lunes, 12 de noviembre de 2012

EL PESO DE NUESTROS PESOS...


Entrevista al periodista (especializado en economía) Alfredo Zaiat.

Para comenzar Alfredo, nos gustaría que hagas un balance de la economía Argentina y cuáles son los principales problemas para el Gobierno en este contexto de crisis internacional.
 
La economía argentina no puede ser entendida sin tener en cuenta los factores internos y factores externos. Los factores externos tienen que ver con la crisis internacional, que impacta fuertemente en países con los que Argentina tiene importantes intereses comerciales como ocurre con Brasil. A nivel interno, la política de tratar de evitar una devaluación regresiva, una devaluación que produzca una fuerte redistribución de ingresos hacia los sectores más concentrados de la economía. Entonces, en ese contexto, por el lado del sector externo, tenés una fuerte desaceleración del crecimiento económico de Brasil que impactó negativamente en industrias muy dependientes de las exportaciones a este país y que por consiguiente provocó un retroceso industrial en el primer semestre de este año para la economía argentina. Por el lado local, el desafío que tomó el gobierno de evitar una devaluación, un ajuste fiscal o el endeudamiento masivo para evitar caer en las crisis cíclicas provocadas por las restricciones externas lo llevó a tomar medidas con el control al acceso de divisas y a un control de importaciones. Ambas medidas impactaron de manera negativa en la actividad económica lo que provocó una caída en el nivel de actividad general. Ahora, esto es lo que se reflejó durante el primer semestre de este año. Una vez que la economía local adaptó su funcionamiento a las restricciones a las importaciones y a los límites al acceso de moneda extranjera, y si a eso le sumamos las políticas tomadas por Brasil para mejorar su actividad económica, es posible ver que en el segundo semestre la economía reinició un proceso de crecimiento leve, pero crecimiento al fin, con una tendencia positiva para fin de año y con perspectivas de continuidad para el año próximo.
 
En el último tiempo se han escuchado muchas voces acerca de la necesidad de encarar una reforma fiscal. Sin embargo se ve poco movimiento en la oposición como en el gobierno con respecto a esto. ¿Por qué te parece que ocurre esto y en qué sentido te parece que habría que hacer esta reforma?
 
La inmovilidad frente a una reforma tributaria tiene que ver con la resistencia que ejercen los sectores privilegiados. Como ejemplo podés poner lo que ocurre con los jueces que no pagan impuestos a las ganancias sobre sus ingresos. El poder judicial realiza un fenomenal lobby tanto en poder legislativo y en el poder ejecutivo para evitar que avance una de las posibles medidas de reforma tributaria. Igualmente, cuando se piensa en reforma tributaria creo que hay que alejarse de la idea de una mega reforma tributaria. Lo que debería hacer el gobierno es avanzar en proyectos específicos para eliminar nichos de privilegio como el que te mencionaba de los jueces. Otro proyecto debería avanzar sobre la exención de pago de ganancias en la renta financiera, otro sobre la exención de pago por ganancias de capital, otro es la reinstauración del impuesto a la herencia y después, en última instancia, pensar en una disminución en el impuesto al valor agregado, es decir en el IVA. No se si en términos generales, pero por lo menos sobre las canastas básicas de alimentos.
 
Otra cuestión sobre la que te queríamos consultar es sobre el “sujeto” en la economía. Tanto en los discursos de Néstor Kirchner como de Cristina Fernández se alude a la idea de reconstrucción de una “burguesía nacional”. Sin embargo lo ocurrido en el último tiempo con YPF parece marcar un camino alternativo más ligado a lo que podría ser llamado un “Capitalismo de Estado”. ¿Cuál de estas dos alternativas te parecen más fructíferas en función del contexto internacional del que hablábamos al principio y las características de la economía argentina?
 
Conviven ambas estrategias. Lo que es cierto es que el kirchnerismo ha intentado por varias vías la reconstrucción de una “burguesía nacional”, política que hasta ahora se ha demostrado con escaso resultado. Se inició con esta idea voluntarista de que con un crecimiento económico muy elevado y el fomento al mercado interno el empresariado iba a invertir y por consiguiente convertirse en una burguesía dinámica, tanto por su rol de inversión como por el desarrollo de nuevas tecnologías o de innovación productiva. Lo cierto es que esto no se verificó. Después tuvo la estrategia de “argentinizar” grandes empresas privatizadas que con lo de YPF se mostró fallida. Por consiguiente, el Estado pasó ocupar espacios en eslabones importantes de la producción fundamentalmente a partir de YPF. Yo creo que ahora hay un último intento, más estratégico, que tiene que ver con el proceso de sustitución de importaciones, con la aspiración de regenerar una industria nacional y por consiguiente empresarios nacionales comprometidos con el destino nacional, es lo que Aldo Ferrer denomina “densidad nacional”.
 
Una última pregunta, tiene que ver más con tu trayectoria como economista y periodista. Cuando arrancaste a estudiar economía, ¿te imaginabas trabajando como periodista o fue una posibilidad que fue apareciendo después en tu horizonte?
 
Yo soy periodista, periodista especializado en economía. Cuando empecé a estudiar economía no creí que me iba a dedicar al periodismo. Pero ya en la última mitad de la carrera empecé a trabajar en Página 12 y me empezó a gustar el trabajo, el oficio de periodista. Las herramientas adquiridas en el estudio universitario me permitieron ampliar mis posibilidades de intervención en los medios en los que me desarrollo.
 
¿Qué te parece clave a la hora de la comunicación de las ciencias económicas en los medios de comunicación?
 
Tratar de ser claro, preciso. Que sea entendible. Estar alejado de los lobbys. Pensar en la economía para trasmitírselo a la población y no ser simple vocero de los intereses empresariales o de grandes intereses financieros o políticos. Me parece que lo relevante es tratar de trasmitir la economía con un concepto básico: “la economía es economía política”. Por consiguiente, tiene que ser una herramienta para poder interpretar los fenómenos económicos, políticos y sociales que vive la población día a día.

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