Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
domingo, 22 de mayo de 2011
CIVILIZACION Y BARBARIE...
"Mi interlocutor era el capitalismo más vil"...excelente.
Odio la telefonía celular, "sus beneficios" y todo lo que tenga que ver con ella. Tengo un nokia -no recuerdo el modelo- que sirve para mandar mensajes, para hablar, y para iluminar mi cocina cuando se corta la luz. No necesito más.
Cuando los llamados por parte de la empresa para cambiar mi plan (que es el más bajo, obvio) se hicieron recurrentes, cambié el tono jocoso con el que trataba a mis amables interlocutores (cuando me decían que me iban a dar un plan acorde a mis necesidades, le respondía a la chica que si le comentaba cuales eran mis necesidades, me iba a cortar la comunicación) por uno terriblemente hostil; santo remedio: nunca más me molestaron.
Después de varios llamados (incluido uno un domingo al mediodía!), estallé: "me están llamando mucho, no me llamen más, si tengo celular es porque dejó de ser un lujo para convertirse en una necesidad" le grité, disfónico, a la chica fantasma enunciadora de beneficios. Ahora solo se esconden en el anonimato de los mensajes, que elimino inmediatamente de mi casilla.
Consejo para todos: hostilizar a los/las amables operadoras. Y que no me vengan con argumentos del tipo "pobre chica, ella tan solo tiene que cumplir con su trabajo", porque a eso opongo lo siguiente:esta bien que ella/el solo sea una pieza (insignificante desde ya) de un engranaje perverso, pero si quiero quejarme por sus llamados insoportables supongo que si le digo "pasame con el gerente para quejarme porque vos nada más cumplís órdenes", no creo que lo haga, no?..entonces que cada uno se banque lo que implica trabajar para quien se trabaja, bajo las modalidades por las que se trabaja. Y si lo hace porque "no le queda otra" (quiero creer que en la mayoría de los casos es así), que despliegue la suficiente inteligencia como para bloquear de su psiquis los efectos nocivos como consecuencia de la catara de insultos y desplantes que recibe por realizar tan asqueroso trabajo.
En la transformación del uso social de le telefonía celular que menciono antes (de artículo de lujo a artículo de primera necesidad, algo que, gracias a Dios, todavía no se extendió al facebook) reside la mayor vileza de las empresas proveedoras del servicio.
Su vileza reside, justamente, en no contemplar en lo más mínimo a sus clientes. Para qué hacerlo, si igualmente seguirán siéndolo! y, además, por cada caso de un usuario que de la baja al servicio (para pasarse a otra compañía que probablemente sea peor), habrá otro/s que se enrolarán en sus filas.
Ni siquiera se toman el trabajo de armar un lista de clientes "dóciles" y clientes "obligados". Tal cosa se podría comprobar con un mínimo llamado. Si tu cliente te dice, "ahora no", "gracias pero no" , no entienden que les estás diciendo "ahora no es NUNCA no!
Su insistencia nos obliga, está claro, a recurrir a una fórmula que se hace efectiva: un poco de hostilidad= un poco de paz.
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