lunes, 28 de abril de 2025

LA BESTIA POP...

 



"Cuando mi mamá se dio cuenta de la trampa en al que estaba a punto de caer ya era tarde. Su madre y sus hermanas habían decidido que ella debía casarse a toda costa con el impecable príncipe centroeuropeo que la cortejaba. Ella, que había aceptado por vanidad las gentilezas de mi padre, habría preferido unir su destino aventurero con el del joven comunista del que estaba prendadísima, pero un par de cachetazos la obligaron a entrar en razón: el ascenso social no se compara con ninguna campaña revolucionaria."

"Nunca adherí a ningún tipo de pensamiento mágico, pero siempre supe. al mismo tiempo, que el pensamiento está modelado por la magia."

"La conciencia lectora (más allá o más acá de los contextos institucionales) es una pura corriente de conciencia prerreflexiva (eso vendrá, si acaso, después). Una vida solo está hecha de virtualidades, de acontecimientos, de singularidades. Lo virtual no es algo que carece de realidad sino algo que se compromete en un proceso de actualización (que puede alcanzar su fin o no) siguiendo una línea de sombra: cada actualización es un acontecimiento (una experiencia, un paso de vida), pero aun cuando el acontecimiento no llegue, su carácter potencial vibra como pormenor lacónico de larga proyección."

"Ser es ser nombrable y el primer nombre que tenemos es siempre un nombre que nos viene dado: el nombre del padre, el nombre de pila, el nombre astral, los nombres culturales. Seguir leyendo, a lo largo de una vida, no es sino pretender desenredar esa madeja de nombres primitivos y de signaturas cuyas circunvalaciones se pierden en el vértigo de los tiempos."

"Fui querido de inmediato porque parecía destinado a la muerte, y nada conmueve más los corazones que un niño que no alcanzará a desarrollarse, que no podrá dejar la infancia.  No morí: me aferré con tenacidad a la vida y al amor que mi familia sentía por mí. Una curiosidad impertinente me mantuvo con vida: quería leerlo todo."

"Los pedagogos se enojarán conmigo, pero soy el ejemplo viviente de que una vocación lectora no se induce  (el otro ejemplo, pero contrario, son mis hijos, que hoy no agarran un libro ni bajo amenaza y que, sin embargo, vivieron rodeados de literatura ya desde la cuna). Yo leía, creo, para escapar de la pobreza y de la tortura de una vida doméstica que ocupaba enteramente mi capacidad de comprensión y que, por eso mismo, me volvió rezagado en muchos otros aspectos de mi vida."

"Si el poema es un juego del lenguaje, es decir, al mismo tiempo palabras y acciones,  qué es lo que hace? Podríamos decir que hace pasar por el cuerpo del que lee (y antes, del que escribe) una determinada masa de discurso, que lucha contra la significación lingüística ordinaria (las palabras tal como las define el diccionario, para decirlo con Barthes) y que pretende recuperar la experiencia primera del uso del lenguaje: la toma de la palabra para celebrar lo existente o lamentar lo ausente. El poema hace que la palabra "perro" gruña, que la palabra "grillo" cante, que el verso que habla del caballo que galopa suene como el galope del caballo retumbando la tierra." 

"La alfabetización tiene dos objetos principales y fundamentales: la Ley y el Texto. Se enseña a leer (y a escribir) leyes y textos. Se enseña a leer textos porque la Ley, desde las Tablas (los Diez Mandamientos) hasta nuestros días, se pone por escrito. Enseñar a leer la Ley equivale, pues, a enseñar los derechos y las obligaciones que tenemos. Es decir que, en ese sentido, la escuela forma ciudadanía. Pero además, la escuela enseña a leer (y a escribir) textos, por ejemplo, literarios (relatos y poemas) o no literarios (discursos, cartas, declaraciones, etc.)"

"La lectura como interpretación y la lectura como experimentación. No estamos hablando solo del placer (cada cual encontrará placer en lo que quiera), sino de nuestra responsabilidad ante la historia: la historia y el futuro de la lectura. La historia y el futuro de la democracia."

"Yo no sería quien soy sin esas manos amigas (mi abuela, mis padres, mis maestras) que me abrieron los ojos a los libros. Yo no sabría nada de mí, ni del mundo, ni de lo que hay más allá de mí y del mundo, si no fuera por un acto de amor y de enseñanza." 

"LA LECTURA, UNA VIDA..." (D. LINK)



domingo, 20 de abril de 2025

DOS NOMBRES...

 




25 años después de haber visto a los Redondos en River, (25 años!) con mi amigo vamos al día extra del Quilmes Rock, en Tecnópolis. El secundario quedó allá atrás en el tiempo, pero muchas de las bandas que surgieron en ese entonces siguen vigentes y son las bandas que, hoy, me siguen convocando ( tanto a nivel espiritual como físico)

En el día extra, entonces, vemos desfilar a Massacre, Los caballeros de la quema, La Delio Valdez, Lisandro Aristimuño, Bersuit y, finalmente, a Los Piojos.
Dos menciones especiales de la jornada.
La primera: Walas. El cantante de Massacre es insuperable en su carisma. Es la gran anti-estrella del rock nacional. Al terminar el primer tema -"te leo al revés"-, nos dice a los presentes: "pueden creer que hoy me olvidé el DNI y no me querían dejar entrar?! Tuve que armar terrible tramoya para estar acá! Todo indica que la anécdota fue real. Y que lo cuente nos marca lo poco que le importa ser reconocido; a muchos otros cantantes, en cambio, les hubiera resultado una experiencia de lo más vergonzante.
La segunda: ver en vivo a Pepe Céspedes, bajista de Bersuit, de perfil diminuto, un tipo que perfectamente puede tomar el subte todas las mañanas sin llamar la atención (seguro tuvo que llevar su DNI para entrar y que, de no haberlo hecho, no podría haber recurrido a la verborragia de Walas para entrar); verlo sobre el escenario no por su carisma ni su virtuosismo con el instrumento, sino por la admiración infinita que le tengo; es el compositor de la canción "Vuelos", que, para mí, es una de las canciones más conmovedoras de todo el rock nacional.
Walas y Pepe Céspedes: dos que leen al revés y, de esa forma, nos ayudan a leer, es decir, a soñar.


LA FORMA EXACTA...

 



La película sueca "Después de esto" puede ser pensada como una continuación de la serie "Adolescencia", dado que sigue los pasos de un adolescente que intenta reinsertarse en su comunidad después de haber cometido un crimen ¿Se puede hacer eso?

En la serie, la pregunta clave tiene, también, una respuesta clave. "Cómo la educamos a ella? le pregunta el padre a la madre. "De la misma forma en que lo educamos a él", es la respuesta.
Al ver esta escena recordé un diálogo de la película "La gran apuesta". En la escena, el personaje interpretado por Steve Carell, se larga a llorar frente a su esposa, mientras recuerda a su hermano. El hermano se había suicidado un tiempo atrás, y él le dice a su esposa: "me dijo que estaba teniendo pensamientos oscuros y a mí lo único que se me ocurrió es ofrecerle plata." Su mujer le responde: "cuando alguien tiene un problema de verdad, nunca hay una forma exacta de ayudar".
Mucho tiempo estuve pensando en esa frase, que, al ver "adolescencia", se me actualiza.
La gran paradoja: nunca se sabe con precisión lo que le pasa al otro, y, sin embargo, a esa tarea dedicamos buena parte de nuestra vida. No se trata de desistir en el intento de comprender, sino de reconocer ese abismo que se abre cuando se quiere abordar al otro, cuando se lo quiere reducir a nuestro pensamiento. Es el abismo que aparece en el diálogo final de adolescencia: a ella la educaron de la misma forma en que lo educaron a él.
"Sí: somos habitaciones cerradas que intercambiamos hojas por debajo de la puerta en idiomas extranjeros, precarios, tentativos, con la esperanza -como otro ruego- de que no todo se pierda en la traducción" (G. MARTÌNEZ, "LA FÒRMULA DE LA INMORTALIDAD")

A BUEN ENTENDEDOR

 


QUE NO SE DIGA...

 


domingo, 6 de abril de 2025

REINVENTARSE...

 



"Yo me he negado siempre a la denuncia apocalíptica, es demasiado fácil. Lo que sean las sociedades democráticas actuales no justifica, desde mi punto de vista, la demonización de la que son objeto. Yo quiero teorizar una realidad plural, por lo demás raramente vivida, por ejemplo por sus detractores profesionales, como un infierno absoluto. Nuestro universo social nos da derecho a ser a la vez optimistas y pesimistas. No hay contradicción: todo depende de la esfera de la realidad de que se hable."

"El hedonismo ha perdido su estilo triunfal: de un clima progresista hemos pasado a una atmósfera de ansiedad. Se tenía la sensación de que la existencia se aligeraba: ahora todo vuelve a crisparse y a endurecerse. Tal es la "felicidad paradójica": la sociedad del entretenimiento y el bienestar convive con la intensificación de la dificultad de vivir y el malestar subjetivo."

"Mientras que las sociedades tradicionales, que enmarcaban estrictamente los deseos y las aspiraciones, consiguieron limitar el alcance de la decepción, las sociedades modernas aparecen como sociedades de inflación decepcionante. Cuando se promete la felicidad a todos y se anuncian placeres en cada esquina, la vida cotidiana es una dura prueba. Más aún cuando la calidad de vida en todos los ámbitos (pareja, trabajo, sexualidad, alimentación, hábitat, entorno, ocio) es hoy el nuevo horizonte de espera de los individuos. Cuanto más aumentan las exigencias de mayor bienestar y una vida mejor, más se ensanchan las arterias de la frustración."

"En el siglo XIX hubo dos grandes pensadores que subrayaron la expansión y la nueva fisonomía de la decepción vigente en los tiempos modernos. Para Alexis de Tocqueville, el autor de "La democracia en América", la abolición de las prerrogativas de nacimiento fomentó el deseo de elevarse, de salir de la propia condición, de adquirir sin cesar nuevos bienes materiales, reputación y poder: la igualdad de condiciones transformó la ambición en un sentimiento universal e insaciable. Pero con la apertura de nuevas esperanzas se multiplicaron las frustraciones y las envidias: los individuos se sienten heridos por las desigualdades más nimias, nadie soporta que el vecino tenga más que uno. Los goces materiales son numerosos, pero más son los sentimientos de desdicha que producen los goces ajenos. También Emile Durkheim puso de relieve el alcance de la decepción y el descontento en las modernas sociedades individualistas, que, a causa de su movilidad y su anomia, ya no ponen límite a los deseos. Al buscar la felicidad cada vez más lejos, al exigir siempre más, el individuo queda indefenso ante las amarguras del presente y ante los sueños incumplidos."

"Con la dinámica individualizadora, todos quieren ser reconocidos, valorados, preferidos a los demás, deseados por sí mismos y no comparados con seres anónimos e intercambiables.  En este sentido hay que escuchar a Rousseau: dado que el hombre es un ser incompleto, incapaz de bastarse solo, necesita a otros para realizarse. Pero si la felicidad depende de otros, entonces el hombre está inevitablemente condenado a una felicidad frágil. Depositamos en el otro esperanzas tremendas, pero el otro se nos escapa, no lo poseemos, cambia y nosotros cambiamos. Así, cada cual ve burladas sus mejores esperanzas."

"No olvidemos que los placeres humanos se han vivido durante milenios articulados en estructuras sociales y cronologías inmutables. La repetición de la tradición ancestral no impidió toda una serie de placeres más o menos intensos (juegos, bailes, fiestas dionisíacas). La moderna economía de consumo no expresa por arte de magia la verdad del deseo humano: más bien contribuye a sobreexcitarlo, a apartarlo de los dispositivos sociales repetitivos, a ponerlo en movimiento incesante."

"Al producirse un vacío, la dinámica de la individuación y la desaparición  de las grandes visiones ideológico-políticas han precipitado la necesidad de identificarse con comunidades particulares, étnicas, religiosas o regionales. Conforme desaparecen los polos de identificación de carácter universal, que se perciben ya como abstracciones lejanas, los individuos se vuelven hacia su comunidad concreta e inmediata. La identidad de los individuos pasa cada vez menos por la adhesión a principios políticos generales y cada vez más por referentes históricos, culturales, religiosos o étnicos. Una explosión de identidades que engendra un proceso de balcanización social cuyo resultado es un mosaico de minorías y grupos que se menosprecian o se odian."

"El fin de la edad de oro de lo político no tiene nada de deprimente. A fin de cuentas, hay muchos otros proyectos y esperanzas capaces de orientar la existencia y de motivar las pasiones. La creación, la investigación científica, los descubrimientos científicos y técnicos, la búsqueda de la felicidad individual. No estamos condenados a desilusionarnos porque se hayan agotado los grandes proyectos mesiánicos. El "fin de la Historia" no se producirá esta semana, pues la historia no es únicamente política: los asuntos que construirán el futuro (la educación, la relación entre los sexos, el trabajo, la vida cotidiana, etc.) no dejarán de inventarse y reinventarse." 

"La época está llena de conflictos de índole moral. No vivimos la decadencia de la moral, sino una pluralización de las éticas, acorde a una sociedad secularizada, democrática e individualista."

"Paradoja de la época: cuanto más crece la decepción, más se consolida la adhesión masiva a los valores democráticos. La queremos, pero sin pasión. Y la queremos sobre todo cuando tenemos la sensación de que está en peligro." 


"LA SOCIEDAD DE LA DECEPCIÒN" (G. LIPOVETSKY)

miércoles, 2 de abril de 2025

EL MOZO DE CAFÈ...

 


"En el fondo, nunca he trabajado para vivir. Soy de la opinión de que trabajar para vivir es, en cierto modo, una estupidez desde el punto de vista económico. Tengo la esperanza de que algún día se consiga vivir sin tener la obligación de trabajar."

"Llegó un momento en que caí en la cuenta de que no había que crearse en la vida estorbos que fueran una carga, ni demasiadas cosas que hacer, ni eso que se llama mujer, hijos, una casa en el campo, un coche. Y afortunadamente, tardé muy poco en darme cuenta de eso; con lo cual pude llevar mucho tiempo una vida de soltero más fácil que si hubiese tenido que hacer frente  a todas las dificultades habituales de la existencia. En el fondo, eso es lo principal. Así que me considero muy afortunado."

"Desconfianza contra la sistematización. Nunca he sido capaz de obligarme a mí mismo a aceptar las fórmulas establecidas, a copiar o a ceder a una influencia hasta el punto de hacer algo que recordase lo que había visto en la víspera en un escaparate."

"Desde Courbet se piensa que la pintura se dirige a la retina, ese ha sido el error que ha cometido todo el mundo. Antes, la pintura podía tener otros cometidos: podía ser religiosa, filosófica, moral. Yo tuve la suerte de poder adoptar una postura antiretiniana, pero, por desgracia, no supuso ningún cambio importante, todo este siglo es completamente retiniano, con la excepción de los surrealistas, que intentaron salirse de eso hasta cierto punto."

"Para mí es importante el número tres, pero ni mucho menos desde un punto de vista esotérico, sencillamente desde el punto de vista de la numeración: uno es la unidad, dos es el doble, la dualidad, y tres es lo que queda. Una vez que se ha llegado al número tres, se puede llegar también a tres millones, que da lo mismo que tres."

"La palabra "ready-made" no apareció hasta que fui en 1915 a los Estados Unidos. Me interesó como palabra, pero cuando coloqué una rueda de bicicleta encima de un taburete, con la horquilla hacia abajo, no existía ninguna idea de "ready-made" ni tampoco de cualquier otra cosa, fue sencillamente entretenimiento. No tenía ninguna razón concreta para hacerlo, ni intención alguna de exponerlo ni de describirlo."

"Cuando eres joven, no sabes cómo vives. No tenía mujer ni hijos, no tenía "equipaje". La gente me pregunta siempre cómo vivía, pero son cosas que uno no sabe, va viviendo. La vida va pasando pese a todo. Había personas que me echaban una mano. La verdad es que en aquella época los artistas no se avergonzaban de que los mantuvieran. Era sabido que había personas que ganaban dinero y que entendían que hubiera otras personas, que se llamaban artistas o artesanos, que no podían ganarse la vida. Los ricos consideraban que ayudarlos era un virtud."

"Creo que la pintura se muere. El cuadro se muere al cabo de cuarenta o cincuenta años, porque se le va la lozanía. Creo que un cuadro al cabo de unos años se muere como el hombre que lo hizo, luego, se llama historia del arte. La historia del arte es algo muy diferente de la estética. Para mí, la historia del arte es lo que queda de una época en un museo, pero eso no quiere decir que sea forzosamente lo mejor de aquella época y, en el fondo, es probablemente, incluso, la expresión de la mediocridad de esa época, porque las cosas hermosas desaparecieron, el público no quiso conservarlas."

"Tengo mucha fe en la faceta "médium" del artista. El artista hace algo un día y llega al reconocimiento mediante la intervención del público, la intervención del espectador, y así es como llega más adelante a la posteridad. Eso no es posible suprimirlo porque, a fin de cuentas, es un producto con dos polos, esté el polo del que hace una obra y el polo del que la mira. Yo le doy a quien la mira tanta importancia como a quien la hace."

"En música, los nuevos instrumentos electrónicos son la señal de un cambio en la actitud del público ante el arte. En cuadro no es ya eso que decora el comedor ni el salón. Se han ocurrido otras formas de decoración. El arte adopta en mayor grado la forma de un signo, por decirlo así, ya no se lo rebaja al nivel de la decoración, ese es el sentimiento por el que se ha regido mi vida."

"Fisiológicamente, a mi edad no queda más remedio que acordarse de vez en cuando, cuando te duele la cabeza o te rompes una pierna. Entonces se te aparece la muerte. Aunque no quieras, cuando eres ateo te impresiona el hecho de que vas a desaparecer por completo."

"No veo a nadie de forma más o menos oficial o para hablar de determinadas cosas. De verdad que llevo una vida de mozo de café."


P. CABANNE ("CONVERSACIONES CON M. DUCHAMP)