Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
sábado, 30 de julio de 2011
CONFESIONES DE INVIERNO...
Día del amigo = reunión con amigos.
Lugar del encuentro: Partido de San Martín (pizza libre)
Amigos en cuestión: Eduardo/Mariano/Daniel.
Motivo Amistad = Veranos (tantísimos) compartidos en el barrio Alfar de Mar del Plata, acompañados por encuentros (poquísimos) en la ciudad de la furia.
Estado cívico-social-emocional actual de cada integrante: Eduardo, a punto de casarse con Mariana (ex cuñada de Daniel), residiendo en CABA desde hace algunos años, con nuevo trabajo de ingeniero para una multinacional, buenos ingresos, poca tranquilidad y paz interior (aunque abundante paz exterior) ante la imposibilidad (por exclusiva neurosis personal) de proyectar en su realidad un futuro lejos de los semáforos y los subtes y cerca de las vacas y los tractores. Pequeños androides bebe aparecen interconectados (vía wi-fi)en su futuro inmediato.
Mariano: En pareja hace varios años con Rocío. Flamante papá de Santino. Músico talentoso (juro que le tuve muchísima fe a su malogrado invenio claroscuro) así como un deportista invertebrado, devenido en empresario del calzado. El Barrionuevo del Partido de San Martín, donde la TV suele sorprenderlo haciendo negociados en el bar de la esquina de la estación mientras toma licuado de banana.
Siendo, como Ari Paluch, un optimismo del optimismo,sufre, al igual que Eduardo, de neurosis habitacional. Sin embargo, a diferencia de nuestro amigo ingeniero, puso fecha de caducidad al mundo enfermo que nos envuelve: el año que viene, dice, se va ir a Córdoba, a respirar el aire puro de las sierras junto a Ricardo Iorio.
Daniel: Abogado en voz baja, literato en voz media-alta. Buscando un lugar (más simbólico que real) con templada desesperación. Empleado del aparato burocrático-sellístico provincial. Devoto de su trío tutelar: Fogwill-Urdapilleta-Indio Solari. De novio con Florencia, madre de una nena de dos años. Rodeado (al igual que los otros dos) por la idea/realidad de la paternidad y las responsabilidades que ello implica en cuanto a la ruptura o no de los patrones sociales y familiares adquiridos.
Resultados del encuentro: Goce absoluto y necesario para las bellas almitas en cuestión.
Próxima salida: casamiento de Eduardo, con perlitas rialescas varias que sucederán entre foto y foto y que serán reveladas a los seguidores del blog a su oportuno momento...
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