Midsommar nos recuerda que todo empieza por la siguiente pregunta: ¿Querés escuchar un relato? Y el relato, en Midsommar, se desarrolla con tiempo, con todo el tiempo que haga falta para integrarnos a un mundo en el que no todo brilla bajo el sol que no declina. Es una película, claro, pero también es una gran obra de teatro. Toda buena película de terror es, de alguna manera, una gran obra de teatro. Midsommar es, además, un sueño lúcido: el de pensar en la posibilidad de vivir juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario