"El primer día del jardín de mi hija vamos con su madre y, cuando se hace el acto de inicio, las autoridades nos sorprenden porque, en vez de cantar el Himno Nacional, eligen cantar una canción de Spinetta: "Seguir viviendo sin tu amor". Me parece una señal extraordinaria para la vida futura de mi hija. Yo, en cambio, escuché el Himno Nacional en mi primer día de clase, lo escuché después en Ezeiza, cuando los peronistas de derecha e izquierda se masacraron, lo escuché cuando se invadió Malvinas, a cada rato, con cada uno de los comunicados del ejército y lo había escuchado antes, cuando le dieron el golpe a Isabel Perón. De manera que el Himno Nacional no me gusta nada. No me gusta el himno de ningún país. Pero Spinetta ha muerto unos meses antes de este inicio de clase y junto con la emoción de estar cantando una canción y no un himno, se junta la de estar cantando una canción de Spinetta. Inmediatamente mi cabeza viaja a unas frases que sobre Tolstoi escribió Máximo Gorki y que subrayé porque me llamaron la atención: "temo la muerte de Tolstoi. Si muriera, se crearía en mi vida un gran vacío. En primer lugar, porque nunca quise a nadie como a él...en segundo lugar, porque cuando en el mundo de las letras existe un Tolstoi, se vuelve fácil y agradable ser un hombre de letras. Y aun si uno tiene conciencia de no haber hecho nada, de no hacer nada, no es tan terrible porque Tolstoi crea por todos y su obra sirve de justificación a todas las esperanzas y a todas las creencias que ponemos en la literatura. En tercer lugar, la autoridad de Tolstoi es sólida, su autoridad inmensa y, mientras viva, se mantendrán alejados el mal gusto literario, todo lo que es vulgar y lacrimógeno, los amores propios agriados, todo quedará en la sombra. Sin él, no quedaría más que un rebaño sin pastor...
Su alma es de todos para siempre.¿Por qué la naturaleza no haría una excepción a la regla dándole a él solo la inmortalidad física, sí, por qué no?
Lo mismo podría decir uno sobre Spinetta."
Su alma es de todos para siempre.¿Por qué la naturaleza no haría una excepción a la regla dándole a él solo la inmortalidad física, sí, por qué no?
Lo mismo podría decir uno sobre Spinetta."
"LA SUPREMACÍA DE TOLSTOI" (FABIAN CASAS, DEL LIBRO "TRAYENDO A CASA TODO DE NUEVO")
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