sábado, 18 de julio de 2020

LAS PREGUNTAS QUE NOS ACOMPAÑAN...

PASAJES Librería internacional: Socialisme ou Barbarie : An ...

"El ciudadano lúcido y el pensador político no pueden sino descartar desde el primer momento la demonología o la angelología de la Revolución. No para adoptar un cordial eclecticismo, emitir juicios medidos y dar algo de razón a todo el mundo, sino para desarrollar una actitud crítica y política. Crítica: un verbo que antes que, antes de significar "juzgar" , quiere decir "separar", "distinguir". Una actitud crítica tal - el esfuerzo por distinguir y separar- se impone, frente a un proceso que, aunque data de dos siglos, guarda para nosotros una eminente significación política.
¿Qué es lo que constituye esta pertinencia? Ocurre que las significaciones creadas entonces, y las instituciones donde se han encarnado, conservan para nosotros un sentido, y que este sentido no va de suyo. Esto significa que las preguntas que nos hacemos en cuanto a lo que hay o no que hacer , en cuanto a nuestra organización colectiva, en cuanto a las orientaciones de la vida social en la medida en que estas dependen de nuestra actividad lúcida y deliberada, estas preguntas -no resultas, pues, para nosotros- fueron creadas como preguntas
durante esos periodos y las respuestas que se les ha ofrecido, vistas por nosotros como aceptables o inaceptables,
siguen haciendo a los términos del debate.
Una historia definida por la emergencia de preguntas explícitas: ¿qué debemos pensar?, ¿qué debemos hacer? ¿cómo debemos organizar nuestra comunidad?
Una historia que comienza en Grecia y luego, tras un largo eclipse, comienza nuevamente con el primer Renacimiento, continua con el siglo XVII inglés, el Iluminismo y las Revoluciones (norteamericana y francesa) del siglo XVIII y, más tarde, con el movimiento obrero.
Las preguntas y las brechas: la soberanía -dice la Revolución- pertenece a la nación. Pero ¿pertenece realmente la soberanía a la nación cuando el poder está en realidad en manos de una oligarquía económico-política, como es el caso de todos los países llamados "democráticos"?
"Libertad, igualdad, fraternidad" dice la Revolución. Pero es en nombre de la "libertad" económica (que beneficia principalmente a quienes ya son "económicamente libres") que reina una desigualdad política digna de consideración. Y ¿cómo puede existir la "libertad " (de no ser en un sentido limitado y defensivo), si se excluye a toda la nación salvo a una ínfima minoría de de la participación en el poder? Ser amo de sí e imponer algunos límites al poder de los amos son dos cosas radicalmente diferentes.
La Revolución vio algunas de las condiciones sociales de la democracia y las hizo realidad (destruyendo al Antiguo Régimen). No vio muchas otras, principalmente económicas. Esto no impide que -salvo para quienes consideren que el capitalismo liberal es la forma por fin hallada para las sociedades humanas, y quienes, hegelianos o no, sueñan con el fin de la historia- las preguntas que, de manera explícita o implícita, ha suscitado la Revolución, así como las que ha callado, sigan acompañándonos."

"EL MUNDO FRAGMENTADO" (C. CASTORIADIS)

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