lunes, 13 de mayo de 2013

DERECHOS Y HUMANOS...




DEL LIBRO "MICHEL FOUCAULT: EL PODER, UNA BESTIA MAGNÍFICA"


"Las sociedades de seguridad que están en proceso de formación toleran por su parte toda una serie de comportamientos diferentes, variados, en última instancia desviados y hasta antagónicos entre sí; con la condición, es cierto, de que se inscriban dentro de cierto marco que elimine cosas, personas y comportamientos considerados como accidentales y peligrosos. Esta delimitación del accidente peligroso corresponde efectivamente al poder. Pero en ese marco se toleran un margen de maniobra y un pluralismo infinitamente más grandes que en los totalitarismos. Es un poder más hábil , más sutil que el del totalitarismo. El problema no es recodificar los fenómenos actuales con viejos conceptos históricos. Hay que designar, en lo que pasa actualmente, lo que hay de específico, abordar esa especificidad y luchar contra ella, tratando de analizarla y encontrarle las palabras y las descripciones que le convengan."

"Me gustaría mucho escribir la historia de los vencidos. Es un bello sueño que muchos comparten: dar por fin la palabra a quienes no pudieron tomarla hasta el presente, a quienes fueron forzados al silencio por la historia, por la violencia de la historia, por todos los sistemas de dominación y explotación. Sí. Pero hay dos dificultades. Primero, quienes fueron vencidos -en caso de que los haya, además- son aquellos a quienes, por definición, se les ha quitado la palabra. Y si pese a ello hablaran, no lo harían en su propia lengua. Se les ha impuesto una lengua extranjera. No están mudos, pero -por el hecho de estar dominados- se les impusieron una lengua y ciertos conceptos. Y las ideas así impuestas a ellos son la marca de las cicatrices de la opresión a la que estaban sometidos. Cicatrices, huellas que impregnaron su pensamiento. Diría incluso que impregnan hasta sus actitudes corporales."

"Cuando se trata de saber de dónde viene esa pobreza de imaginación del siglo XX en el plano sociopolítico, me parece, de uno u otro modo, que el marxismo tiene un papel importante. Por eso me ocupo de él. Hay que distinguir a Marx por un lado, y el marxismo, por otro, como objeto del que es preciso deshacerse. No me parece pertinente terminar con Marx. Este es un ser indubitable, un personaje que ha expresado sin error ciertas cosas, es decir, un ser innegable en cuanto acontecimiento histórico: un acontecimiento que, por definición, no se puede suprimir. Pero ocurre que el marxismo existe como la causa del empobrecimiento, el vaciamiento de la imaginación política del que le hablé hace un momento; para reflexionar bien al respecto, hay que tener presente que el marxismo no es otra cosa que una modalidad de poder en un sentido elemental. En otras palabras, es una suma de relaciones de poder o una suma de mecanismos y dinámicas de poder. Con referencia a este punto debemos analizar cómo funciona el marxismo en la sociedad moderna."

"Me parece que, desde el siglo XVIII, el gran problema de la filosofía y el pensamiento crítico siempre ha sido -lo es aún y espero que siga siéndolo. el de dar respuesta a esta pregunta: ¿qué es esta razón que utilizamos? ¿cuáles son sus efectos históricos? ¿cuáles son sus efectos históricos? ¿cuáles son sus límites y cuáles sus peligros? ¿Cómo podemos existir en cuanto seres racionales dichosamente condenados a practicar una racionalidad que, por desdicha, está atravesada por peligros intrínsecos? Si la filosofía tiene una función dentro del pensamiento crítico, es justamente la de aceptar esta suerte de espiral, esta suerte de puerta giratoria de la racionalidad que nos remite a su necesidad, a lo que ella tiene de indispensable y, al mismo tiempo, a los peligros que contiene."

"Se creía efectivamente que la prisión producía algo: hombres virtuosos. Pero hoy se sabe, y la administración es perfectamente consciente de ello, que la prisión no produce nada parecido. Que no produce nada en absoluto. Que sólo se trata de un extraordinario pase de manos, un mecanismo singularísimode eliminación circular: la sociedad elimina, al enviarlas a la cárcel, a personas a quienes ésta quiebra, aplasta, suprime físicamente; una vez quebradas, la prisión las elimina al liberarlas, al devolverlas a la sociedad; en ella, la vida en prisión, el trato que sufrieron en esta, el estado en que salieron, todo se conjuga para hacer que la sociedad, infaliblemente, las vuelva a eliminar y las devuelva a la cárcel, la cual...,etc. El mensaje es el siguiente: "ustedes han puesto en nuestras manos a estos ladrones y asesinos porque los consideraban bestias salvajes; nos han pedido que, del otro lado de estos barrotes que a ustedes los protegen, hiciéramos de ellos dóciles corderos; pero no hay ninguna razón para que nosotros, guardias, representantes de la ley y el orden, instrumentos de la moral y los perjuicios, no los consideremos también, por invitación de ustedes, como bestias salvajes. Somos como ustedes. Somos ustedes. Y, por lo tanto, en esta jaula donde nos han encerrado con ellos, restablecemos entre ellos y nosotros la relación de exclusión y poder que la gran prisión insatura entre ellos y ustedes. Son ustedes quienes nos los han señalado como bestias salvajes; a nuestro turno, les transmitiremos el mensaje. Y cuando lo hayan aprendido bien detrás de sus barrotes, se los devolveremos a ustedes."

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