobierno, al que se defiende con la marcha de ayer, la dictadura le importa poco y nada. "ni idea" dijo Macri cuando le consultaron por los desaparecidos. "fueron 8.000" dijo Loperfido. Y si no les importa es porque, justamente, la dictadura fue el brazo armado de los intereses que ellos, cuarenta años después, defienden sin la "incomodidad" de tener que torturar y desaparecer gente.
Escribiò Fogwill en 1984: "ecos del proceso: hablan de "democracia" siguiendo al General Bignone que propuso que el treinta de octubre -o el diez de diciembre- se restablecía el gobierno del pueblo, cuando apenas se restableció el régimen de consulta electoral y se ampliaron las libertades y garantías individuales. Existe la diferencia entre el estado de derecho -que expresa una decisión voluntaria de poder- y la democracia -que significa una distribución igualitaria de las probabilidades de participación en el poder, y que negar esta diferencia es cerrar el camino a las únicas políticas que pueden garantizar la subsistencia del sistema "democrático", hasta su forma cosmética actual.
Màs ecos del proceso: hablan de "dictadura militar", recurso léxico que legitima la operación (instaurada por el régimen de 1976) de oscurecer el verdadero carácter del proceso (banquero, oligárquico, multinacional), poniéndole el nombre de los circunstanciales servidores de su política."
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