Algunas consideraciones en relación al caso Báez Sosa.
1) Respecto a los medios.
A diferencia de la causa "vialidad" ( donde, curiosamente, frente al mismo expediente judicial, de un lado se decía que "las pruebas eran contundentes" , y del otro lado que "no había una sola prueba" y que todo se reduce a la conspiración del entramado político/mediático/judicial), en este caso ( donde, en principio, no está en juego ningún interés que afecte "directamente" a los dueños de los medios) parece haber unanimidad: justicia es perpetua. Es verdad, también hay que decir que en los diferentes programas dieron la palabra a abogados que marcaron diferentes escenarios y marcos legales posibles a los fines de resolver el caso. Pero, en definitiva, los que terminan dando el "veredicto " son los conductores, o los panelistas, o incluso los noteros de los programas, y, en ese sentido, la idea que se busca instalar es la mencionada: justicia es perpetua y solo perpetua. Como en tantas cosas , el personaje "Claudio Tepongo" del gran Capusotto, da en la tecla: "vas a decir lo que quiero que digas"
La siguiente pregunta sería " por qué los medios necesitan que se diga que sólo hay justicia si se aplica la pena máxima.?" Y la respuesta, creo, está en que los medios suelen construir su relato ( entendiendo por relato no una sumatoria de mentiras descaradas, sino un conjunto de razonamientos que pretenden dar cuenta de la realidad que nos rodea) valiéndose de los arquetipos ficcionales con los que fuimos educados todos estos años. Así, aprendimos en nuestra cultura que los malos no son solo malos: son lo peor , y por lo tanto merecen lo peor. Frente a esta postura previa, cualquier argumento legal que marque algún tipo de disidencia, resulta una molestia que hay que despejar del camino.
No es que , entonces, todos seamos iguales; es que ninguna simplificación ayuda a pensar.
Me parece interesante considerar estas cuestiones, sobre todo en un contexto en el que tanta gente da por sentado que la justicia ( así en su conjunto: LA JUSTICIA), es lisa y llanamente una basura. Una especie de diagnóstico objetivo, cuando lo único objetivo ( y que merece discutirse) es que en la justicia existen ciertos privilegios que otro trabajador no tiene.
Respecto a los medios, entonces, se me actualizan las palabras que el sociólogo Pablo Alabarces dice a sus alumnos: "olviden la idea de reflejo".
Por último, en relación a los medios, parece evidente que si la familia de Fernando consiguió la representación del estudio de Burlando, es justamente por la relación ( "contractual") que este abogado tiene con los medios ( o con alguno de ellos al menos) que oficia como nexo entre la familia y el estudio jurídico. Nada para objetar a la familia que, en su dolor , busca hacerse representar por un profesional reconocido que pueda llevar adelante una causa muy delicada y conducirla a buen puerto. Los medios consiguen minutos de aire de su abogado estrella, y la estrella feliz por seguir brillando.
2) Respecto a los imputados: lo que impresiona es pensar que su víctima perfectamente pudo haber sido cualquier otra persona . Si tu odio hacia alguien que no conocías previamente se puede generar en tan poco tiempo ( y por una causa tan insignificante como puede ser un empujón o un trago derramando sobre una camisa ) eso quiere decir que tu odio, entonces, no era hacia alguien concreto: así como la víctima fue Fernando, pudo haber sido cualquiera. Eso carga al crimen de una connotación profundamente social, que implica pensar, en este caso, no solo las cuestiones de clases sociales ( que no aparecen tan marcadas en este caso) sino la construcción de la masculinidad. Cómo un hombre ( o un joven en vías de serlo) cree que se valida como tal frente a sus pares?
3) Respecto a la eventual sentencia: me inclino a pensar que no habrá condenas a perpetua para ninguno de los imputados. Que la calificación legal no será ni la pedida por la querella y la fiscalía ( "homicidio calificado") ni la solicitada por la defensa ( "homicidio en riña), sino que será una solución "intermedia", la de "homicidio simple" ( con penas de 8 a 25 años, aplicando las condenas a cada uno de los imputados según el grado de participación en el hecho).
4) Respecto a los padres de Fernando: rescatar que, estando en condiciones emocionales de pedir venganza, pidan justicia, algo que no suele verse en muchos comentarios en las redes sociales, escritos por personas que, muchas veces, son las primeras en rasgarse las vestiduras en resguardo de las "instituciones" y el "estado de derecho".
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