domingo, 25 de agosto de 2013

EL CORAZÓN ES UN CAZADOR SOLITARIO...



Dentro de una situación absolutamente convencional (estoy estudiando en un bar), me encuentro con algo muy poco convencional: al levantarme para ir al baño, descubro -a unas pocas mesas de distancia- a una chica que lee un libro muy gordo mientras toma una cerveza. No llego a ver la tapa del libro, pero creo que me hubiera dado lo mismo si era la Guerra y la Paz de Tolstoi o los robos completos de Bucay. Ella es hermosa y me da la impresión que va a estar sola, sentada en su mesa, leyendo y tomando su cerveza muy tranquilamente. 
Vuelvo a mi mesa y guardo los apuntes de literatura norteamericana. Los esclavos pueden esperar un poco más para su liberación. Mi liberación está primero.
Busco rápido en la mochila. Saco el último libro que compré: "Manual de Supervivencia". Se trata de una larga entrevista al cineasta alemán Werner Herzog (a quien debo el nombre de este blog). Me pongo a buscar pasajes del libro. Marco tres.
Después de vacilar un buen rato, me decido. Camino hacia la mesa hasta llegar a su lado. Ella levanta la cabeza y mira algo sorprendida. Le digo que tengo una propuesta para hacerle: que me lea algún pasaje que le haya gustado de su libro y yo haría lo mismo con alguno que me haya gustado del mío. Me sonríe algo nerviosa y me dice "no sé que estás leyendo". Le muestro la tapa del libro. Lo mira, duda un segundo, y finalmente me dice: "no, gracias". Le digo "como quieras", y regreso a mi mesa.
Traté de volver a concentrarme en lo mío, pero desistí. La situación me había alborotado. Por un lado estaba sorprendido de lo que había hecho, y por otro lado no podía dejar de imaginar que, a los pocos minutos, ella iba a venir a mi mesa a decirme "esta parte del libro me pareció buena, a ver qué te parece". Pero cuando se levantó (media hora después) fue para irse del bar. Yo permanecí otro rato más hasta que pedí la cuenta para irme también. Cuando me la trajo, el mozo me dijo con una sonrisa "otra vez será". Me reí con su comentario. Espero que tenga razón. Seguramente el libro de esta chica  era los robos completos de Bucay y por eso no pudo aceptar mi propuesta: no quiso pasar vergüenza.


Comparto entonces con ustedes lo que no pude compartir con la extraña dama:

"Detrás de las imágenes, detrás de la visión, detrás de la historia, detrás de la gramática de la narración y  la gramática de la imagen, hay algo cuya experiencia en cine puede ofrecer en muy raras ocasiones, se toca entonces una verdad más profunda. No pasa muy a menudo; sí pasa en la poesía. Aún cuando me haya alejado un tanto de él con los años, al leer a Rimbaud se siente instantáneamente que hemos rozado algo extático. Tocamos una verdad que está detrás de las cosas. Algo que no necesitamos analizar. Lo sabemos de inmediato. Y uno se siente inmediatamente iluminado. Los hechos cotidianos no iluminan, sino que crean normas de conducta. Sólo la verdad ilumina."

"Leo el corazón humano. Es una parte importante de mi profesión. A leer el corazón humano no se aprende, sólo la experiencia lo puede enseñar. Hablo de experiencias muy elementales ¿Qué significa estar preso? ¿Qué es tener hambre? ¿Qué es criar hijos? ¿Qué es la soledad en el desierto? ¿Qué significa estar enfrentando a un verdadero peligro? La mayoría de nosotros ignora esas experiencias, salvo tener hijos. De experiencias así provienen mis capacidades como cineasta."

"Si ustedes viven en un departamento donde todos los rincones, hasta el último, están iluminados, ese departamento se vuelve inhabitable. Los seres humanos que sacan a la luz los rincones más oscuros de sus almas se vuelven seres humanos inhabitables.
Nunca pude estar con una mujer que no tuviera una especie de secreto o misterio. Nunca pude vivir con alguien que se esfuerce por decirlo todo, por saberlo todo, convencido de que eso es la base de una relación. Es el punto de partida para el crimen. Es todo. Frente a una actitud así, la única respuesta sería el crimen."

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