miércoles, 30 de noviembre de 2022

EL OTRO DIEGO...

 


Voy (con amigos) a un amigo que, en mi cielo, forma parte de una misma constelación:  Mafalda, Los Simpson, Dolina, Fontanarrosa. 

No hay forma de eludir a Capusotto porque no hay forma de no encontrar (incluso en nosotros mismos): algunas de las características de sus personajes; tocan temas universales, pero con el componente local de relieve, siempre en primer plano: el asado, el fútbol, las mujeres, la política, el rock, los medios de comunicación, las redes sociales, las buenas costumbres, el machismo, el falso progresismo, la xenofobia, el terror a la pobreza, el deseo de vivir en una burbuja de felicidad, la aniquilación del otro.

"No creo que el humor tenga un fin pedagógico" dice él. Pero por la agudeza con la que trata los conflictos que exponen sus personajes me hace creer que sí, que el humor puede ser una tremenda herramienta pedagógica. 

No hay, ahora, otro Diego. Fue lo que le dije;  fue lo que me negó amablemente.

 Y  ahora que lo pienso, tiene razón pero apenas por una cuestión menor: cuando pensamos en él, no pensamos en su nombre de pila.

lunes, 21 de noviembre de 2022

TODAS LAS MADRES, LA MADRE

 


El sábado a la tarde, en un cumpleaños de 90, su imagen pasó por mi cabeza. Luego, en una feria de artesanos, di con el libro de Bayer: "Rebeldía y esperanza". Y volví a pensar en ella después mucho tiempo. El domingo, con la noticia de su muerte,  encuentro en el libro un fragmento que simboliza muy bien lo que las madres y las abuelas fueron para  la democracia en este país: la sangre.

"Pero las botas rompieron a patadas el cristal de los sueños. En ese sentido he perdido ocho años, por mi edad, fundamentales. Pero volveré cuanto antes para pegar los trozos de ese cristal, y empezar de nuevo. En cuanto al exilio, para mí representó contestarme a la pregunta: "qué hacer para combatir a los que sin ningún derecho cambiaron mi destino y el de mi familia y sumieron a mi país en el crimen, en el despojo, en la vergüenza ante los países civilizados?" 

"Y en cuanto llegué a Alemania comprendí que había que movilizarse e informar.  Imité el proceder de los exiliados alemanes en la década del 30, que para mí fueron un modelo de conducta: denunciar el crimen día y noche, en la calle, en la tribuna, en los diarios, en la televisión. Aparte de ganarme la vida, dediqué absolutamente todo mi tiempo libre al trabajo de denuncia y solidaridad. Debido a esa campaña conozco Alemania como la palma de mi mano. Un grupo de argentinos ejemplares, casi todos salidos de las cárceles, creó el Comité Argentino por la Democracia, donde no hay divisiones políticas. Además contamos con el apoyo de gran cantidad de jóvenes alemanes. Hebe de Bonafini, la presidenta de las Madres, lo dijo bien claro: "Los estudiantes de la Universidad de Essen, de Alemania, como no podían reunir dinero para nosotras, vendieron 68 litros de su sangre y nos mandaron ese dinero." Mientras jóvenes alemanes donaban su sangre, en 1978, nuestra clase media paseaba por Miami, Sudáfrica o compraba televisores en colores en Brasil y se ponía histérica cuando alguien le preguntaba si en la Argentina había desaparecidos o presos políticos. En Alemania Federal se dio el primer premio internacional que recibieron las Madres. La lucha no era fácil, la embajada argentina ejercía toda la influencia posible y disponía de dinero de sobra para publicaciones de todo tipo y para enviar constantemente provocadores a nuestros actos. Pero, en su irracional crueldad, la dictadura facilitó el esclarecimiento de la opinión pública."

"Con respecto a los galardones de la lucha contra la dictadura, no los podrán mostrar ni los intelectuales que emigraron ni los que se quedaron.  Las únicas que pueden ostentar méritos son las Madres de Plaza de Mayo: esas mujeres que desnudaron para siempre a los sayones de la servicia. El deber es también participar en el esclarecimiento de la opinión pública acompañando a los organismos de derechos humanos y de democratización de base. Mucha es la tarea que aguarda. Será benéfica si regresamos con humildad, sin ansias de privilegio."


OSVALDO BAYER ("REBELDÌA Y ESPERANZA")


jueves, 10 de noviembre de 2022

"TOMA MI MANO, NO MI FOTO"

 



"La gente que aparece en mis fotos dice que estar con mi cámara es como estar conmigo. Es como si mi mano fuera mi cámara. En la medida de lo posible, no quiero que haya ningún mecanismo entre el momento de fotografiar y yo. La cámara es parte de mi vida cotidiana, como hablar, comer o tener sexo. Para mí, el instante de fotografiar , en vez de crear distancia, es un momento de claridad y de conexión emociona. Existe la idea popular de que el fotógrafo es por naturaleza un voyeur, el último invitado de la fiesta. Pero yo no soy una colada; ésta es mi fiesta. Èsta es mi familia, mi historia."

"En mi familia de amigos está el deseo de intimidad de una familia de sangre, pero también el deseo de algo más abierto. Los roles no están tan definidos. Son relaciones largas. La gente se va y vuelve, pero esas separaciones no rompen la intimidad. Estamos unidos no por la sangre ni por un lugar, sino por una moral parecida, por la necesidad de vivir a pleno y en presente, por una desconfianza hacia el futuro, un respeto parecido por la honestidad, por la necesidad de franquear límites y por una historia común."

"A menudo temo que los hombres y las mujeres sean irrevocablemente extraños entre sí, irreconciliablemente inadecuados, como si vinieran de planteas diferentes. Pero a pesar de todo sigue habiendo una intensa necesidad de aparearse. La gente sigue juntándose, aunque las relaciones sean destructivas.  Es una reacción bioquímica: estimula esa parte de tu cerebro que sólo se satisface con el amor, la heroína o el chocolate. El amor puede ser una adicción. Siento un fuerte deseo de independencia, pero al mismo tiempo anhelo la intensidad que viene de la interdependencia. Creo que la tensión que se genera allí es un problema universal: la lucha entre la autonomía y la dependencia."


"TEMAS LENTOS" (A. PAULS)



miércoles, 2 de noviembre de 2022

SOLEDAD: DIVINO TESORO

 



"¿El derecho a que te dejen en paz?" Lejos de desaparecer, está explotando. Es la esencia de la moderna arquitectura, paisaje, comunicación y filosofía política dominante en los Estados Unidos. La verdadera razón de que los americanos sean apáticos respecto a la intimidad es tan grande que casi es invisible: nos estamos ahogando a toda velocidad en ella.

"La que está amenazada, por lo tanto,  no es la esfera privada. Es la esfera pública. Si la intimidad depende de una expectativa de invisibilidad, la de visibilidad es la que define a un espacio público. Mi "sentido de la intimidad actúa para mantener lo público fuera del ámbito privado y para mantener lo privado fuera del dominio público."

"Puesto que hoy en día se supone que una forma seria de manifestarse en público es sinónimo de que te vean en televisión, de esto parecería deducirse que el espacio televisado es el espacio público primordial. Muchas cosas que la gente dice en la televisión, sin embargo, no serían toleradas nunca en un auténtico espacio público: en el tribunal de un jurado por ejemplo, o en una acera de la ciudad. La televisión es una enorme extensión ramificada de los mil millones de cuartos de estar y dormitorios en los que se consume. Rara vez oyes a alguien en el metro hablar a alguien en voz alta de, pongamos, incontinencia, pero hace años que esto sucede en la televisión. Èsta carece de pudor, y sin pudor no existe distinción entre lo público y lo privado."

"Un auténtico espacio público es un lugar cuyo acceso está abierto a todo ciudadano y donde se excluye o se restringe lo puramente privado. Qué encantador pasearse, ver y ser visto. Todo el mundo necesita alguna que otra vez dar un paseo, un lugar donde ir cuando quieres anunciar al mundo (no al pequeño circulo de familia y amistades sino al mundo grande, al verdadero), que tienes un traje nuevo, o que estás enamorado, o que de repente te has percatado de que mides un palmo más cuando no encorvas los hombros. Por desgracia, el lugar plenamente público es una especie casi extinguida."

"Necesitamos tanto un hogar que no sea un espacio público  como un espacio público que no sea un hogar."

"Nuestra obsolescencia va ahora más lejos que la usurpación por parte de la televisión del papel informativo, y más hondo que la sustitución que ella ha efectuado de lo imaginario por lo literal. Flannery O´Connor, en un texto escrito por la época Roth hacía sus observaciones, insistía en que el "objetivo de la ficción" es expresar el misterio por medio de conductas. Como la poética de Poe derivó de su "cuervo", la formulación de O´Connor es halagadora sobre todo para su propia obra, pero es indiscutible que el "misterio" (el modo en que los seres humanos evitan o afrontan el sentido de la existencia) y las "conductas" (los intríngulis de cómo se comporta el ser humano) han sido siempre preocupaciones capitales de los buenos escritores narrativos. Lo aterrador para un novelista actual es el modo en que el consumismo tecnológico que dirige nuestro mundo aspira concretamente a poner en entredicho estas dos preocupaciones."

"A largo plazo, es probable que el fracaso del comunitarismo depare toda clase de desagradables consecuencias. A corto plazo, sin embargo, en este siglo de prosperidad y salud asombrosas, el fracaso pasa una onerosa factura a los antiguos métodos de lidiar con el dolor. En cuanto a la sensación de soledad, inutilidad y privación que puede producir la atomización social, es ya suficiente para etiquetarla de enfermedad."

"Escribir es una forma de libertad personal. Nos libera de la identidad colectiva que vemos forjarse a nuestro alrededor. Al final, los escritores escribirán no para ser héroes proscritos de alguna subcultura, sino para salvarse a sí mismos, para sobrevivir como individuos.

"Si la lectura seria disminuye casi hasta la inexistencia, posiblemente significará que la cosa de que estamos hablando cuando hablamos de "identidad"  ha llegado a su fin."

"La gente sin esperanza no solo no escribe novelas; no las lee. No mira nada largo tiempo, porque le falta valor. El camino a la desesperación es el de negarse a tener cualquier clase de experiencia, y la novela, por supuesto, es un modo de adquirir experiencia."


"CÒMO ESTAR SOLO" (J. FRANZEN)