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lunes, 25 de abril de 2022

SUEÑAN LOS OVINS CON CHICAS EN BARES?

 



El bar nos había gustado a los dos y la conversación venía bien, cuando de pronto ella me dice: "la velita esta ( señalando el centro de mesa) me pone nerviosa". Entonces aparté el centro de mesa y deslicé el comentario que se llevaría puesta la noche: "lo dejan acá para que juguemos al juego de la copa". Ese fue el principio del fin. Me miró fijo, abrió grande los ojos y me dijo: "yo no juego a esas cosas". Como la incomodidad fue evidente, traté de pasar rápidamente a otro tema, pero no hubo caso: ya había iluminado en su cabeza la habitación en la que ella me mantendría encerrado el resto del encuentro. Entonces empezó a contarme de su "contacto frecuente" con espíritus. Que no era solo que "sentía presencias" sino que además los veía. Le pregunté qué era lo que veía . Me contestó que suelen presentarse como hombres sin cabeza. Me contó que la última vez que se le apareció uno fue justo al despertar para ir a su trabajo. Le pregunté si no creía que eso que vio era algo con lo que había soñado previamente. Me miró con ternura, para luego lanzar la máxima de la noche: "CUALQUIERA SABE LA DIFERENCIA ENTRE UN SUEÑO Y LA REALIDAD"

Con mi preocupación en aumento, le pregunté si esas apariciones la tuvo solo en su casa, o si también le pasó en otros lados. Me contestó que le puede pasar en cualquier lado, en cualquier momento. Que no es algo que ella pueda controlar. Simplemente pasa. Y me dió un ejemplo concreto y reciente. Hace unos pocos días, camino a su trabajo, sintió un dolor en el pecho, una sensación de opresión fuerte. Entonces observó a su alrededor y vio la presencia del perro de la historia sin fin. "Te acordás de esa película?" me preguntó. Le digo que algo. Me dice, " bueno, estaba ese perro acá en Burzaco". Me quedé mirándola esperando una sonrisa que me devolviera la tranquilidad, pero tal cosa no pasó.
Mientras pedía la cuenta, me regaló su última anécdota. Parece ser que, hace unos días, una "bandada de ovnis" pasó por el cielo de Burzaco. "Cómo no sabés nada si se enteró todo el mundo!!!" Me dijo, casi a modo de reclamo. " Es que estoy con mucho trabajo" le contesté.
Hoy me levanté temprano para ir a jugar al pádel. Cuando llegué al auto, encontré que estaba cubierto de una suciedad de una magnitud tal que me hizo pensar que todo eso no puede pertenecer a las palomas. Levanté la vista y miré al cielo con mucha preocupación. Es que no todos sabemos la diferencia entre un sueño y la realidad.



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sábado, 6 de octubre de 2012

TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS...

 




Mi prima, radicada en colonia hace tiempo, vuelve a su Banfield natal para festejar su cumpleaños con la familia, visitar amigos, y seguir el curso de biomagnetismo que comenzó este año.
Esta terapia alternativa, propone la cura de las enfermedades a través de la regulación del Ph, proceso que se logra -según esta disciplina- por medio de la implementación de imanes estratégicamente colocados en el cuerpo.
Reconozco que su discurso me genera efectos diversos: a veces curiosidad; otras comicidad (con el correspondiente esfuerzo por ocultarla), pero siempre, siempre, un gran escepticismo.
Por un lado encuentro fisuras en el discurso de mi prima; por otro lado encuentro fisuras en esta disciplina. No en sus fundamentos (por que para ello debería oponerle fundamentos médicos, y los fundamentos médicos incluyen los físicos, químicos y biológicos, de los que carezco por completo), pero sí en la forma en que esta práctica tiene de presentarse, en la sociedad,  como disciplina.
Mi prima entiende que el "estado de violencia" que se vive en todas partes, se va a acentuar de acá a poco tiempo más. Ella no sabe de atentados terroristas que se estén por cometer, tampoco de invasiones napoleónicas (más que las que ya vimos en esta primer década del siglo), mucho menos de masas de indignados europeos que decidan organizarse militarmente para levantarse contra la comunidad europea y el FMI (¿el núcleo del disturbio, tal vez?). No. ¿Qué sabe mi prima? Sabe (según alguna fuente que desconozco pero que, al parecer, le inspira mucha confianza) que se va a producir -a escala global- un desajuste electromagnético que va a afectar violentamente a aquellas personas que no se encuentren debidamente inmunizadas (que son las que no suscriben las practicas de las que ella sí es devota, y que por lo tanto viven en estado de "animalidad levemente controlada")
Ni guerras, ni capitalismo salvaje, ni FMI, ni clases sociales, ni medios dominantes. Los imanes de prima se encargan de generar un campo magnético alrededor del cual pilas de discursos de psicología, historia, economía, política, sociología...las ciencias sociales todas básicamente, son dejadas afuera, quedando -sin que se den cuenta- en el mismo lugar que la medicina alopática: el de elementos obsoletos para pensar y vivir.
Una cosa es, desde la perspectiva de un sujeto individual, llevar adelante una práctica alternativa a la medicina tradicional, que tendrá mayor o menor credibilidad según la cantidad de gente que la practique y los resultados que griten a los cuatro vientos, y otra cosa es  -montado sobre los fundamentos de esta práctica- hacer un pronóstico que tiene más sustento metafísico que empírico. La afirmación de mi prima no desvirtúa el biomagnetismo; sí le quita puntos a ella en su papel de exhortadora, porque la emparenta con la predica religiosa de la que cualquier férreo racionalista saldría huyendo despavorido.
"A  mi hermano esto no le interesa", me dice.  A  mi tampoco me dan ganas de interesarme, cuando la persona que me sugiere el interés tiene -ante un fenómeno inabarcable como la "violencia social"- una salida tan inverosímil como la que acabo de comentar.
Eso con respecto a una de las cultoras del movimiento. Con respecto al movimiento en sí; no alcanza para legitimarlos decir que no pueden surgir porque del otro lado del mostrador hay institucionalizada una industria farmacológica que no busca sanar, sino generar clientes (es decir pacientes crónicos).
Como se trata de la salud de las personas, en lugar de armar su kiosquito en las afueras de la medicina legal, deberían salir a la cancha "formalmente", como político que busca legitimar su lugar desde un partido. Es decir,  salir a dar la pelea y ganarla, y crear sus propias instituciones con reconocimiento científico.
"No hay chances: nos pisan la cabeza. Por un lado, enfrentamos a un monstruo; por otro lado, lo que proponemos genera miedo, como genera todo lo nuevo...hay mucho escepticismo" Esa podría ser la respuesta de alguno.
Parece que la industria de los medicamentos es en verdad fuerte como para tener cooptados a los estados nacionales, dado que a estos últimos les sería mucho más económico acabar con la medicina tradicional para repartir imanes entre las personas como quien reparte preservativos. Que los estados tengan negocios espurios con la industria de la cura no quiere decir que esa industria no funcione (aunque con su falencias, como todo) y pueda ser reemplazada alegremente por otra. Justamente, la cooptación no parece tener su razón de ser sólo en cuestiones económicas sino también por cuestiones sanitaristas de las que todo Estado deberería hacerse cargo.
Lo que quiero decir es que, si la batalla por la institucionalización estatal está perdida, entonces, si su afán curativo es tan grande, y su filantropía luce rasgos irreversibles, dado que su actividad no tiene ningún soporte estatal, por una cuestión de respeto y de aceptación del lugar "para-medicinal" que ocupan en la sociedad, no deberían lucrar con lo que hacen.
Si quieren lucrar, que formulen postulados serios, salgan a la cancha con el mejor equipo que tengan, jueguen y ganen un espacio "oficial". Pero lucrar desde las sombras no; también lo hace la señora que tira las cartas. También -según ella- con todo el derecho del mundo, a cobrar por su "saber".
La diferencia está en que la señora que tira las cartas me genera risa, y las "prácticas alternativas" bastante preocupación; para mucha gente dejan de ser "complementarias"  para ser definitivas. Y una vez que esas prácticas se hacen definitivas en un organismo, no hay forma de saber con precisión qué es lo que pasa con él.
Y estos recaudos por que hablamos del lenguaje médico, es decir, el lenguaje que implica los cuidados del cuerpo para ponerlo en condiciones de desplegar los diversos lenguajes del mundo.
Y la medicina no es poesía, no?
No es poesía, no...pero tampoco debería ser una cuestión de fe.



Recomiendo leer al respecto el debate publicado en el blog
CAE
(Cinicismo, Agnosticismo, Escepticismo.)

domingo, 23 de mayo de 2010

DE HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS...






Mi amiga me pasa a buscar a la salida del trabajo. Luego de una breve estadía en la famosa casa de comidas rápidas, vamos a su casa. Vemos los tres (ella, su hija que en poco más de un mes estará entre nosotros, y yo) el video del casamiento. Ahí estamos en la pantalla; la mesa de tribunales, tomando vino, bailando, conversando animadamente, en pleno día.
Termina el video. Tengo clase en la facultad. Cuando nos despedimos en la estación me pregunto si la volveré a ver antes que todo haya cambiado. "Este último mes ya no voy a manejar" me dice. Y hace bien.
Me tomo el colectivo. En el asiento de adelante iba una mujer con un nene en brazos. El chico (tendría unos dos años) se daba vuelta y me miraba sonriendo, extendiéndome una mano. Lo miro y me río, y el se ríe más. Durante varias cuadras seguimos así, hasta que la mujer bajó del colectivo. Entonces pensé en la paternidad, en la maternidad, y en la posibilidad de abortar esas ideas, esos chicos. Y pensé, como pienso, que la libertad de los cuerpos tiene mucho que ver con la programación del canal venus y poco que ver con tirar fetos a la basura en bolsitas de coto.
Todo lo que ellos necesitan, todo lo que ellos y sus pensamientos necesitan, es una casa.
Y nosotros, los que habilitamos su existencia, no solo necesitamos de sus vidas para prolongar la nuestra en el tiempo y el espacio, sino que, fundamentalmente, necesitamos de su existencia, del valor y del cuidado de sus vidas, para confirmarnos (secretamente) que, efectivamente, nuestra vida es valiosa. Que somos personas realmente valiosas.
En lo que vale ella, mi amiga, es en todo lo que puedo pensar mientras bajo del colectivo, en su valor y en que no creo que haya en esta sociedad (ni en este mundo) hombres de verdad, ni mujeres de verdad, sin ser padres de verdad ni madres de verdad