Salgo del teatro luego de ver la obra "Petróleo" y me viene a la cabeza una entrevista a la actriz Pilar Gamboa en la que, con una anécdota de su vida personal, marcaba diferencias entre los hombres y las mujeres. La anécdota bien pudo haber formado parte del texto de la obra; un amigo de una pareja que ella tuvo se había separado de su novia y el ex en cuestión (el de Pilar Gamboa) fue a la casa de su amigo porque estaba deprimido ante esa situación. Al regresar, ella le pregunta: "por qué se separó tu amigo?. El tipo se queda unos segundos en silencio y luego responde: "la verdad, ni idea". La idea de que a los hombres les alcanza con "acompañarse" y que en, cambio, las mujeres necesitan "saber".
Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
domingo, 10 de abril de 2022
SABER ACOMPAÑARSE...
No tardamos mucho en darnos cuenta a dónde se dirige "Petróleo", y no por eso dejamos de disfrutar el viaje. Que se apele a la risa en forma permanente es fundamental para no caer en el panfleto político.
Por otra parte, el trabajo de Pilar Gamboa es simplemente extraordinario. No vemos en escena a una mujer intentando ser un hombre; vemos a un hombre intentando ocultar a una mujer.
La obra se despide de la cartelera porteña por estos días y ojalá no sea su despedida definitiva (de hecho la versión actual es un reestreno). Tiene destino de clásico.
Hombres y mujeres, hoy y mañana, vamos a necesitar de este recurso natural que es "Petróleo". Para acompañarnos y para saber.
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