miércoles, 28 de diciembre de 2022

FIN DE AÑO: SOBRE ALCOHOL Y CONTROL...



Leo un artículo en que se hace mención a un informe de la agencia nacional de seguridad vial, según el cual , en uno de cada cuatro accidentes de tránsito en los que hay fallecidos, estuvo presente el factor alcohol. Lo que no se aclara es " cuánto alcohol".

El dato no se resulta menor, a la luz de la "ley seca al volante" que entrará en vigencia.
Tanto conductores como peatones sabemos que hay faltas graves a la hora de moverse en el espacio público. El consumo irresponsable de alcohol es un problema, está claro, pero reducir el consumo de alcohol a 0 no vuelve responsable al que usa el celular mientras maneja, o al que clava el auto en una avenida que es mano y contramano porque le resulta más cómodo doblar en U para no tener que dar la vuelta manzana para tomar el sentido contrario, o esperar a llegar a un semáforo que le habilite el giro, o al que no frena cuando está en rojo el semáforo, o al que no respeta la prioridad del que viene por la derecha en la intersección de dos calles . Este tipo de maniobras ( que antes se veían de noche fundada en "razones de seguridad") se ven a toda hora y, estoy convencido, ahí no hay alcohol en sangre; pero tampoco respeto por el otro, algo por demás importante.
Cuando sí interviene el alcohol como factor desencadenante de un accidente, lo hace en proporciones realmente elevadas.
No me termina de resultar justo hacer responsable a UNA copa de vino por el desapego de quien la toma respecto a las consecuencias de sus actos, porque ese desapego ( seguramente) ya estaba antes de brindar.

martes, 20 de diciembre de 2022

LA INEXPLICABLE FILTRACIÒN DE UNA LÀGRIMA...

Poesía vertical:

"Cuando se caigan a pedazos las paredes de esta gran ciudad...
 Cuando no queden en el aire más cenizas de lo que será...
 Qué será?




jueves, 15 de diciembre de 2022

PROCLAMAR...

 



María de Maeztu

Lo único que pedimos (fragmento)

"Soy feminista; me avergonzaría de no serlo, porque creo que toda mujer que piensa debe sentir el deseo de colaborar, como persona, en la obra total de la cultura humana. Y esto es lo que para mí significa, en primer término, el feminismo: es, por un lado, el derecho que la mujer tiene a la demanda de trabajo cultural y, por otro, el deber en que la sociedad se halla de otorgárselo.
(…)
Justo es proclamar muy alto lo que ya repetidas veces se ha dicho: los mayores enemigos del feminismo no son los hombres, sino las mujeres: unas por temor, otras por egoísmo. Las primeras, al oír hablar de emancipación, de independencia económica, no ven tras de estos tópicos sugestivos más que la perspectiva triste de ganarse la vida trabajando a jornal en las industrias, víctimas de una explotación miserable. Esta independencia es para ellas, con razón, la peor de las esclavitudes. Puestas a elegir entre la sumisión al patrono o al marido, todas las mujeres prefieren la última. Contra lo que afirmaba Stuart Mill, la sumisión de la mujer al hombre por medio del matrimonio es, en esas circunstancias, la única liberación posible. Las segundas no quieren oír hablar de emancipación económica, porque lo único que desean es encontrar un marido en ventajosas condiciones, cosa que se hace más difícil si las mujeres demandan un puesto en la economía social. Para unas y otras el feminismo no es una idea liberadora, sino una promesa de esclavitud. Por eso, la primera tarea a realizar es la de preparar a nuestras mujeres, y claro está que yo confío, como único y exclusivo medio, en la educación, que al salvar las sustancias ideales que lleva dentro, ignoradas por ella misma, le dará fuerza para descubrir nuevos mundos, no sospechados hasta ahora. "

domingo, 11 de diciembre de 2022

LA IDENTIDAD

 


"El que llega a los Estados Unidos con un contrato de trabajo temporario -un puesto de profesor visitante en una universidad, por ejemplo-  no desembarca exactamente en los Estados Unidos. Desembarca en un lugar muy parecido pero provisorio, una especie de pre-país limpio y funcional donde el recién llegado pasará largo tiempo haciendo colas, llenando planillas, firmando solicitudes, esperando autorizaciones y sellos sin los cuales durante los próximos cuatro meses de su vida, ya bastante parecida a una pesadilla, no tendrá derecho siquiera a tener una vida."

"Todo lo que el recién llegado hace en las tres semanas más soviéticas de su vida es sortear pruebas, reunir requisitos y satisfacer condiciones para llegar sano y salvo, y en lo posible elegible, al SSN, una seña de identidad que todo el mundo considera aquí más decisiva que el ADN. Es decir que durante veintiún días el recién llegado vive para responder a una sola necesidad, la necesidad norteamericana por excelencia, la única capaz  de mantener en pie un aparato burocrático que exasperaría al ciudadano cubano más tolerante: la necesidad de identificarse."

"En Estados Unidos cualquiera puede comprar un kit para falsificar documentos y un manual para cambiar de identidad, operarse la cara y fraguarse un pasado nuevo, pero nadie puede pagar en efectivo el depósito de seguridad de un departamento alquilado y mucho menos los nueve dólares con cincuenta centavos que cuesta un almuerzo promedio. Es extraño, pero en el país cuya moneda es un verdadero objeto de fe y lleva la leyenda  "In god we trust", el cash es el tabú número uno. Los billetes espantan y despiertan sospechas porque no sirven para identificar, porque no dicen nada de quien los usa, y al no decir nada dicen siempre lo peor, lo más peligroso, lo que sólo puede amenazar -narco negocios, mafia rusa, pedofilia rentada- por la sencilla razón de que no figura en ninguno de los archivos donde los números de las economías del plástico, en cambio, resplandecen y delatan."

"Escuché a un etólogo de renombre anunciar en un ascensor que las ardillas estaban llamadas a ser "la especie dominante del futuro". Pregunté por qué. "Porque vacilan. En otras palabras, porque piensan", dijo el académico. Y yo traduje: "porque descreen de la identidad."


"TEMAS LENTOS " (A. PAULS)