viernes, 30 de enero de 2015

PARA PROTEGER Y SERVIR...

 
 
FRAGMENTOS DEL LIBRO "VIOLENCIAS DE ESTADO" DE PILAR CALVEIRO.
 
 
"Existe una articulación de lo internacional, lo nacional y lo local cuando resulta útil para la acumulación global. En estos casos se forman redes con nodos o centros de poder que practican una penetración unidireccional. Se podría decir que el mecanismo predominante de estos centros -económicos, políticos, comunicacionales- del sistema consiste en abrir, penetrar, desarticular, extraer, vaciar. Todo ello ocurre en una sola dirección: del centro a la periferia. Es un proceso de vaciamiento sistemático de las riquezas naturales, la infraestructura, el potencial humano, la política, el sentido y la vida misma, que requiere la apertura de la periferia a la vez que el cierre del centro."
 
"Lo militar tiene una posición decisiva: representa la garantía de abrir por la fuerza cualquier espacio del mundo que se rehúse a ser penetrado en términos económicos, políticos, tecnológicos o de cualquier otro orden. El poder militar "abre" las condiciones para una nueva hegemonía; por eso, guerra y globalización han sido, hasta el presente, procesos inseparables."
 
"La llamada "guerra antiterrorista" es un ejemplo de esto ya que, en lugar de desactivar el terror,  ella misma es un artefacto global de terror corporativo-estatal, que utiliza la potencia militar de los Estados centrales para presionar sociedades, amedrentarlas e inmovilizarlas, al tiempo que propicia la ampliación de los negocios corporativos."
 
"En este contexto, los presos no ameritaban el trato de prisioneros de guerra, pero tampoco se los consideraba delincuentes, sino que guardaban una condición tan especial que quedaban fuera de todo el orden legal y, en consecuencia, de cualquier protección del derecho o garantía constitucional. Esta es precisamente la lógica de la excepcionalidad que preside lo concentracionario, anulando, en primer lugar, al sujeto de derecho, para luego anular sucesivamente todas las otras dimensiones de la persona."
 
"Se podría hablar de un aparato de cancelación del otro, basado en una serie de desapariciones sucesivas y superpuestas: desaparición de la persona jurídica primero, luego del sujeto mismo, de su nombre, de sus restos y, por último, desaparición del crimen y sus responsables. Al hacer desaparecer a personas concretas, con un nombre y apellido y una identidad específica, este aparato está en realidad intentando hacer desaparecer  a un Otro genérico -judío, subversivo, terrorista- que no existe  como tal.  Niega la condición de sujeto  a una multiplicidad de otros, diversos, para reducirlos a su pertenencia  a un Otro total, irreal, construido artificialmente para posibilitar su exterminio."
 
"En el tratamiento de los cuerpos, por un lado se mantienen las formas clásicas de la tortura directamente física. Por otro, junto al aislamiento radical, llama la atención la privación de los sentidos, como el taponamiento de ojos, oídos y, en algunas ocasiones, incluso del tacto mediante la utilización incluso del tacto, mediante la utilización de guantes. Toman un lugar central la privación del sueño y el mantenimiento de posiciones estresantes al mismo tiempo que la exposición al así llamado ruido blanco. La incomunicación parece ser, entonces, una clave importante en esta reorganización del poder."
 
"Los grandes poderes globales (FMI,BM) presionan para que se traslade la responsabilidad penitenciaria estatal al mercado, controlado por las empresas multinacionales de seguridad privada.  El encierro de personas  es para ellas una oportunidad de hacer negocios, por lo que están interesadas en tener cada vez más prisiones, perfectamente saturadas. Cuantos más presos durante más tiempo, más ingresos. "
 
"La situación del delito, su interpretación y difusión por los medios masivos de comunicación, la consiguiente alarma social y el creciente uso de la justicia penal y de la prisión, que se manifiestan simultáneamente en todas las regiones del mundo, propio de la estructura de la llamada globalización."
 
"Se trata de un mensaje lanzado a gritos hacia toda la sociedad: proclama la suspensión de cualquier responsabilidad del Estado sobre los efectos devastadores de las nuevas formas de acumulación y, en su lugar, advierte el futuro encierro de aquellos grupos que no entren en el nuevo orden o lo disturben. La transformación del sistema de penalización acompaña un cambio de modelo hegemónico: el pasaje del Estado social al Estado penal. Ese tránsito implica, entre otras cosas, el pasaje del mundo bipolar al global y la instauración del modelo neoliberal, que se basa en la expansión del mercado corporativo transnacional y a su vez lo fija como principio de inteligibilidad del mundo."

jueves, 29 de enero de 2015

EL BOCÒN ATACA DE NUEVO...

 


 ENTREVISTA A MORRISEY...

Steven Patrick Morrissey (1959) es de esas personas que dividen al mundo en dos: quienes le adoran como uno de los compositores pop vivos más brillantes del siglo XX -el legado de The Smiths sigue inmarcesible 30 años después- y quienes le desprecian por no haber conseguido nunca alcanzar el nivel en su carrera en solitario y, en vez de cultivar su obra musical, dedicar más esfuerzos a la invectiva oral, la defensa de los derechos de los animales y a la adoración narcisista de su propia figura, lo que le ha valido ser tachado de bocachancla en más de una ocasión.

Fichó por el sello Harvest para publicar este álbum, y a las pocas semanas de editarlo le han expulsado. ¿Qué ha ocurrido?
 
Lo de siempre, que ningún sello en el que esté es capaz de acercar mi música al público. No hubo ninguna clase de promoción, siempre me mantienen escondido, y aún así hemos vendido bastante bien. Me quejé por el trato y el dueño, Steve Barnett, decidió despedirme. No le gusta que los artistas opinen. Fue una estupidez, pero su ego parece ser que es más importante que el buen funcionamiento de su empresa.
 
Siempre se ha definido como un hombre autosuficiente. ¿No necesita ningún contacto social?
 
No tengo vida social, no la necesito. Vivo tranquilo en soledad. La diversión es una construcción artificial, y si no tienes una vida sexual (y yo no la tengo en absoluto) es imposible tratar con la gente, porque la gente sólo habla de sexo. Si no tienes una pareja, la gente te mira de manera sospechosa.
 
Después de escribir su autobiografía, está preparando ahora su primera novela. ¿Cuándo estará terminada y qué puede adelantarnos de ella?
 
Va avanzando a buen ritmo, pero sería petulante por mi parte hablar de algo que no está finalizado aún. Probablemente se edite el año próximo y con suerte podré dejar de cantar para siempre, ¡lo cual haría feliz a mucha gente!
 
Las letras de sus canciones tienen un alto tono poético, pero quizá, por lo que cuenta, la prosa sea algo que le siente mejor. Le permitiría dedicarse a vivir de ella por completo y ser un recluso, que es a lo que aspira.
 
Comprendo bien por qué muchos escritores se encierran para siempre. Con sus palabras pueden recrear las acciones que no pueden desarrollar en la vida real, y no porque sean disfuncionales, sino porque la raza humana no es en absoluto empática. Hacer amigos de verdad puede llevarte la vida entera, y a la vez, cuanto más conoces a una persona, más te decepciona. Dicen que somos una especie civilizada, pero insisto, pon la televisión y verás lo que somos: un montón de locos en un manicomio global.
 
En una de las canciones del nuevo disco, The bullfighter dies, condena las corridas de toros. ¿Aprovechará los conciertos en España, especialmente en Madrid, ya que en Barcelona están abolidas, para insistir más en la cuestión?
 
La canción en sí ya lo dice todo. Las corridas de toros son completamente injustas, porque no hay una verdadera lucha [en inglés se dice bullfight; 'peleas con toros']. El animal sólo recibe castigo y burla, no se le da ninguna opción de pelear. Es como esa gente que dicen que son cazadores, como vuestro Rey Juan Carlos, pero lo único que hacen es disparar tranquilamente desde lejos. Es una cobardía y una barbaridad. Eso lo podría hacer hasta un niño de cuatro años. La gente que es cruel con los animales suele serlo también con las personas. El Rey Juan Carlos tendría que haber ido a la cárcel por matar elefantes, que es una especie protegida. Es lo que dice la ley. ¿Por qué él no?
 
En su defensa por los derechos de los animales, ¿hay alguna escala de grises? ¿Aceptaría, por ejemplo, las carreras de caballos, o también le parecen crueles?
 
Los animales no son algo que debamos utilizar para divertirnos. Las carreras de caballos también son crueles: si un caballo no rinde bien en la carrera, al día siguiente le disparan y lo matan. ¿Por qué no al jinete? Tiene tanta culpa del fracaso como el caballo. Ser humano significa responder automáticamente ante el sufrimiento. Pero hay gente que no responde. La reina Isabel II es aficionada a las carreras. La princesa Ana come carne de caballo y defiende el exterminio de los tejones. Los príncipes Guillermo y Enrique disparan a todo lo que se mueve. La Familia Real británica está obsesionada con las armas y la muerte.
 
¿Por qué de entre todos los animales prefiere a los gatos?
 
Son independientes, constantes e inteligentes. A diferencia del perro, no necesita que le estés prestando atención todo el rato. La mayoría de los animales sólo piden amor y nada más. Cuando las vacas son llevadas al matadero suplican por sus vidas chupando las manos de los hombres que van a sacrificarlas. Esto nunca lo verás en un anuncio de McDonalds.
 
Usted se manifestó a favor del Sí' en el referéndum de Escocia. ¿Le decepcionó la victoria del No?
 
Sí, porque me gusta que la gente se levante contra los regímenes. La BBC hizo todo lo posible por decantar el voto hacia el 'No' y nunca informó sobre los posibles beneficios de una Escocia independiente. En la BBC se critica mucho a Rusia y Siria porque allí no hay democracia, y no se dan cuenta de que ellos promueven lo mismo. Mostraron su horror cuando Putin mandó a prisión a las Pussy Riot por hacer música contra el Gobierno a la vez que impedían que mi canción Ding-dong the witch is dead, que celebraba la muerte de Margaret Thatcher, sonara en la radio. Hablan en nombre de la democracia sólo cuando les conviene, pero cuando les molesta la desprecian. La palabra 'extremista' la utilizan sólo para desacreditar a la gente no les gusta.
 
¿Está al corriente de lo que está sucediendo en Cataluña? Mucha gente también está pidiendo votar como en Escocia.
 
Sé que han prohibido las corridas de toros, así que tienen todas mis simpatías. Pero de este tema no se habla en Inglaterra y no sé mucho más. Tampoco se habla en EEUU, porque para los americanos el resto del mundo no existe en absoluto.
 
Sus fans están preocupados por su estado de salud, en los últimos meses ha estado hospitalizado y ha tenido que cancelar varios conciertos. ¿Cómo se encuentra?
 
Me han raspado tejidos cancerosos en cuatro ocasiones ya, pero qué más da. Si me muero, pues me muero. Y si no, pues no. Ahora mismo me siento bien. Soy consciente de que en las últimas fotos que me han hecho salgo desmejorado, pero es lo que tienen las enfermedades. No me voy a preocupar por eso, ya descansaré cuando esté muerto.
 
Sigue fiel a un tipo de pop muy tradicional y es impermeable a la tecnología. ¿Le preocupa convertirse en una antigualla?
 
Estoy en una edad en la que ya no debería hacer música. Muchos compositores de música clásica se morían a los 34 años. Y aquí sigo, sin que nadie sepa qué hacer conmigo. El público que tengo es muy joven, lo que me lleva a pensar que las canciones de los Smiths, igual que ocurre con las de los Ramones, son más significativas ahora que antes.
 

domingo, 25 de enero de 2015

DETECTIVES...


 

"ELEMENTAL, WATSON" Por Martìn Kohan para Perfil.

La idea de que en la Argentina hay cuarenta millones de directores técnicos se confirma durante cada mundial de fútbol, ante cada partido de relevancia, ante cada incidencia de juego más o menos polémica. Entonces resulta que todo el mundo sabe. El país rebosa de expertos que, eximidos de la mera opinión, que por definición les queda chica, expiden sentencias concluyentes y dan el asunto por terminado.
A esa evidencia, por lo visto, es preciso agregar esta otra: que ante cada muerte resonante, muerte dudosa o crimen flagrante, resulta que en la Argentina hay unos cuarenta millones de detectives. Cada quien un Dupin, un Sherlock Holmes, un Philippe Marlowe, un Monsieur Poirot; cada cual un Isidro Parodi malgré lui. También entonces resulta que todo el mundo sabe, y el país rebosa de expertos en enigmas de cuarto cerrado, pruebas parafínicas, suicidios inducidos o no inducidos, calibres de bala, pericias psicológicas a distancia, cerrajería general.
Es conocido que hay dos clases de investigadores policiales: los empiristas, que acuden al lugar de los hechos y allí se nutren de las huellas materiales, y los razonadores puros, que no se mueven de su sitio y resuelven cada caso por medio de puras deducciones mentales. Eso es a gusto de cada lector de novelas o de cada espectador de cine; no tengo nada que aportar al respecto después de La muerte y la brújula de Borges ni de ese compendio de la imaginación del género que es Blanco nocturno de Ricardo Piglia.
Claro que, metida la política tan en el medio, como es notorio en el caso Nisman, a esas dos variantes técnicas es preciso adosarles una tercera, que es la de aquellos que no precisan probar nada ni razonar nada; ya tienen la solución desde un principio, el caso resuelto de movida, ya sea porque se trata de ultrakirchneristas (y entonces no van sino a establecer que el fiscal acusaba sin pruebas y por eso se suicidó) o ya sea porque se trata de ultraantikirchneristas (y entonces no van sino a establecer que el fiscal acusaba con pruebas y por eso Cristina Kirchner lo asesinó).

Cuando se escriba la historia policial del peronismo, en todo caso, así como ya se escribió su historia social o económica, su historia política o sindical o cultural, ya hay un capítulo más para insertar, completando los de Alfredo Yabrán, Carlitos Jr., Cristina Lemercier, o bien, allá en el período clásico, Juancito Duarte, uno de los hermanos de Eva.

sábado, 17 de enero de 2015

EL SILENCIO...ES SALUD?

 

 

 

"Que siga la sàtira" Por Pablo Marcheti para Perfil.


Je suis Nito. O mejor aún, con hashtag: #JeSuisNito. Digo, si lo que está de moda es Je Suis Charlie, vamos con Je Suis Nito. Se entendió, ¿no? Charlie, Nito, Sui Generis… ah no, cierto, perdón, con eso no se jode. Ahora que mataron a 12 personas en Francia, ahora que asesinaron a tres importantísimos dibujantes humorísticos, ahora que vienen por quienes laburamos en los medios, no se puede hacer chistes con eso. Pero ¿está bien que no se pueda? ¿No es eso hacer exactamente lo contrario que lo que proponían Cabu, Wolinski, Charb y compañía?
Físicamente, lo más jodido del bestial atentado en Francia es la pérdida de vidas humanas, eso está claro. Pero simbólicamente, lo peor de todo es haber logrado, por fin, la vigencia del “con eso no se jode”. O, dicho de otro modo, la certeza de que estamos frente a una barbarie tal que sólo puede ser abordada de un modo: la seriedad y la consternación con cara de consternación. Lo que hicieron los integrantes de Charlie Hebdo fue haber llevado la provocación al límite. Y ese límite les costó la vida. Entonces, no queda otra que pegar el volantazo. O al menos eso nos dicen por todos lados.
“Con eso no se jode”: ésa parece ser la consigna. Porque ante algo como esto, la pelotudez del lugar común sale a preguntarse: ¿hay que poner límites al humor? Digo yo, ¿lo preguntan en serio? ¿Qué significa exactamente “poner límites al humor”? Y de ser así, ¿quién debería ponerlos? Si alguien se preguntara por los límites para publicar algo, todo el mundo saltaría indignado a hablar de falta de libertad de expresión. Entonces, ¿por qué aceptamos que se discutan los “límites del humor”, como si esto no fuera un cuestionamiento a decir, pensar y reírnos de aquello que se nos canta?
Disculpen la mala onda, pero me niego al lugar común. Por supuesto que esta masacre me parece una canallada, un insulto a la condición humana. Pero es justamente por eso que no hay que claudicar. La sátira es un ejercicio mayúsculo de la razón humana, tal vez el más grande acto de libertad intelectual creada por el ser humano. En la sátira intervienen, en dosis parecidas, tanto el odio como el amor. El odio es evidente: se trata de destrozar aquello que se satiriza. Lo del amor, en cambio, es algo más solapado, aunque no menor: no se puede satirizar aquello que se desconoce. Y ese conocimiento implica un estudio minucioso y, por lo tanto, un cierto apego a aquello que se quiere satirizar. Se sabe: lo contrario del amor no es el odio, sino la indiferencia. Y para llevar adelante una sátira se necesitan muchas cosas, menos indiferencia.
Suele pensarse en la sátira como un ejercicio menor. Nada más errado: las sátiras, muchas veces, son más importantes que muchas de las obras supuestamente “serias”. La lengua castellana es, en ese sentido, ejemplar. La novela moderna en castellano se edifica sobre una obra maestra: el Quijote, de Cervantes. Y el Quijote es una sátira, una sátira monumental y brillante a las novelas de caballería, que en el siglo XVI estaban muy de moda. Hoy la literatura supuestamente “seria” (es decir, las novelas de caballería) pasó al olvido, mientras que la sátira (el Quijote) puede leerse, releerse y seguir revelando mundos.
Personalmente, debo decir que el atentado a Charlie Hebdo me toca de un modo muy particular. No sólo por lo que representa colectivamente, sino porque esa revista fue clave en mi vida. En agosto de 2001 (plena crisis argentina) viajé a Europa a visitar a unos amigos. Estuve en Barcelona y en París. De Barcelona (una Barcelona llena de argentinos que se escapaban de aquí y me miraban asombrado cuando les decía que yo me volvía a Buenos Aires) me traje el título para una revista satírica que estaba planeando. De París me traje un formato.

Fue en la capital de Francia, en 2001, donde descubrí Charlie Hebdo. Y ese encuentro fue crucial. Allí decidí que la revista que estaba planeando tenía que ser un tabloide a dos colores. Pero, sobre todo, me di cuenta de que no tenía que ceder ante nada.
Que lo importante no era reírse de todo: que lo importante era reírse del poder. Y que el poder no estaba necesariamente en un gobierno. O no sólo en un gobierno. Que el poder está también en las corporaciones, en las religiones, en el lenguaje cotidiano, en los medios, en todo aquello que nos oprime y no nos deja vivir mejor. Y que ese poder, para perpetuarse, busca naturalizar discursos que, lejos de ser naturales, son grandes construcciones mediáticas y semánticas.
De ese mismo viaje a Europa me traje varios libros de Cabu y de Wolinski, que compré en una feria de usados en París. Ellos eran tipos talentosísimos, los mejores dibujantes humorísticos de Francia, junto a Vuillemin. No puedo creer que los hayan matado. No puedo creer que los tengamos de mártires. No puedo creer que hoy el mundo sea un lugar tan de mierda como para asesinar a gente lúcida, que nos ayuda a pensar y a ser libres. Por eso me niego a sumarme a la consternación del piloto automático.
Claro que estoy destrozado. Claro que me duele. Por eso Je Suis Nito.

Si Mahoma, Jesús, Alá, Jehová, Buda, Moisés o quien mierda sea no pueden hacer nada para evitar que maten a algunos de los buenos, Je Suis Nito. Y no me vengan con pelotudeces: cada uno se ríe de lo que quiere, pero también de lo que puede.

jueves, 8 de enero de 2015

CARNE ARGENTINA



"Peronismo y madera"

Por Daniel Link para Perfil
 
Entre los muchos mitos peronistas (quiero decir: mitos “gorilas” sobre el peronismo), el más persistente es el que se refiere al poco respecto de los descamisados por la madera. 

Se dice que quienes se beneficiaron con las viviendas delos planes quinquenales del gobierno de Perón (chalets con 2 y 3 dormitorios, con paredes exteriores de 30 cms.y pisos de parquet) habrían levantado las tablitas de maderas para hacer asados. El mito, recordaba Mario Wainfeld, “gozó de buena prensa y divulgadores masivos de clases medias y altas”.

El asunto llega hasta nosotros con diversas inflexiones, desde las descalabradas declaraciones de Ernesto Sanz, para quien “Desde que se implementó el Programa de Asignación Universal por hijo, los datos marcan que lo que se venía gastando en juego y droga ha tenido un incremento” (otra vez, concluyó, “utilizan el parquet para hacer asado”) hasta el humor de Bombita Rodríguez, para quien “el parquet es mucho más útil para hacer un asado” (“Levantalo, no lo pensés, el parquet es un desvío muy burgués”), pasando por la frivolidad de los adeptos al régimen (cada año, la agrupación “JP Evita de la Matanza” festeja el día del trabajador con un gran “asado al parket”).

Todo mito tiene algo de verdad, pero poco importa que alguien efectivamente haya quemado sus pisos para asar la carne (y, además, los actos de un individuo singular no pueden caracterizar a la especie). La verdad del mito no está en el registro de lo demostrable sino en el de lo imaginario: dice una verdad sobre un conflicto, resolviéndolo en un plano que poco y nada tiene que ver con la realidad (así Edipo como Quetzalcóatl). La historia del peronismo encuentra en esta unidad mitológico-gastronómica la verdad de un resentimiento clasista de doble dirección: el resentimiento hacia una forma de vida de la que no se participa y que, por eso mismo, no se comprende y se desprecia.

Días atrás un amigo me mostraba la foto del parquet de un departamento que había arrendado a una locutora ultrakirchnerista (es decir, irremediable). Cuando consiguió que lo desalojara, descubrió el parquet quemado por incontables cigarrillos que la joven había arrojado desde la cama directamente al suelo.

Los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles. La inolvidable sentencia borgeana pone al peronismo más allá del bien y del mal, y más allá de la verdad, es decir: en el espacio puro del mito.

martes, 6 de enero de 2015

TODOS LOS PAISAJES EN UN MISMO PUNTO, AL MISMO TIEMPO...


Diario de viajes: Día 1. Existen hoteles 5 estrellas. 4 estrellas. 3 estrellas, 2 estrellas. 1 estrella. Y existe, en Mar del Plata, en el barrio sureño de "Playa Serena" un hotel que llegó al universo cuando la repartición de estrellas ya había terminado: el hotel "Selyrox" (googlen y se darán cuenta que la mítica pregunta de Víctor Hugo, "¿de dónde saliste, barrilete cósmico?", se puede hacer extensiva a esta suerte de instituto de menores). Si este hotel tiene alguna est...rella, está mas vencida que la garrapiñada que comí en año nuevo.
Nobleza obliga: si este hotel es un instituto de menores, o una dependencia descentralizada de la cárcel de batán (espero no una que albergue a presos de máxima seguridad) debo aclarar que soy reincidente: hace dos años, en mi última estadía en la ciudad feliz, paré en esta posada que, hoy, dos años después, tan gentilmente me vuelve a abrir sus puertas. (¿en qué momento me tomé tan a pecho la frase "el lujo es vulgaridad"? tan a pecho me la tomé?). Si este hotel tenía alguna estrella, insisto, se apagó en este tiempo.
Para los que no tienen el gusto, les comento que el lugar es una casa vieja de dos pisos. Lo primo que hice anoche, una vez ubicado en la habitación, fue darme una ducha. Tenía pensado salir a comer con amigos, así que nada mejor que un baño reparador del viaje que, por falta de costumbre, me resultó cansador. No hay bañera, por lo que la ducha cubre la totalidad del baño. Bañarse es mojarlo todo: pileta, bidet, inodoro, puerta, paredes. Una gran cascada salpica a todos lados, por lo que tuve que apresurarme a cerrar bien la puerta para que el agua no pasara la habitación. Después de varios minutos en los que me puse en penitencia contra un rincón para evitar el contacto con el agua fría, finalmente (cuando la temperatura del agua estuvo acorde a las exigencias del frío de la noche marplatense), me pude duchar.
El hotel lo "maneja" una familia de tanos. Los padres, ya grandes, le gritan a las hijas a toda hora. Mientras esperaba mi desayuno esta mañana, haciendo uso del "servicio exclusivo de wifi", escucho a una de las hijas gritar "papá no rompas masl as pelotas porque te llevo al geriátrico". A lo que el viejo contesta "ni se te ocurra la gran puta!. Mientras terminaba de esuchar estras palabras, la hija -una cuarentona podrida de todo- me alcanzaba con una sonrisa esforzada la bandeja de café con leche y medialunas.
Mi comentario para aliviar el ambiente fue bien básico: "estará para playa hoy?"
Pero no.. No estuvo para paya. Estuvo para leer y para arrancar el diario de viajes, haciendo uso del "servicio exclusivo de wifi" (no sabe esta gente que hasta en las verdulerías tienen wifi?)
Me acaba de escribir un amigo para ir a comer.
Me voy preparando para el ritual de la ducha.
Continuará...


Diario de Viajes (continuación)

Me invita a comer Edu con su familia. Edu es ingeniero en electrónica e ingeniero en seguridad e higiene. Por trabajo, hace varios años dejó su Mar del Plata natal para ir a vivir a la ciudad de la furia. No ve la hora de volver a sus pagos, por lo que, en cada viaje que hace, trae CV para que sus conocidos lo presenten en las empresas marplatenses. Le digo que me dé uno para presentar en el hotel Selyrox, porque si dos cosas hacen falta en est...e lugar son, justamente, la seguridad y la higiene.
De mi amigo tengo sospechas de que, tal vez, no sea humano. Tal vez sea un alienígena. Es el pupi zanetti de mi historial de vínculos veraniegos. Nunca una queja, nunca una pizca de cinismo o de doble sentido en sus palabras, nunca algo jodido en su personalidad. Nunca un resentimiento sostenido contra algo o alguien. Una bondad que abruma. Si en la farmacia se vendiera su personalidad en pastillas, a la enorme mayoría de los mortales nos vendría bien una dosis diaria.
Una fuerza de la naturaleza este tipo. Una de esas personas ante las que uno, que se sabe pecador, no puede más que decir "si el cielo no puede ser para mí, que sea para otros".
Ayer estuvo ventoso, bajé a la playa y subí al rato. Me fui a dormir temprano y me desperté a las...4 de la mañana! El colchón es casi tan grueso como una feta de salame. La buena nueva: está llegando la señal de wifi hasta la habitación, por lo que, en caso de insomnio, puedo webear un rato y descubrir, por ejemplo, que Gustavo Ferreyra está terminando su saga de novelas de "Piquito de Oro". Gran noticia.
Hoy me despertó, hace una hora, un llamado telefónico. Una voz femenina me avisaba que el cuento que mandé al concurso quedó seleccionado entre los ganadores, por lo que me pedía que le mandara nuevamente el texto para la edición del libro.
"No está mal para empezar el día" me dije, sobre todo teniendo en cuenta que necesitaba algo de coraje para meterme a la ducha

Diario de viajes (tercera entrega)

No deja de sorprenderme la capacidad de grito que tiene esta familia de locos. Es gente en la que uno descubre el enojo no por el tono de la voz, sino por las palabras que emplean para dirigirse al otro. El tono es siempre el mismo.
Anoche no salí. Fue un día tremendo de playa (el primero desde mi llegada) y me encontré con Alejandra, mi amor imposible de la infancia. Palabras textuales que le dije a su amiga (una futura lacaniana deseosa, ...tal vez, de un poco de psicoanálisis playero): "ella fue mi amor de la infancia" le confieso apenas me pongo a hablar. Yo tenía unos 8 años y ella 13. Ahora tenemos 32 y 37. Para que no se agrande, le digo a mi amiga que no fue la única mujer que me haya hecho sufrir en mis veranos marplatenses, pero el primer sufrimiento es el que nunca se olvida.
Como no los encontré en la playa, a la noche pasé a visitar a mis primos (¿mis primos no eran más?, ¿cómo fue que quedó un primo sólo?). Empiezo a pensar en cada uno y digo sí: hay uno solo. Del mismo modo que ya no soy ese chico de 8 años, ellos tampoco son esos chicos que iban a estar eternamente dando vueltas por el chalet, bajo la custodia atenta de mi tío o de mi mamá. Pequeña verdad revelada: el tiempo no discrimina.
Volví al hotel cerca de la medianoche. Tuve que golpear varias veces porque el "¿portero?", "¿sereno?", o como fuere que se llama al tipo que se queda toda la noche en vela abriendo y cerrando la puerta a los huéspedes que entran y salen, estaba durmiendo en el sillón de la recepción. Gorrita de nike en la cabeza (la debe tener muy caliente de escuchar tanto griterío) roncaba abriendo la boca como un león hambriento , dejando ver sus dos dientes afilados a cualquiera que se asomase a la puerta de entrada del hotel. (prometo foto en caso de repetirse la situación)
Hoy me levanté temprano para ir hasta el puerto (no hay cajeros más cercanos)
Anoche soñé con mi primo (no el que vi a la tarde, que es más chico, sino al que no veo hace mucho y que es más grande). Si no me equivoco con las cuentas, en menos de un año llevo contabilizados 4 sueños con él. En todos pasaban cosas diferentes. En el de anoche, estábamos caminando -esta vez no recuerdo si por San Telmo o por París- y yo le recomendaba el libro que ando llevando de acá para allá desde que lo leí: "escolástica peronista ilustrada". (¿Será que en la tarde de ayer estuve en la playa con dos futuras psicoanalistas y que él es psicoanalista y -por sobre todas las cosas- peronista, lo que me hizo soñar con él?)
Esta mañana, mientras manejaba por la costa, pensaba que la gente que puede ir y venir, trabajar, estudiar, hacer las cosas que todo el mundo hace -o intenta hacer- para vivir, teniendo de vecino al mar, debe estar muy agradecida.