lunes, 5 de julio de 2021

LO SÓLIDO EN EL AIRE...

 



Difícil pensar en un año mejor para el rock que el 91. "La mosca y la sopa" de los Redondos y "Acariciando lo áspero" de Divididos (aplausos de pie para este título) se editaron ese año. Es decir que dos de las mejores canciones que nos regaló el rock nacional en su historia ("Salando las heridas" y "Sisters") vieron la luz en el 91.

Pero los tanques musicales vinieron de otras latitudes, especialmente del país del norte: "Nervermind" de Nirvana, "Ten" de Pearl Jam, "Use your illusion" de los Guns, "Out Of time" de R.E.M., "Blood sugar sex magik" de los Red Hot, "Achtung Baby" de U2, "Innuendo" de Queen y el "Black Album" de Metallica.
Qué clásico surgió después? Me temo que ninguno. ¿Qué pasó entonces en estos veinte años que lleva el siglo XXI que no aparecieron discos y canciones como las que aparecieron a principios de los noventa?. Lo primero que advierto es esto: que el disco, tal como lo conocemos, murió. Que lo mató internet y la piratería; en cambio, el libro en formato papel aún sobrevive y le da pelea al ebook, no así el disco, repito, que perdió contra la escucha on line. Confirmado esto, corresponde la siguiente pregunta: la muerte del disco trajo consigo la muerte de las (grandes) canciones? A formato sólido canción sólida y a formato líquido canción líquida? O simplemente un largo período en el que los astros no se alinearon para que surgiera algo nuevo que lo conmoviera todo?
Como sea: definitivamente no me hubiera gustado morir en los 90.
Y nada más importa.

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