domingo, 2 de mayo de 2021

EL NIÑO EN EL HOMBRE...




 "Fue famosa la aversión de Borges por la literatura infantil. Hombre de otra época, era natural que la viera como una aberración, consecuencia deplorable de la expansión de la industria editorial y de la segmentación interesada de los mercados."

"Habría que preguntarse por la relación intrínseca entre literatura e infancia, relación original, y persistente aun en un lector tan civilizado como Borges. Uno empieza a leer porque es un niño, porque no tiene otra cosa que hacer, porque está disponible para los sueños ajenos; esos motivos se mantienen intactos en el lector adulto, y le dan una buena razón para respetar al niño que fue."

"Podemos coincidir en que el pecado original de la literatura infantil, más industria que género, está en este corte y separación de los dominios de la infancia y la vida adulta. Razonando mi propia aversión a la literatura infantil, yo agregaría que lo que la hace subliteratura es que no inventa a su lector, operación definitoria de la genuina literatura, sino que lo da por inventado y concluido, con rasgos determinados por la sospechosa raza de los psicopedagogos: de 3 a 5 años, de 5 a 8, de 8 a 12, para preadolescentes, adolescentes, varones, niñas; sus intereses y gustos se dan por sabidos, sus reacciones están calculadas. Queda obstruida de entrada la gran libertad creativa de la literatura, que es en primer lugar la libertad de crear al lector, y hacerlo niño y adulto al mismo tiempo, hombre y mujer, uno y muchos."

"La literatura está brotando siempre de su fuente primigenia, la infancia, y toda separación es nefasta. En la tarea de reintegrar el origen, un preliminar necesario es la reunificación de los estadios de la vida, o la devolución de la infancia al lector adulto, que es donde debe estar."


"CONTRA LA LITERATURA INFANTIL" (C. AIRA, PÁGINA 12, SUPLEMENTO RADAR, HOY)


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