"Ustedes creen de verdad que el champú sedal tiene 92 % de componentes naturales?" nos pregunta anoche Walas a mi amigo y a mí, en el Konex, entre tema y tema de la presentación de Massacre.
Walas volvió a la vida. Después de haber estado internado por covid en 2020 con neumonía bilateral y una insuficiencia respiratoria que hacía temer lo peor, su voz suena hoy tan clara como antes.
Volver a ver música en vivo después de dos años. Al terminar el recital recuerdo las palabras de David Letterman en la introducción de Pearl Jam al salón de la fama del rock. La música en vivo: un regalo sin igual.
Difícil pensar en un cantante más carismático en la escena del rock nacional.
"Yo sé interpretarte ahora" dice la canción "Te leo al revés". Walas se interpretó a sí mismo como el anti-prototipo de la estrella de rock. Y en esa lectura a contrapelo es que encontró su fuerza para brillar.
Larga vida entonces para Massacre, para Walas y para el champú con el que lava su cabeza.
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