domingo, 8 de febrero de 2015

PARA COMPARTIR EN LA MESA DEL DOMINGO...



"VIDA Y SUJETO" (FRAGMENTO DE LA NOVELA "LA FAMILIA" DE GUSTAVO FERREYRA)


"El mayor escollo para la Vida es el Sujeto. La Vida es un artilugio, un artefacto de la materia, otra forma indiferente de la organizaciòn material, sin ningùn sentido en particular.

El Sujeto es una excepciòn que se niega a entregarse a la Vida porque la vida lo niega como excepciòn y porque el Sujeto hace lo que la Vida no: interpreta rabiosamente, interpreta voluntariosamente, interpreta voluntariosamente. El Sujeto se divorcia del hombre y se vale de èl. Por milenios el Hombre se valiò del Sujeto, de aquì en adelante el Sujeto se valdrà del Hombre.

El Sujeto no tiene màs destino que enfrentarse a la Vida. La subjetividad humana, el Sujeto en constituciòn, batalla cada vez màs fieramente contra la Vida. Y en el futuro la batalla entre el Sujeto y la Vida va a ser feroz, incluso tal vez apocalìptica.

La pregunta es: ¿cuàl es el potencial del Sujeto? ¿Cuàl es el potencial de la Vida? 

Cuanto màs de Sujeto hay en un individuo, màs iracundo e insatisfecho; cuanto màs imbuido estè por la Vida, cuanto màs imbricado a la Vida, màs sereno y aquiescente.

Històricamente considerada, la exasperaciòn del inviduo, su deseo de Sujeto (que con el capitalismo mercantil da un salto cualitativo), extrema la tensiòn y la llevarà con las centurias hasta la eclosiòn. El individuo en tanto sujeto (que para sì mismo es una realidad) se enfrenta al todo.

La paradoja es que el Sujeto aspira a la eternidad y a la pureza pero, todavìa, cuando los sujetos se acercan al estado de pureza mental, desconectados del cuerpo, sòlo quieren aniquilarse. La pura mente sin cuerpo es el mayor horror que pueda imaginarse. El Sujeto quiere divorciarse del cuerpo pero por ahora necesita horrorosamente del èl. 

La simple persistencia es la meta teleològica del Vida. Y la misma persistencia no tiene mayor sentido màs que el deambular de la materia segùn ciertas formas de organizarse. La Vida tambièn responde a las leyes de la Fìsica. 

El Sujeto muerde porque su impotencia lo hace rabiar. Y muerde las ùnicas carnes que puede morder. La impotencia es algo que preocupa al Sujeto desde que surgiò en la cabeza de un simio que se parò en dos patas. Y cada vez lo preocupa màs.

La Vida necesita de esos errores. Necesita de millones de seres profundamente equivocados.

Los servidores de la Vida justamente no tienen convicciones. Son maleables para volcarse al devenir y para subsistir en medio de las fuerzas que moldean el devenir. Los servidores del Sujeto sì tienen convicciones. Las convicciones del sujeto van de la mano de su ìnfulas. La vida del sujeto no puede sino herirlo como sujeto, herirlo hasta la moribundez, herirlo finalmente hasta la muerte.

Matar a la Vida en el fondo no es distinto de desarmar una màquina. Sòlo es indignante en tanto que suponemos Sujeto dentro de la màquina.

En cada Sujeto se desarrolla la batalla entre Vida y Sujeto. Es la batalla que agota al humano. Es la batalla que lo enferma. Cuanto màs haya de Sujeto en nosotros mayor serà la rebeldìa del cuerpo. La enfermedad misma va a ser uno de los campos de batalla màs importantes en la guerra entre Sujeto y Vida. La enfermedad va a ser quizà la excusa final para que el Sujeto aniquile la Vida.

La familia no es màs que una  forma de organizaciòn de la Vida, vale decir que, en ùltima instancia, no es màs que una forma de organizaciòn de la materia.
La familia es un lazo entre cuerpos que se ha interpretado como lazo entre sujetos. La familia es un fetiche entre fetiches. La familia es un mero artefacto de la Vida. La familia es servidora de la Vida. Los sujetos surgen en el seno de la familia pero a pesar de ella. La familia, como artefacto de la Vida, iguala, el Sujeto diferencia. La Vida, la familia y el comunismo son vagones de un mismo tren. Son los grandes igualadores. El Sujeto basa su ser en la exclusividad.


La familia forma al sujeto, pero lo forma como cèdula de sì misma y como cèdula de la Vida. La familia construye al sujeto como un artilugio màs de la vida. Pero la familia no tolera al Sujeto mismo. La familia tambièn ha necesitado del Sujeto tanto como el Sujeto de la familia. Es un juego de necesidades històricas o de azares evolutivos. el Sujeto surgiò en el devenir de la Vida y ahora se enfrenta a ella. De la misma manera la familia ha sido formadora de sujetos pero ahora se ve enfrentada por el Sujeto. El Sujeto no habrìa surgido por supuesto sin la Vida pero avizora que puede vivir sin ella. El Sujeto se enfrentarà primero a la Familia. El Sujeto querrà ser èl mismo cada vez màs. Surgido de la familia la rechazarà. El Sujeto querrà ser una estructura en sì mismo. Ir hacia su centro y que su periferia sea su sistema.

El Sujeto aspira a ser totalidad y no parte. El Sujeto tiene que empezar por destruir a la Familia si quiere subordinar a la Vida y luego eliminarla."



La familia forma al sujeto, pero lo forma como cèdula de sì misma y como cèdula de la Vida. La familia construye al sujeto como un artilugio màs de la vida. Pero la familia no tolera al Sujeto mismo. La familia tambièn ha necesitado del Sujeto tanto como el Sujeto de la familia. Es un juego de necesidades històricas o de azares evolutivos. el Sujeto surgiò en el devenir de la Vida y ahora se enfrenta a ella. De la misma manera la familia ha sido formadora de sujetos pero ahora se ve enfrentada por el Sujeto. El Sujeto no habrìa surgido por supuesto sin la Vida pero avizora que puede vivir sin ella. El Sujeto se enfrentarà primero a la Familia. El Sujeto querrà ser èl mismo cada vez màs. Surgido de la familia la rechazarà. El Sujeto querrà ser una estructura en sì mismo. Ir hacia su centro y que su periferia sea su sistema.

El Sujeto aspira a ser totalidad y no parte. El Sujeto tiene que empezar por destruir a la Familia si quiere subordinar a la Vida y luego eliminarla."


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