Una delivery de incongruencias al servicio de la dama que cuelga del hombro de la cartera o de la billetera en la que duerme, junto a roca y belgrano prensados, el caballero suburbano.
sábado, 31 de diciembre de 2011
AÑO NUEVO, VIDA NUEVA...
Leo en el blog de Daniel Link su última entrada, relativa al término del año en curso. Hay una frase -una definición si se quiere- que me seduce de inmediato. Me gusta. Compro: "todo cambio radical nos viene por la vía del azar y la coacción, es decir: el amor o el trabajo"
El amor (en todas sus dimensiones) y el trabajo, nuestras piernas. Será cuestión, tal vez, de calibrarlas, de vaciarlas -si es que hay que hacer tal cosa- de sus fluidos para volverlas a nutrir. Y,si somos capaces, de poder llegar a disfrutar de semejante trabajo de laboratorio.
Se recomienda, entonces, tener al momento del brindis (esa fracción de segundo a la que tengo absoluto temor por el grado de succión que ejerce sobre mi ser) las manos ocupadas: en una la copa de rigor; en la otra una tabla periódica.
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