sábado, 22 de enero de 2022

EL TRAJE CONSTITUCIONAL...



 

"Cuando reconocemos lo principal que quedó y cambió en nuestras democracias constitucionales desde el momento fundacional hasta el presente, podemos también reconocer la dificultad crucial que nos toca enfrentar. Me refiero al problema de la disonancia democrática, esa ruptura que se ha producido entre prácticas y expectativas, ese quiebre que se ha generado a partir de instituciones que se crearon al pensar un modelo de sociedad que ya se ha evanescido. Mas precisamente, diría lo siguiente:

1) Que el sistema constitucional prevaleciente fue creado en relación con ( y a la luz de) un modelo de sociedad fundamentalmente excluyente (a partir de la marginación económica y social, pero, sobre todo, a partir de las restricciones -en particular legales- en materia de derechos políticos y participación ciudadana). Así, surgió para encajar o encastrarse dentro de un esquema social muy restringido.
2) Con el paso de los años (y la ampliación de los derechos políticos, el sufragio universal, la participación política creciente, la explosión del activismo cívico y las protestas: lo que en su momento se llamó una "sobrecarga" de demandas democráticas), ese contexto cambió radicalmente, con el resultado esperado de que el sistema institucional original terminó por resultar ajeno y extraño en relación con lo sociología política para la cual se lo había pensado. En términos más gráficos: se diseñó un traje constitucional para un cuerpo estrecho. Hoy, cuando queremos utilizarlo, advertimos que ese traje constitucional diseñado hace más de dos siglos nos resulta ya muy estrecho; no nos entra, no encajamos más en él, lo desbordamos por todos los costados, nos resulta extraño, ajeno.
Las instituciones centrales del constitucionalismo se mantuvieron básicamente idénticas, desde entonces hasta hoy, mientras que nosotros como sociedad cambiamos de manera radical. Allí se origina la discrepancia: en el desajuste entre lo que nuestras instituciones nos ayudan o autorizan a hacer, y lo que nosotros, los ciudadanos, razonablemente, esperamos o demandamos de ellas."
"EL DERECHO COMO UNA CONVERSACIÒN ENTRE IGUALES" (R. GARGARELLA)

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