En un encuentro con amigos recordamos una película y, pocos días después... la película en cuestión estaba subida y recomendada en la plataforma de la N.
Abracadabra? Creo que no. Descartada la magia, el problema no sería tanto que nos escuchen (para eso ya tenemos a un ex-presidente) sino que estén cohabitando nuestra cabeza. Que el guion de otra película (Quieres ser John Malkovich?) haya saltado de la pantalla hacia la realidad. Si antes de las redes uno no era "solo uno", el problema actual sería el de estar atravesados por una fragmentación sin solución de continuidad.
Vanilla Sky es la película que aparece en mi pantalla después de recordarla (con cariño) en un reunión de amigos. Remake de la española "Abre tus ojos", tuvo malas criticas y pasó sin pena ni gloria por el desfile de los últimos veinte años del cine norteamericano, a pesar de estar protagonizada por Tom Cruise.
Hago aquí mi disidencia (quizá impulsada por las personas que viven en mi cabeza), para decir que ver Vanilla Sky es una experiencia más que gratificante.
La vi hace muchos años, y tomé para siempre de ella esta frase: "nunca vas a saber lo que es el exquisito dolor del tipo que se vuelve solo a su casa."
En su diarios, Burroughs se pregunta cuál es el sentido profundo de la vida. A priori uno podría pensar: el amor, la libertad, la amistad, el dinero, el poder. Pero no: es el conflicto.
Vainilla Sky es el sueño (pero también la realidad) en donde se escenifica ese sentido profundo.
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