lunes, 21 de noviembre de 2022

TODAS LAS MADRES, LA MADRE

 


El sábado a la tarde, en un cumpleaños de 90, su imagen pasó por mi cabeza. Luego, en una feria de artesanos, di con el libro de Bayer: "Rebeldía y esperanza". Y volví a pensar en ella después mucho tiempo. El domingo, con la noticia de su muerte,  encuentro en el libro un fragmento que simboliza muy bien lo que las madres y las abuelas fueron para  la democracia en este país: la sangre.

"Pero las botas rompieron a patadas el cristal de los sueños. En ese sentido he perdido ocho años, por mi edad, fundamentales. Pero volveré cuanto antes para pegar los trozos de ese cristal, y empezar de nuevo. En cuanto al exilio, para mí representó contestarme a la pregunta: "qué hacer para combatir a los que sin ningún derecho cambiaron mi destino y el de mi familia y sumieron a mi país en el crimen, en el despojo, en la vergüenza ante los países civilizados?" 

"Y en cuanto llegué a Alemania comprendí que había que movilizarse e informar.  Imité el proceder de los exiliados alemanes en la década del 30, que para mí fueron un modelo de conducta: denunciar el crimen día y noche, en la calle, en la tribuna, en los diarios, en la televisión. Aparte de ganarme la vida, dediqué absolutamente todo mi tiempo libre al trabajo de denuncia y solidaridad. Debido a esa campaña conozco Alemania como la palma de mi mano. Un grupo de argentinos ejemplares, casi todos salidos de las cárceles, creó el Comité Argentino por la Democracia, donde no hay divisiones políticas. Además contamos con el apoyo de gran cantidad de jóvenes alemanes. Hebe de Bonafini, la presidenta de las Madres, lo dijo bien claro: "Los estudiantes de la Universidad de Essen, de Alemania, como no podían reunir dinero para nosotras, vendieron 68 litros de su sangre y nos mandaron ese dinero." Mientras jóvenes alemanes donaban su sangre, en 1978, nuestra clase media paseaba por Miami, Sudáfrica o compraba televisores en colores en Brasil y se ponía histérica cuando alguien le preguntaba si en la Argentina había desaparecidos o presos políticos. En Alemania Federal se dio el primer premio internacional que recibieron las Madres. La lucha no era fácil, la embajada argentina ejercía toda la influencia posible y disponía de dinero de sobra para publicaciones de todo tipo y para enviar constantemente provocadores a nuestros actos. Pero, en su irracional crueldad, la dictadura facilitó el esclarecimiento de la opinión pública."

"Con respecto a los galardones de la lucha contra la dictadura, no los podrán mostrar ni los intelectuales que emigraron ni los que se quedaron.  Las únicas que pueden ostentar méritos son las Madres de Plaza de Mayo: esas mujeres que desnudaron para siempre a los sayones de la servicia. El deber es también participar en el esclarecimiento de la opinión pública acompañando a los organismos de derechos humanos y de democratización de base. Mucha es la tarea que aguarda. Será benéfica si regresamos con humildad, sin ansias de privilegio."


OSVALDO BAYER ("REBELDÌA Y ESPERANZA")


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