Algo raro de mi relación con J.P. Feinmann: es el autor de uno de los libros más patéticos que recuerde haber leído: "el flaco". Un libro en el que el lector esperaba algún tipo de iluminación en relación a la figura de Néstor Kirchner, y en su lugar nos encontramos con largos , muy largos pasajes en los que el autor parece olvidarse del supuesto objetivo del libro, para hacer alarde de la convocatoria que tienen sus seminarios, e incluso para darse el lujo de discutir con...Nicole Neumann!. Al parecer Feinmann consideró necesario aclarar que no le interesa salir en la tapa de la revista gente, y de hacerle saber a la ex modelo que a él no le importa si ella no lo considera como posible pareja, porque de todos modos él está para otra cosa; "soy un guionista de cine internacional" dice José Pablo.
Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
martes, 21 de diciembre de 2021
LOS AMIGOS Y SUS DEFECTOS...
Con "el flaco" , literalmente, hice un asado. Y me juré nunca más comprar un libro de este señor.
Y sin embargo ( neurosis pesa y nobleza obliga), algo de este tipo insoportable tuvo que haberme afectado, porque luego leí otros libros en los que, invariablemente, se me presentaba el trabajo de hacer que la ideas tengan más voz que la propia voz del autor.
En términos de personalidad, el contraste con Horacio González era absoluto ( lo que se ve reflejado en las intervenciones de cada uno en el libro que reúne sus conversaciones). En términos políticos, el recorrido de sus vidas parece haberlos llevado por un camino en la búsqueda de la defensa de las mayorías. La búsqueda de ese camino es lo que, creo, hace que podamos dejar de lado el narcisismo espeso de Feinmann y volver a tomar alguno de sus libros o leer sus artículos . Es lo que tuvo que haber operado en mí para no descartar definitivamente su figura.
Recuerdo que en su contratapa en página 12 por la muerte de Horacio González, advirtió que estaba cerca del final: "Espérame Horacio que me falta poco".
José Pablo se puede ir con esa tranquilidad: va a estar acompañado por su amigo y los dos nos van a acompañar en tiempos en los que parece urgente identificar a ese otro al que queremos sentir como un interlocutor válido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario