sábado, 12 de septiembre de 2020

LOS UNOS Y LOS OTROS...

 La CGT condenó «el exceso» del reclamo policial | Diario La Provincia

Algunas consideraciones sobre el conflicto policial de estos días:

1) Desde cierto imaginario progresista resulta sumamente incómodo pensar en serio a la figura del policía. Por las dudas conviene decir que "un trabajador nunca puede ser considerado como tal si se dedica a reprimir el reclamo legítimo de otro trabajador". O cosas por el estilo que buscan simplificar el tema y transmitir paz a sus conciencias. ¿Qué fue lo que pasó el otro día desde esta concepción?: algo que debe ser atendido muy muy a regañadientes...: cómo reconocer derechos al que ejerce la brutalidad como cosa cotidiana?
Y ahí terminan el asunto, cuando la realidad es que el asunto, al decir eso, no se termina para nada. Por una simple razón: no tocan, aunque les moleste, a la realidad. Sirven para vivir en el país de Alicia; no acá.
Enojarse porque existe la policía es enojarse con que al día le siga la noche. No tiene sentido enojarse con el paso del tiempo; sí tiene sentido enojarse con lo que uno hace o deja de hacer asumiendo que el tiempo existe. Y sí tiene sentido enojarse con los manejos brutales que existen dentro de la policía; no con su existencia.
Se puede ser perfectamente un trabajador y reprimir a otro trabajador. Y al mismo tiempo se puede reprimir a un trabajador y al día siguiente, en otro contexto, evitar que le roben el sueldo.Como también se puede ser docente y votar a Macri. Así de complejas y contradictorias pueden ser la cosas.
Si la policía es "el Estado", hay que decir que, salvo que uno asuma una postura marxista en la cual debe ser abolido porque sólo sirve para representar los intereses de la clase burguesa, el Estado no es una única cosa completamente homogénea e idéntica a sí misma según pasa el tiempo.

2) Saliendo del imaginario progresista en el que la policía simplemente debería "no existir" por que sólo puede existir en términos de monstruosidad (al igual que la iglesia), hay que decir lo evidente que marca el mundo en que vivimos: los policías son trabajadores (tanto es así que si un policía sufre un accidente desde que sale de su casa para ir a cumplir con sus funciones hasta que regresa a la misma, la causa judicial por ese accidente tramita ante un Tribunal de Trabajo.)

3) Son trabajadores y brindan un servicio esencial. La seguridad (como la salud o el acceso a la justicia), es un servicio básico que debe brindar el Estado. El punto problemático es que, a a diferencia de los demás trabajadores estatales que brindan prestaciones elementales, la policía es la que ejerce el uso legítimo de la violencia. ¿Se debe permitir el reclamo en forma organizada de trabajadores legalmente armados?
En países europeos (España o Francia por ejemplo) están sindicalizados. . Se difiere a si esa sindicalización les da derecho a ejercer la huelga (derecho básico universal que tienen los trabajadores para reclamar por sus derechos). En América Latina, por nuestro historial de golpes de Estado que atraviesan el siglo XX,, resulta más complejo el tema.

4) En nuestro país predomina la postura de que no se debe sindicalizar la fuerza policial, Está claro que una "huelga armada" está impregnada de un olor a extorsión que resulta mucho más apremiante para un gobierno que la huelga de otro trabajador considerado esencial. Fue lo que vivimos en estos días. No es sólo el servicio que se deja de prestar; es la forma en que se reclama lo que apremia.

6) Me pregunto si volver a discutir una sindicalización, no ayudaría, de algún modo, a ordenar el reclamo de esos trabajadores. Sería separarlos de la esfera política de los ministerios estatales para ponerlos en relación con una esfera política propia e interna de deliberación.

7) Me pregunto si la apertura de la policía a la "política interna", (pensar que un policía también puede deliberar y no sólo "ejecutar" lo que otros deciden) quizá ayudaría no sólo a mejorar sus condiciones laborales (el Estado es uno de los mayores precarizadores), sino también a generar sus propias internas respecto a qué tipo de prácticas monstruosas deben ser desterradas cuando se advierte su existencia. Es decir; generar debate interno en un espacio en donde, históricamente, sólo existió el verticalismo más puro y duro que se pueda concebir.

8) Antes de separar tan claramente las aguas entre "monstruos represivos" por un lado y "trabajadores" por otro, me pregunto si eso es posible.

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