sábado, 10 de abril de 2021

ENTRE DOS TIERRAS...




 "Nunca estoy a favor de la "cultura de la cancelación", sino al contrario, a favor de una mirada enriquecida. Creemos que Foucault es el hombre de todas las liberaciones y no es tan así porque él mismo no estaba enteramente liberado. Era prisionero de estereotipos colonialistas, por ejemplo. Para mí, es un viejo debate. Marcel Proust tomó posición diciendo que la vida de un autor no tiene ningún interés, hay que mirar la obra. Y otros dicen no, hay que mirar al autor. Es un debate muy, muy viejo. Mi posición es intermedia: conocer las infamias o las buenas acciones del autor enriquece la lectura y la mirada."

"Habría que poder hacer un psicoanálisis retrospectivo de Foucault. Me acuerdo del comportamiento de Foucault en Túnez. Muy bien, ¿ cómo puedo interpretarlo? ¿Hipocresía, esquizofrenia, goce de la transgresión, ignorancia de ser el heredero de un viejo mundo que él mismo denuncia?
Todas esas explicaciones son posibles pero yo no puedo elegir ninguna. Pienso que todas son verdad, que todo eso se mezcla. Foucault en el fondo está todavía en el viejo mundo. Está tironeado entre dos mundos: el mundo del que viene, que yo llamaría el mundo de los viejos intelectuales franceses, blancos, popes universitarios dominantes, y el mundo que denuncia, que es el mundo del abuso del poder. Él está dividido realmente entre los dos: voluntaria o involuntariamente. Hay que leerlo entonces teniendo en mente que este autor que exulta a la liberación no es él mismo un autor liberado"
"No hay revoluciones intelectuales que no hayan sido precedidas por una revolución técnica aunque a los intelectuales no les guste esta idea determinista. Es hasta banal: sin la invención de la imprenta por Gutenberg, no habrían existido Lutero y la reforma. sin la prensa accesible a todos en Francia a mediados del siglo XVIII, no había existido la Revolución Francesa. Y sin las redes sociales, no habría existido el "Metoo" ni esta revolución moral a la que asistimos. Sin la radio, no habría existido Hitler, y sin la televisión no habría existido Kennedy. Entonces las revoluciones sociales, políticas, ideológicas siempre tienen una base técnica, si se quiere. Y ahora la base técnica son las redes sociales, porque permiten a las víctimas hablar. Este es el gran cambio. Previo a las redes sociales, nadie escuchaba a las víctimas. De pronto percibimos que no hay víctima sino miles que se comunican."
"EL TESTIGO MOLESTO" (ENTREVISTA A GUY SORMAN, REVISTA Ñ, HOY)

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