"Hoy el profesor, ¿ qué puede llegar a decir? El PowerPoint...Para mí eso significó una vuelta a la revalorización de la palabra como la creadora de tensiones. Por lo tanto, ahora sospecho también de si este método empleado de una manera así, sin demasiadas prevenciones, puede debilitar lo que tiene la clase. Las clases tienen 2.500 años de antigüedad. Las sociedades se montaron sobre el acto de dar clase. Y clase y teatro estaban muy fusionadas. Y ahora ejemplifico en el PowerPoint y otras tecnologías que hacen que "el profesor sea menos aburrido, que llegue más, que utilice imágenes" y que la propia palabra escrita sean conceptos como consignas. A mí me parece más un retroceso enorme eso."
"Lo que se debilita es el acto de elocuencia. En un campo analógico.. ¿Qué es el trabajo del director? Y yo decía que el trabajo del director es el trabajo de la elocuencia. Creo que lo que desarrolla un director teatral es elocuencia. Si alcanza el grado máximo posible puede incidir en sobre el actor con la palabra. El maestro hace exactamente lo mismo. Hay algo del acto de elocuencia que transforma. El acto de elocuencia que logra llegar adonde no llega otra cosa."
"Estas clases ilustrativas, estos PowerPoint, en todo caso lo que hacen es suplantar esa búsqueda, suplantan la búsqueda superior, la de la elocuencia simplemente por la ilustración, por la imagen. Se vuelve mucho más chico."
"Los mejores recuerdos que yo tengo de mi formación en el colegio secundario son esos maestros que uno siente como modificadores. Yo los recuerdo como en una actitud teatral. Lo que me queda era como esa presencia frente al personaje. Eran personajes. Lo que uno en el teatro llamaría "el personaje" , en términos de una singularidad, alguien que no quedaba atrás del conocimiento, sino que el conocimiento y su presencia eran lo mismo. No puedo separar lo que me decía de cómo lo decía y desde dónde lo decía."
"La diferencia entre espectador, público, estudiante, es sutil. Hay que mantenerla. Pero la sutileza puede crear un oleaje que vaya y venga respecto a lo que es un estudiante y un espectador."
"El teatro es el tiempo absoluto en sí mismo. Pero pasa lo mismo cuando varias personas hablan por teléfono en el subte. No es el tiempo del viaje. Hay otros tiempos remotos, indescifrables, y con eso tenés que convivir. En el subte es interesante, porque te permite la pregunta ¿qué hay otra cosa de tu viaje? Pero en el teatro arruina algo."
"El subte tiene algo de tiempo abolido. Un no tiempo en el cual lo llenas con algo. Pero en el teatro está lleno. Y con el teléfono, en el teatro, lo estás rompiendo. Hoy por hoy esa es la batalla. El teatro te propone dejar una hora, dos horas, ese otro tiempo y aceptar un tiempo realmente prehistórico. Y por eso hay gente que ya no lo banca al teatro. Que ya no lo banca o que no lo bancó nunca. Hay ciertas generaciones que nunca lo incorporaron."
"Creo que -justamente- el teatro hace eso de alguna manera, inevitablemente concesiva a lo que le demandan, y la literatura también, y aparecen las micro-ficciones y eso. Me parece que la salud de la literatura y del teatro está justamente en seguir sosteniendo los tiempos originales. Porque además son tiempos orgánicos, tiempos de la tierra, son los tiempos de un jardín."
" LA REVALORIZACIÒN DE LA PALABRA Y EL MITO" (H. GONZALEZ, M. KARTUN)
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