sábado, 9 de junio de 2012

LOS SUJETOS Y LAS NOCHES...




LA BATALLA CULTURAL:  EL NIHILISMO COMO TERCERA POSICIÓN.

"Esta noche me siento particularmente mal. Absolutamente asilado en la, como dice Foster Wallace, soledad esencial que se da en el mundo. El fervor es un estado epifánico al que me es humanamente imposible acceder. La cuestión sobre la toma de las armas, la discusión política, la marabunta simbólica y semántica, bajo la cual el raciocinio pierde su estado de exaltada y anárquica creatividad para caer en los modos formales de acciones y expresiones, se me antoja esta  noche como un innecesario ejercicio de disipación temporal, con marcados tonos egóticos y reconfortantes. Algo, en fin, que gravita fuera de mi socavado interés. Algo en lo que descreo. Por lo cual resulta frívolo, impersonal, desapasionado, hablar de aquello que no me entusiasma mucho más allá del lenguaje puro.

Por dónde quiera que mires, hay extravió y confusión. El hombre desea participar activamente de su presente, sentir que el tiempo que define y limita su existencia le ofrece un lugar, a través del cual sentirse sujeto, vinculado a lo vivo inmediato, alejado del sesgo disgregatorio del tedio y asco, de la ignorancia y la muerte. Podría renunciar a todos sus actos, apartarse, sumirse en el aislamiento, detenerlo todo, dejarse morir, y acaso atestiguaría una clase de silencio y soledad de un linaje milenario, terrenal, indeciblemente personales y visionarias. No hay hombres genuflexos en la aterradora dimensión de la más radicalizada soledad, sino participes colectivos en un presente común y ligeramente previsible.

No vengo a hacer ningún aporte. Leí cada palabra. Ricardo tiene ideas interesantes. Y las expresa bien. Por lo demás, me aburren en demasía. Entiendo tu particularización de ese aspecto del hecho. Estamos en la era de las sospechas, la restauración de la ilusión de los trasmundos, que el viejo Nietzsche parecía haber desterrado para siempre. Tal vez se deba a que hay tantas potencias invisibles, tantas fuerzas anónimas y simultáneamente colectivas, tantas presencias atemporales y físicamente inexistentes, que la sensación de un más allá, de un otro lado de las cosas es inmensamente acosadora, y por lo demás constante. Una idea conspirativa, bajo la cual uno ha de vivir su vida en la ingenuidad e ignorancia de un territorio social cuyas fronteras, constituidas por millones de filamentos de poder, no logra apreciar. Se vive en un punto. Se piensa desde un punto. Se vive y se piensa desde un punto, hacia y en una totalidad misteriosa e inabarcable. Así, pensar que un cerebro planificador, que una metaconsciencia omnisciente, de infinita deliberación, previsora de todas las causalidades posibles, pueda concebir que una facción de sus propias fuerzas sea enviada a las manos inclementes del verdugo, que un jovencito, como un cordero, vaya a incitar una reacción totalmente lógica, para extraer una prueba de repudio acusable y el consecuente fortalecimiento corporativo, es, sin dudas, probable. Y ya está. No hay nada más que pueda decirse. No hay mayores originalidades. Se puede, sí, sugerir las formas debidas, indicar un territorio de lucha intelectual, argumentativa, de índole ideal, que difícilmente se consiga.

Hablo desde la infecundidad de este instante. Francamente me siento mal. Hay una dimensión que excita la mente, que simula el movimiento, pero que no toca aquello malogrado, aquella perpetua afasia con la que debemos cargar y resistir. Decir y sentir. ¿Qué le importan a estas horas mías Barone y Cristina? ¿Qué sentir sino asco y turbación por toda esa múltiple música de fondo que es la vida de los otros, y que se filtra con impunidad y prepotencia, como un fluido demasiado viscoso, como la elasticidad de la luz, a la cámara desesperada, en la cual mi propia vida no encuentra respuestas?
Tu actividad intelectual me alienta y me sujeta. Pero es lo que conozco de su autor, el apático tedio insípido que suele poseerlo, lo que la dignifica, y le demanda mis respetos."

NELSON PEÑA

1 comentario:

  1. Quién es Nelson Peña?
    Creí que lo habías escrito vos, incluso cuando habla de "Ricardo" pensé que te estabas refiriendo a mí (interesante pero aburrido, paranoico!) y al final, veo la firma de Nelson Peña, jaja.

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