jueves, 9 de marzo de 2023

DOBLEMENTE IMPOSTOR

 



"No soy actor. No podría serlo nunca. Nada me es más inaccesible que mi propio cuerpo, no sé fingir (toda mi capacidad de fábula se la lleva la literatura), no puedo hacer (manejar y hablar por teléfono) y mucho menos ser (yo y el personaje) dos cosas a la vez. Tengo el umbral de tolerancia al ridículo alarmantemente bajo, y ya bastante dejo que desear cuando camino y como y hablo sin darme cuenta, en el teatro de la vida cotidiana, para andar caminando, comiendo y hablando deliberadamente, ante la mirada de los otros. De modo que todo lo que diga aquí sobre la "experiencia de actuar" debe ser leído como dicho no como un aspirante a actor, ni por un actor frustrado, ni por un actor espontáneo, con fervor pero sin título habilitante,  sino lisa y llanamente por un impostor, una especie de etnógrafo que - como esos periodistas intrépidos que viven dos nombres con nombre falso, esquivando fuegos cruzados y codeándose con dealers, químicos y zares de la cocaína, para escribir una crónica del mundo narco - aceptó el descabellado reto que le hicieron cuando lo invitaron a actuar en algunas películas como quien acepta no un don (que sabe que no tiene) sino un disfraz, el salvoconducto que le permitirá pasar una temporada en una tribu que siempre le interesó - la tribu del cine en rodaje- , que no pudo conocer como le hubiera gustado mientras tuvo alguna relación con ella - crítico de cine, guionista-  y de la que pensó en algún momento que podría sacar algo útil y revelador para las ideas que se hace del cine y, quién sabe, las que tiene de eso que, a falta de una expresión mejor, más precisa, menos sentimental, llamamos la propia vida."

"YO COMO ACTOR" (A. PAULS, "TEMAS LENTOS")

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