miércoles, 1 de abril de 2020

POR UN FUTURO QUE SEA NUESTRO...

Sobre Exergo: “De la gramatología” de Jacques Derrida. Por ...

E. R: Usted, por su parte, propone un programa que llamaría de buena gana de "despertar de las conciencias". Propone crear una nueva internacional para luchar contra las diez plagas del nuevo orden mundial (desocupación, exclusión de los exiliados, guerras económicas, tráfico de armas, etnicismo -fundado en el suelo y la sangre- poder de los Estados fantasmas, mafias, drogas), y expresa la idea de una "Declaración sobre el horror del estado del mundo".
En suma, mientras el mundo se unifica en las filas del neoliberalismo y todos aquellos que creyeron en el ideal de una sociedad comunista se ven obligados a hacer el duelo, usted inventa una nueva posición.
J.D: Yo hablo de una nueva Internacional allí donde las solidaridades se buscan, y se buscan figuras inéditas, a través de toda la humanidad, hoy, contra esas plagas.
La cuestión del "programa", por otra parte, la encaramos con los temas del acontecimiento, de la alteridad, de lo imprevisible. Lo que se encuentra en curso de "deconstrucción" , sin duda, es el concepto mismo de lo político, desde sus orígenes griegos y a través de sus mutaciones. Lo que se llama lo político ya no puede estar ligado, en su concepto mismo, como siempre lo estuvo, a una presuposición del sitio, del territorio, y de lo estatal. Es precisamente eso mismo lo que hoy se disloca, y se deslocaliza, sobre todo en virtud de la transformación tecnocientífica y tecnoeconómica del campo mundial. Se ha vuelto imposible pensar, como se lo hacía antes, la cuestión del lugar, del lugar político en particular, del lugar de lo político y del tener-lugar político.
A través del nuevo régimen de las telecomunicaciones no estamos ya donde creíamos estar. En ocasiones hay más proximidad entre un japonés y un francés que entre cada uno de ellos y su vecino de edificio o de pueblo. Basta con tener en cuenta, para percatarse, el teléfono móvil, internet, el pasaje por una lengua hegemónica, y la rapidez de las comunicaciones en la Bolsa. El estado del mercado financiero puede modificarse en un segundo. Esta dislocación general disocia el campo político del campo territorial y nacional. Se está forjando un nuevo concepto de lo político. Antes de hablar de "programa político" hay que saber qué se entiende por "lo político"
Cuando hablo de democracia venidera -esa cosa que puede parecer un poco loca o imposible- pienso en una democracia que no estaría ya ligada de manera esencial a la ciudadanía. Una vez más, aquí vuelvo a la misma contradicción aparente: no estoy en contra de la ciudadanía, es necesaria y hasta hay que luchar para que algunos seres humanos, que están privados de ella, finalmente puedan adquirirla. Pero los derechos del hombre también deben estar extendidos más allá de la ciudadanía. Tal es el "espíritu" de las Declaraciones de los derechos del hombre, aunque ese "espíritu", en su inspiración, permanezca trabado por el estado de la letra o la letra del Estado"

"Y MAÑANA... QUÉ? (J. DERRIDA, E. ROUDINESCO)

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