jueves, 24 de junio de 2021

LOS ELEGIDOS...

 



Hoy cumplen años Messi y Riquelme. Son dos de los pocos jugadores que lograban mantenerme atento a lo que pasaba en un partido de fútbol. Nunca más volví a ver un partido de Boca desde el retiro de Riquelme. A la selección la seguiré viendo cuando no esté Messi; es la selección. Además del cumpleaños, y de volver obras de arte muchos de los tiros libres que ejecutan, ambos comparten otra cosa: a los dos muchos los tratan de "pechos-frío". Messi además, carga con un estigma adicional: ser un "falso Maradona". La comparación de Messi con Maradona es inevitable ( de eso queda afuera Riquelme como el resto de los jugadores de este mundo). Lo que me resulta asombroso es el enojo que despierta en mucha gente que Messi no sea Maradona, por la siguiente razón: en ningún momento Messi dijo que él era como Maradona, ni que era su sucesor. Si las entrevistas a los jugadores de fútbol suelen ser aburridas, Messi las convierte en el somnífero perfecto: apenas habla uno se queda dormido. Juega extraordinariamente y declara ordinariamente, a diferencia de Maradona, para el que todo debía ser extraordinario.

Pero pongamos por caso que es cierto. Que Messi no "produce" en la selección lo que "produce" en el Barcelona por una simple cuestión de temperamento. Pongamos que la diez le queda grande justamente por el fantasma (ahora un fantasma "real") de Diego. Aún dando por cierto esa hipótesis, los datos hablan por sí solos: Messi es el máximo goleador histórico de la selección. ¿Prefieren los que lo acusan de pecho frio que se vaya de la selección aún cuando todo indica que la selección tiene menos chances de llegar a las finales (a las finales que "Messi pierde") si él no está? A juzgar por la bronca con la que se manifiestan, parece que sí. Allá ellos.
En lo personal, mientras Messi y Zlatan sigan jugando, algo todavía seguiré viendo del deporte que más me gusta jugar y menos me gusta ver.

martes, 22 de junio de 2021

LA TOLERANCIA A LAS PARADOJAS...

 



De los recuerdos que tengo de Horacio González, el más nítido fue cuando en la librería "Eterna Cadencia" se hizo un encuentro en homenaje a Quique. Sentados en la escalera con un amigo, escuchábamos a Daniel Link leer un poema extraordinario del homenajeado: "contra el cristal de la pecera del acuario". Horacio González escuchaba con lo ojos cerrados, como si estuviera soñando el poema. La mesa la completaba María Pía López. A su turno, Horacio González contó que Quique, que por ese entonces vivía en Palermo, tenía por costumbre salir a correr y que, cada vez que pasaba por la biblioteca, entraba para buscar a Horacio (en ese entonces su director) y gritarle de lejos: "Vos vas a ir preso!!, para luego abandonar el edificio y seguir con su rutina deportiva.

Tengo el recuerdo también, de un intervención suya que me gustó mucho, plasmada en el libro "la izquierda frente a la argentina kirchnerista". un libro editado hace diez años y que, de alguna manera, contiene las posiciones que, al día de hoy, me interesa seguir pensando. Allí Horacio hablo de la tolerancia a las paradojas.
Acá nos quedan sus textos, o entrevistas como la que siguen. Allá, me gustaría saber qué le va a decir Quique cuando lo vea.

lunes, 21 de junio de 2021

SIN DARSE CUENTA...




 "Respecto al momento de la vida en que me hallaba, la verdad es que era un buen momento

, un ciclo extremadamente favorable que duraba desde hacía casi diez años. Era incluso sorprendente, al cabo de tantos años en los que habría respondido cada vez a esta pregunta diciendo que me encontraba mal, muy mal, que atravesaba un momento especialmente catastrófico, poder responder sin mentir, y hasta minimizando bastante mi buena suerte, que sí, que estaba bien, no había sufrido recientes episodios depresivos, no tenía problemas amorosos ni familiares ni profesionales ni materiales: mi único problema real, y lo era, era un ego molesto, despótico, cuyo poderío aspiraba a reducir, y la meditación sirve justamente para eso."
"Yo me veía en aquel momento quizá no como un hombre tranquilo, apaciguado y sereno, no totalmente, no todavía, pero sí al menos como un hombre que no estaba patéticamente neurótico. La salud psíquica, según Freud, consiste en ser capaz de amar y trabajar, y desde hacía casi diez años yo era, para mi gran sorpresa, capaz de hacerlo. Al cabo de tantos años de vagabundeo sentimental creía haber llegado a puerto"
"El objetivo del arte no es la descarga momentánea de una secreción de adrenalina, sino la construcción paciente, a lo largo de toda una vida, de un estado de quietud y de fascinación"
"Observas la aparición de los pensamientos, de las emociones, de las sensaciones conscientes. Observas su desaparición. Observas su tránsito. No te sumas a él. No lo rechazas. Sigues la corriente sin dejar que te arrastre. A fuerza de hacer esto, la vida misma cambia. Al principio no te das cuenta. Tienes la vaga impresión de estar al borde de algo. Poco a poco ese algo se precisa. Te despegas un poco, un poquito, de lo que llamamos "yo".
Un poquito ya es mucho.
"YOGA" (E. CARRERE)

domingo, 13 de junio de 2021

LA CONTINUIDAD DE LOS SIGNOS...

 


"El amor-pasión" (del que he hablado) no es bien visto; se lo considera como una enfermedad de la que hay que curarse; ya no se le atribuye , como anteriormente, un poder de enriquecimiento. Ya no tenemos la escena del balcón. Pero ni siquiera tenemos la morfología de los rasgos del enamorado, sus expresiones, su mímica; mientras que en el siglo XIX había centenares de pinturas, grabados que lo representaban. Por lo tanto ya no se puede reconocer a un enamorado en la calle. Estamos rodeados de seres de los que no podemos saber si están o no enamorados. Porque si lo están se controlan enormemente."

"Por qué la cultura de masas exhibe tanto los problemas del sujeto enamorado? En realidad, lo que pone en escena son relatos de los episodios, no el sentimiento amoroso mismo. Es tal vez una distinción un poco sutil, pero me aferro a ella. Esto quiere decir que si usted coloca al sujeto enamorado en una "historia de amor", por ese hecho mismo lo "reconcilia" con la sociedad. ¿Por qué? Porque contar forma parte de las grandes obligaciones sociales, de las actividades codificadas por la sociedad. Por medio de la historia de amor la sociedad domestica al enamorado."
"El enamorado es el semiólogo silvestre en estado puro. Pasa todo su tiempo leyendo signos. No hace más que eso: signos de felicidad, signos de infelicidad; en el rostro del otro, en sus conductas. Es presa de los signos, verdaderamente."
"El amor no es ciego. Al contrario, tiene una potencia de desciframiento increíble, lo que depende del elemento paranoico que está en todo enamorado. Usted lo sabe, un enamorado conjuga pedacitos de neurosis y de psicosis: es un atormentado y un loco. Ve claro, pero el resultado es el mismo que si fuera ciego, porque no sabe dónde ni cómo detener los signos. Descifra perfectamente pero no sabe detenerse sobre una certidumbre de desciframiento."
"El sujeto que yo soy no está unificado. Es una cosa que experimento profundamente. Entonces decir: "¡soy yo!" sería postular una unidad de uno mismo que no reconozco en mí."
ROLAND BARTHES ("EL GRANO DE LA VOZ")

sábado, 5 de junio de 2021

ESA MUJER...




 En su ensayo "Lenguas sueltas", el escritor británico Hanif Kureishi, repasando el patrón disciplinador de regímenes e instituciones dominantes, dice que "en parte, la historia del siglo XX es la historia del silencio". Minorías sociales, étnicas, raciales, sexuales, y a veces hasta mayorías -como en los dieciocho años de proscripción del peronismo, durante el cual se pretendió vivir en democracia - han sido silenciadas para dejar en pie sólo un punto de vista, el oficial. Kureishi complejiza el tema porque entrecruza el mandato de silencio político con el vínculo personal, íntimo, que cada quien tiene con la palabra. "En el centro de todo hay algo más: la persona que no quiere oír sus propias palabras. Es la persona dueña de ellas, la que las ha fabricado en el interior de sus cuerpo, pero que tiene y no tiene acceso a ellas, que es su prisionero, cárcel y ley. Si queríamos crean un sistema autoritario bien completo, en el que no hubiera lenguas sueltas, habría de ser aquel en el que los sueños estuvieran controlados.

En tiempos antidemocráticos, dice Kureishi, siempre hay buenas razones para no hablar. Razones políticas, razones familiares, razones subjetivas. Hay que sobreponerse al temor e incluso al reparo ancestral hacia la propia voz en alto para hablar. El habla democrática y multicultural genera disputas, incorreciones, desacuerdos. Los que hablan pueden ofender, herir, molestar. Cuando hablan todos siempre habrá un habla sin sentido o un habla irrelevante, pero sólo en la lluvia de voces es donde podemos sentirnos con derecho a decir lo nuestro, y con la chance de hallar nuevas razones, imágenes o argumentos que expresen lo que sentimos. El hecho de que hablen todos puede generar un ruido inmenso y con consecuencias, porque hablar es un acto individual y colectivo a un mismo tiempo. Hablar le abre la puerta a lo impredecible. El problema del silencio, en cambio, es que sabemos con exactitud cómo va a ser."
"NUEVAS CRÓNICAS DEL NAUFRAGIO" (SANDRA RUSSO)