Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
domingo, 30 de abril de 2017
EN EL AIRE...
En estas ùltimas horas las sugerencias que recibì fueron, bàsicamente, en dos direcciones opuestas: o bien olvidarme de la parte "negativa" del asunto y concentrarme en la positiva (planificar y disfrutar el viaje) o bien recargar las tintas y reclamar lo que me corresponde: dar la pelea. Esas mismas posibilidades son las que se alternan en mi cabeza desde ayer.
Sucediò asì: al ver en mi casilla de mail el voucher con los pasajes de aviòn que comprè, observo que mi apellido figura dos veces. Al llamar al 0800 de la empresa que comercializa los vuelos, se me informa que, efectivamente, hay una divergencia entre mi identidad y la identidad de la persona en la emisiòn del pasaje. Le pregunto còmo se originò ese error y còmo se puede resolver. Me contesta que el error estuvo "al momento del ingreso de datos en la pàgina web (algo de lo que tengo mis serias dudas) y me ofrece tres posibles "soluciones".
A saber: 1) cancelar el pasaje y emitir uno nuevo. 2) cancelar el pasaje ( y esperar dos semanas a que la empresa haga la devoluciòn del importe a mi tarjeta de crèdito). 3) elevar una solicitud de rectificaciòn a la areolìnea.
En cada "soluciòn" me daban un problema. Me dice que si opto por cancelar un pasaje, la emisiòn de uno nuevo es con la cotizaciòn "actualizada". Le pregunto cuàl es la diferencia: me contesta: tres mil pesos!!!. Descarto la idea de cancelar la compra, teniendo en cuenta que el precio de los pasajes està en alza a medida que se acerca la "epoca alta" en europa y que, durante las dos semanas que tarde esa devoluciòn, mi tarjeta va a quedar bloqueada para comprar un nuevo pasaje (estarìa excediendo mi lìmite mensual de gastos al hacerlo). Le pregunto por el pedido de rectificaciòn y me dice que debo acompañar una determinada documentaciòn, pero advirtièndome que la aerolìnea aplica una "penalizaciòn" sobre cualquier modificaciòn que se deba hacer sobre un pasaje ya emitido. Le pregunto por el costo de la penalizaciòn. Me dice "300 dolares".
Optè por la opciòn 1: el mal menor. Y el resto del dìa me sentè a desear que se estrelle directamente en la empresa alguno de los torpedos que el lider norcoreano està macerando en el patio de su casa, con el claro objetivo de mejorar un poco a la humanidad.
No voy a negar mi parte de la culpa: no haber revisado hasta el hartazgo cada una de las palabras y números que ingresè en esa pàgina; lo cual dispara mi neurosis màs alto que el vuelo que finalmente voy a tomar.
"Cuando hago una compra por internet reviso todo hasta el lìmite del acv" me dice mi vecina, la divina. Ese fue mi error. Pero la empresa nunca me mandò los datos que habìa ingresado para que yo los verifique y los confirme. Y aùn habièndome equivocado, es totalmente abusivo pretender una "penalizaciòn" cuando no hay perjuicio econòmico alguno. No se trata de un pasaje que se devuelve, sino de uno en el que hay una simple modificaciòn en el nombre del viajante.
"Estoy como una madre primeriza" le dijo a mi amigo que me espera allà, en la madre.
Con o sin denuncia y carta documento de por medio, el viaje està en marcha. Y, mientras tanto, pienso que todo lo que se puede escribir es lo que nos mantiene a salvo.
Y estar a salvo, para mì, es poder comunicar las experiencias, sabiendo que ustedes, los que leen, estàn, tambièn ,de este lado del rìo.
Del lado de los buenos.
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