Carta abierta de un escritor a la Junta Militar |
1. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años. El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades. El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron. Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese "ser nacional" que ustedes invocan tan a menudo. Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina. 2. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror. Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio. 1 Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados. De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aun en las cumbres represivas de anteriores dictaduras. La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el "submarino", el soplete de las actualizaciones contemporáneas. 2 Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido. 3. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y en horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga. Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras. Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos. Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de "cuenta-cadáveres" que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam. El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 o 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos. 3 Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y a los partidos de que aun los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento. Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fuga ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor. 4 El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno. 4. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas. 5 Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, "con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles" según su autopsia. Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron. 6 Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora. En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea 7, sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre "violencias de distintos signos" ni el árbitro justo entre "dos terrorismos", sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte. 8 La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay. 9 La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas. Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de Prensa Libre Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales. A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: "La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal". 10 5. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada. En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar 11, resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales. Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron. 12 Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la "racionalización". Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe. Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar "el país", han sido ustedes más afortunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia. Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar. 6. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S. Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete. Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: "Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos". 13 El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el "festín de los corruptos". Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideología que amenaza al ser nacional. Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aun si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas. Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles. Rodolfo Walsh. - C.I. 2845022 Buenos Aires, 24 de marzo de 1977. |
Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
domingo, 26 de marzo de 2017
A 40 AÑOS DE LA (OTRA) CONSTITUCIÒN...
ESE MAR...
Me quedo con el chiste de página 12 de ayer: Macri le consulta a Duran Barba qué tiene que decir si le preguntan por la ultima dictadura militar y Duran Barba le contesta: "cualquier cosa menos que fue el mejor equipo de los últimos cincuenta años"
Lo que impresiona del chiste es que perfectamente pudo haber sido una conversación real entre el presidente y su asesor.
Si lo de pagina fue un gran acierto, lo mismo que titular su edición con la frase "un mar de memoria" en alusión a la cantidad de gente que estuvo en la plaza, lo de clarín fue -como ya nos tiene acostumbrados- una canallada. Y es que poner en primer plano las diferencias entre los participantes al acto ( entre las izquierdas, entre la izquierda y el peronismo, entre el propio peronismo, entre estela y hebe, entre los que creen tener claro lo que quieren y los que no) por encima de lo que significa el hecho de que tanta gente , con tantas diferencias entre si, se movilice convencida por un mismo objetivo común ( vivir en un estado de derecho que "nunca mas" olvide que no hay estado de derecho posible sin memoria, verdad y justicia) es algo lamentable.
Una cobertura a la medida de las palabras presidenciales cuando le preguntaron si eran 30.000 los desaparecido: "ni idea"
En la plaza, el otro día, a pesar de todas las diferencias, había una
Idea. Una idea fundamental. Una idea que rebota contra la cabeza presidencial.
Saber lo que no se quiere es un principio.
domingo, 19 de marzo de 2017
UNA SOLA PALABRA...
Voy a ver "La terquedad" de Rafael Spregelburd. Una pequeña joya de 3 horas que muestra lo que pasa en una casa, en una hora, desde perspectivas diferentes.
La historia transcurre en el marco de la guerra civil española. Un comisario (Spregelburd) cree haber descubierto una nueva lengua, que terminarà con las diferencias interpretativas entre los distintos idiomas, para que todos los hombres puedan "entenderse" cuando se comunican: el remedio para el alma que la ciencia, tan preocupada por el cuerpo, no pudo conseguir.
La historia transcurre en el marco de la guerra civil española. Un comisario (Spregelburd) cree haber descubierto una nueva lengua, que terminarà con las diferencias interpretativas entre los distintos idiomas, para que todos los hombres puedan "entenderse" cuando se comunican: el remedio para el alma que la ciencia, tan preocupada por el cuerpo, no pudo conseguir.
Rescato el siguiente fragmento de una entrevista...
Hablaste del poder, ¿cómo se liga el poder con el arte?
El poder se infiltra por todas las grietas. En el arte y en todo lo que gustes pensar. Es imposible sustraerse de él. Las cosas que hacemos o dejamos de hacer son negociaciones para poder movernos hacia adelante, para poder sobrevivir, incluso a la sombra de los poderes que uno critica. Hay una actitud abusivamente cómoda en el arte: la de denunciar al poder. En muchas compañías teatrales se terminan verificando reproducciones calcadas de ese poder que critican. Lo ves en sus propios métodos de trabajo: montan obras para denunciar lo malo que es el dinero y manejan el dinero como el peor de los capitalistas en una fábrica de hamburguesas. A mí no me conforma la denuncia del poder, decir «el poder es malo», no hacemos nada con eso. ¿Leíste a Žižek? Reescribe a Hegel, y sobre todo a Lacan, a quien re-presenta de manera muy divertida, muy accesible. Reflexiones y haikus sobre qué les hace el poder a las personas, cómo modifica todos sus entornos. Hay compañías que denuncian al Capital en las que los directores, luego, aplican diferencias de clase entre actores protagónicos y secundarios en su forma de pagar, o de elegir los proyectos. Sí, claro, hay historias que reclaman un personaje central y después hay dos o tres salames que vienen a sostener una situación para el personaje protagónico. Imagino que son modos de narrar nacidos a la sombra de otras situaciones sociológicas, o por lo menos, no son obras que quieran desmantelar el funcionamiento oscurantista del Capital. Pero si uno necesita, por lo que fuere ‒por compromiso con su época o por voluntad de señalar al monstruo de mil caras‒, sostener una alternativa al funcionamiento nefasto del Poder con mayúsculas, entonces conviene evitar esas obras con esa estructura, digamos, monárquica, con reyes y servidores.
http://elgranotro.com.ar/index.php/al-divan-con-rafael-spregelburd/
EL PRECIO DE LA LIBERTAD...
Una cosa es analizar algo que pasó y señalar responsabilidades, y otra cosa es el ensañamiento. Una bajeza, claro. Una bajeza entendible, al mismo tiempo.
Son pocas, muy pocas las personas en el mundo que dedican su vida a hacer eso que les gusta, y no solo que les gusta, sino que también los conmueve. y no solo que a ellos mismos los conmueve hacer sino que, al parecer, eso mismo que a ellos los conmueve afecta de una manera especialmente sensible a tanta gente.
El ensañamiento mediático (que no es lo mismo que señalar su responsabilidad) tiene que ver no tanto con "cantidades de plata", sino con formas de hacerla. La gente que labura en la tv y que habla como si estuvieran en la fiscalía general del universo también tiene mucha plata. No importa si mas o menos que el indio. Lo que no toleran no es eso; lo que los revienta es que el indio rompió la regla: hizo plata sin pedirle nada a nadie. Sin escalar posicione en ámbitos que dan asco. Estos tipos saben los sapos que se tuvieron que tragar, las miradas de odio que tuvieron que esquivar, para llegar al prime time y ganar menos de lo que gana un tipo que no tuvo que tragarse ningún sapo para llegar adonde llegó.
Quizá eso forjo un ego desmedido, y al ego hay que cortarle las alas a tiempo. Difícil controlarlo, cuando no se depende de nadie.
Desde el ensañamiento no se puede pensar. Ensañarse es, justamente, dejar de pensar.
"El mayor negocio en la vida es ser conmovido" dijo alguna vez el indio.
Su fenómeno le queda grande a la cloaca mediática, que, lejos de conmover, apenas son el decorado de fondo mientras lavamos la ensalada.
Es la historia de un poeta que se hizo millonario. Lo que genera tanto odio tal vez no sean los millones, sino la libertad.
domingo, 12 de marzo de 2017
EN ESTE LÌO...
"No es sòlo rock & roll por Luis Paz para Pàgina 12
Luego de Cromañón se popularizó un canto que propone que a las víctimas no las mató “ni una bengala ni el rock and roll” sino “la corrupción”. Lo poético no quita que sea verdad a medias, o a dos tercios: no los mató el rock and roll y claro que operó en su muerte la corrupción, pero también, es evidencia, la bengala. Las tragedias más groseras del rock y la electrónica --Cromañón y Time Warp-- se han comportado así, fronterizas, en el limbo entre la inconciencia íntima, la negligencia empresarial y la corrupción/desatención estatal. Con todo lo doloroso y determinante, lo de anoche asentó que, aunque se labren actas a su inconciencia y sus estados alterados, las víctimas no están solas en estos líos.
Casi doscientas personas tuvieron que morir (194 en Once y 5 en Costa Salguero) para que anoche se comprendiese de inmediato que había tanto más operando de fallas de planificación, de control, de infraestructura y de seguridad, todos aspectos relativos a la inversión de privados (Solari y la empresa Chacal Producciones) y públicos (municipio y provincia, de mínima), que asuntos de borrachera o de droga. Es un aprendizaje doloroso, pero ya nadie se va a escudar con tu remera.
Si “vivir sólo cuesta vida”, entonces morir, probado está, es todavía más barato. Pero se impone una tercera posición: que vivir (el rock o lo que sea) cueste esfuerzos. De producción, de seguridad, de control y de autocontrol. En Olavarría hubo unos pocos esfuerzos sensatos: la mayoría de los posts en redes sociales y los comentarios de quienes estuvieron confirman oleadas de personas entrando sin ticket y denuncian, en contrapartida, la imposibilidad de ingresar incluso con entradas oficiales. Cuando algo así ocurre, es que fallaron todas o la mayoría de las barreras de contención, todos o la mayoría de los dispositivos salvavidas. Porque si tantos entran sin mostrar lo único que deben, que es la entrada, ¿entonces cuánto inmostrable ingresa con ellos? Si no se los detiene para exhibir sus entradas, tampoco para revisarles nada. Y en esas nadas las bolsitas y los papelitos son lo de menos ante los filos y los fogueos.
Eso, en general, habla cuanto menos de la negligencia de los responsables, porque la volatibilidad de las masas no puede quedar fuera de los presupuestos cuando se opera a esta escala. El frankestein que se armaba en la previa con declaraciones de la intendencia de Olavarría y Chacal Producciones --empresa responsable también del show de La Renga en el autódromo platense en el que Miguel Ramírez falleció por un impacto de bengala náutica, en 2011-- indicaba que habrían 900 policías provinciales consignados, 400 contratados por la productora, 1300 a 1500 personas en la seguridad privada, 100 trabajadores de la salud, y entre 15 y 18 ambulancias. Escueto hasta para lo previsto, es evidente el resultado cuando a la olla se sumó un estimativo de al menos otras cien mil personas.
Todos los rituales y condimentos que lo orbitan no le son necesarios: el rock podría, sin una pérdida esencial, prescindir de todos ellos. De las bengalas, del pogo y del porro, de los espónsors, de los pedales de corte y de las tachas y alfileres. Y aún así sería peligroso, no por ser rock sino por atraer a la muchedumbre. Hace un año y medio, alrededor de 800 personas fallecieron debido a una estampida en una peregrinación a La Meca, en una zona de embudo casi al fin del trayecto. Eran razones religiosas o políticas las que los convocaban: ni cultura del aguante ni fanatismo redondo.
En Olavarría, otra vez no fue el Rock. Pudo haber sido la Inconciencia de la Gente, pudo haber sido la Droga y el Alcohol, pudieron haber sido la Corrupción del Estado, el Lucro del Artista o, como ya había insinuado Indio Solari antes del show, una infiltración de Poderosa Gente de Mierda. Pudo haber sido una corrida generada por una picadura de alacrán y no el “pogo más grande del mundo”. No importa, porque de toda la combinatoria posible, otra vez no fue el Rock. En Cromañón tampoco: fueron los de las bengalas, fue la banda que las metió, los que no controlaron, los corruptos. Pero, como entonces, ahora el Rock la pagará, como el fútbol con las costas judiciales de la malversación, el desvío de fondos, la corrupción y las matoneadas de todos sus círculos.
Guitarras y pelotas, en general, no se manchan; lo que no les quita la mugre a músicos y futbolistas, a empresarios y dirigentes. Lo de anoche le enchastró los lentes al Indio Solari; sus mezquindades o responsabilidades deberán entrar a recuento ahora. Pero mientras tanto, en el inframundo, avecina la batalla cultural. Cuando Cromañón, la razzia la sufrieron salitas de conciertos y centros culturales. No es en bares para 40 personas o teatros para 60 donde estas cosas suelen ocurrir. Con Time Warp, muchas fiestas underground fueron canceladas y proscriptas, pero hubo DJs actuando en festivales masivos desde entonces, montando mini raves al aire libre en aledaños a las fronteras permitidas.
Lo del Indio en Olavarría no es otra masacre de la cultura, del rock, de la juventud, nada de eso: es otra masacre pertrechada en el corazón de la producción de eventos, las reuniones a escala masiva, otra válvula de escape de un sistema que --le pese lo que tenga que pesarle a la historia discursiva de Solari-- parece haber operado también acá: el del rédito económico, la falta de reinversión y la simplificación de gastos a costas de la salud. Es un problema superestructural que ganar solo cueste vidas.
viernes, 10 de marzo de 2017
LAS CONSTRUCCIONES
Sobre el final de la marcha de ayer, la cronista se detiene junto a tres chicas con el torso desnudo. Al preguntarles acerca del motivo de su desnudez, una de las chicas (que hablaba a la velocidad de una máquina) soltó una frase que viene resonando mucho en los últimos tiempos: "porque es una construcción cultural que tenga que usar corpiño. No es natural"
Lo que habría que preguntarle a esta chica -y a las que piensan como ella- es qué cosa "no es" una construcción cultural. Acà tiene un ejemplo: que al dìa le suceda la noche y a la noche le suceda el dìa. Tengo entendido que eso excede a lo que puedan llegar a hacer dos o mas hombres o mujeres cuando se disponen a convivir; es decir, a hacer "cultura"
Y también se le podría sugerir, siguiendo su linea de razonamiento, algo que le pondría los pelos de punta: que el mismo pelado cordera se podría valer de esa forma de ver las cosas para decir barbaridades como las que dijo. Después de todo, el código penal que se le aplicaría a cordera en caso de hacer algo de eso que dijo, también es producto de una construcción cultural.
Decir que se està en contra de algo porque se trata de una "construcción cultural" es de un infantilismo increíble. Es no decir nada, cuando lo que hay que hacer, por el contrario, es denunciar en una sociedad cuáles son las "construcciones culturales" que resultan ofensivas para muchos -en este caso para las mujeres- , y luchar por construcciones culturales nuevas y superadoras, porque toda construcción cultural supone relaciones de poder, eso està claro, por lo que no hay cambio sin lucha y no hay lucha sin resistencia.
El documento elaborado por el colectivo "Ni una menos" hace foco, justamente, en esas cosas que deben modificarse de la cultura en la que vivimos.
Cosas que, tal vez, esta chica no tuvo del todo presente al retirarse de la marcha, tan preocupada como estaba por enseñar sus pechos a la cámara para pelear por un mundo mejor.
Por un mundo "sin construcciones culturales"
Tan sòlo de amaneceres y atardeces sin hombres ni mujeres.
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